Vigaflow nació hace 15 años, cuando todavía no se hablaba del cambio climático o de la escasez hídrica. Uno de los fundadores de la empresa y principal inversionista es de origen holandés y vive la mitad del año en Israel. Él fue quien tuvo la visión de que el gran desarrollo tecnológico y cultural del uso del agua de su país natal y los logros de Israel producto de la escasez de este recurso, serían algo que en algún grado y momento se daría en Chile.
“Al principio no sabíamos qué haríamos exactamente en el mundo del agua, pero nos propusimos ser una empresa de servicio, que se enfocaría en los resultados y aplicaría tecnologías que minimizaran el impacto en el medio ambiente”, comienza diciendo el gerente general de Vigaflow, Ivo Radic, en entrevista con AQUA.
Ustedes tienen dos líneas de negocios, hogar e industrial ¿Podría detallar brevemente los equipos y/o servicios que ofrecen para la última?
Para el hogar ofrecemos soluciones simples de instalar que tienen dos grandes objetivos: resguardar la salud de las personas al consumir y usar agua, y cuidar la inversión en artefactos e instalaciones sanitarias que sufren daños con ciertos problemas relacionados al agua.
Para la industria en general, desarrollamos tratamientos destinados a convertir el agua que el cliente dispone, en el agua que el cliente necesita para cada uno de sus procesos, tanto en cantidad como en calidad y lo hacemos procurando mantener nuestros principios de diseño, que son: la solución sea la más efectiva, para lo cual se debe evaluar entre varias alternativas posibles; que sea también la más económica (inversión y operación); la menos invasiva para los operarios; la de menor consumo de energía; la más compacta; y la de menor impacto medioambiental.
Si bien se entiende la utilización de equipos como las plantas desalinizadoras o filtradoras en el norte del país, donde el acceso a agua dulce es más desafiante, ¿qué visión tiene respecto de los requerimientos actuales y/o futuros en el sur de Chile y donde existe una mayor abundancia de agua dulce?
Efectivamente en el sur de Chile abunda el agua, pero los aumentos de consumo y los cambios de disponibilidad del recurso en ciertos lugares, hacen que el agua no se encuentre en la cantidad ni en la calidad necesaria. Por ejemplo, existen lugares donde siempre se abastecieron de agua de pequeños ríos, de vertientes o de norias, que son pozos muy poco profundos, y al disminuir la cantidad de lluvia y de deshielos, los niveles de esas fuentes de agua han disminuido, lo que hace que en sectores de antaño tan lluviosos como partes de Chiloé, se esté en los últimos veranos distribuyendo agua en camiones.
Desde hace años hemos diseñado e instalado equipos de tratamiento de agua en el sur de Chile, donde es común el problema de altos niveles de hierro y manganeso en aguas subterráneas. Pero hemos notado un cambio desde hace ya unos dos o tres años, debido a que cada vez con más frecuencia, desde diferentes áreas, nos han solicitado soluciones para tratar aguas con alta salinidad, bien sea directamente agua de mar en lugares donde antes había disponible agua de pozo y hoy estos se han secado, u otros casos donde se han requerido equipos para tratar aguas en las que su salinidad se ha incrementado rápidamente en el último tiempo producto de la infiltración de agua de mar en napas subterráneas. Este último fenómeno se ve incrementado en época de verano, ya que el retroceso de las napas subterráneas permite que las aguas marinas se infiltren tierra adentro (a nivel de napas subterráneas) y contaminen las fuentes de agua fresca.
¿Cuándo se recomienda arrendar o comprar un equipo?
El arriendo de equipos de tratamiento de agua es una alternativa que se puede recomendar para casos en los que se sabe con certeza que los periodos de escasez o necesidad de tratamiento de agua serán cortos. Hay que tomar en cuenta también que la disponibilidad de equipos para arriendo es limitada y que cada agua es diferente, por lo que los equipos disponibles no siempre se ajustarán a cada caso.
