Hace un par de días, el pez marino cobia (Rachycentron canadum) fue citado en un sinnúmero de publicaciones de prensa luego que la BBC divulgara que ejemplares de la especie escaparan desde un centro de cultivo ubicado a 16 kilómetros mar afuera de las costas de Ecuador, generando -en palabras de la cadena británica- una «alerta científica» en Colombia y Panamá, además de la atención de Perú, México y hasta California (Estados Unidos).
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Tras conocer la noticia, y en contacto con AQUA, el gerente general de Cobia del Desierto de Atacama SpA, Daniel Nieto Díaz-Muñoz, argumentó que la discusión que pueda haber acerca del tema de los escapes es de antigua data y «siempre estará asociada inevitablemente» a los riesgos de los cultivos marinos.
«En este caso en particular, es difícil establecer con propiedad una hipótesis que, más allá de lo alarmista que parece la nota publicada, permita predecir el impacto que este escape pueda tener sobre los ecosistemas locales. Sin embargo, hay un conocimiento prolijo acerca de la biología y ecología de la cobia que al menos permite establecer que en ningún caso se debiera transformar en un peligro para la fauna marina de Colombia, México o Panamá. Lo primero, es que la especie se comporta como un predador solitario, no constituye cardumen y, dicho sea de paso, al no estar presente nunca en las pesquerías de arrastre ni de ningún tipo masivo, siempre será un producto