También hay que tener en consideración que el diseño de un sistema de tratamiento o purificación de agua a medida de cada caso, siempre permitirá obtener un sistema con un mejor rendimiento, tanto en términos de la recuperación de agua, como en su costo de inversión y operación. Una alternativa para suplir una necesidad de emergencia, como hemos realizado con algunos clientes, es instalar una planta en arriendo mientras se desarrolla el proyecto definitivo.
Recientemente, Vigaflow vendió dos plantas desalinizadoras en dos caletas del norte de Chile e, incluso, una de estas iniciativas recibió la visita del subsecretario de Pesca y Acuicultura. ¿Qué opinión tiene sobre esta experiencia y cree que se podría replicar en otras caletas del país?
Esta ha sido una excelente experiencia en la que tanto el cliente como nosotros logramos llevar a cabo el proyecto adelante sin ningún contratiempo. Es probablemente la primera vez que hemos podido instalar pequeñas plantas desalinizadoras de agua de mar sin el problema de tramitaciones larguísimas, que desde nuestro punto de vista no deberían existir.
Instalar una pequeña planta desalinizadora de agua de mar de, por ejemplo, 10.000 litros por día es menos contaminante que un pequeño bote o incluso que una moto de agua, dado que no vierte al mar ningún elemento contaminante, como sí lo hace todo motor a combustión con los hidrocarburos.
Los flujos son tan menores en estas plantas, que no tiene sentido evaluarlos como se hace actualmente en la mayoría de los casos, es decir, usando los mismos parámetros que para mega proyectos industriales o mineros. Confiamos en que en el futuro cercano se cuente con una normativa específica para facilitar la instalación de estas pequeñas plantas, las que proveen un resultado de mucho mejor calidad para las personas que el agua en camiones, y que además es más económico y de menor impacto medioambiental. En el caso de estas plantas de las caletas del norte incluso la alimentación eléctrica es mediante paneles solares, lo que hace que el costo de producción por m3 sea incluso más bajo que en una zona urbana.
Parte de la cadena de valor de la industria del salmón se realiza en pontones ubicados en el medio del mar. ¿Tienen soluciones para abastecer con agua dulce a los trabajadores que allí habitan? ¿Han vendido algún equipo para estos artefactos navales?
Efectivamente tenemos soluciones ideales para los pontones. Tenemos equipos desde caudales tan bajos como 500 litros por día, que son de baja inversión y cuyo costo de producción sin duda es más bajo que el transporte permanente. Si se puede combinar con energía solar o eólica, también se puede disminuir aún más el costo de producción, sin alterar la capacidad instalada de generación que tenga el pontón.
No hemos vendido equipos para esta aplicación y creemos que es porque este tipo de soluciones no han sido evaluadas en la etapa de diseño de estas instalaciones, ya que siempre que lo hemos propuesto, se ha hecho a pontones existentes en donde no fue considerada la energía, ni el lugar físico y menos aún la inversión. Otra cosa es el rechazo natural al cambio y donde es difícil que las rutinas se modifiquen, aun cuando suponen una mejora sustancial.
Finalmente, ¿es la desalinización de agua una solución para la escasez hídrica?
Es una solución que es parte de un sistema que debe ser optimizado. Siempre partiendo desde el origen del agua en la cordillera a través de los ríos y de las aguas subterráneas, distribuyendo y almacenando el agua correctamente. Luego de esto, fomentando la educación a todo nivel para un consumo responsable, aplicando tecnologías que sean eficientes y considerando siempre el re-uso directo o con un tratamiento especializado para el fin de cada agua. Cuando no hay agua disponible que fue dulce en su origen o está muy lejos, la desalinización de agua de mar surge como la mejor opción, tal como está demostrado en muchos países y regiones del planeta, y también en lugares de Chile, como en Antofagasta, que va camino al 100% de abastecimiento con agua desalinizada para la ciudad.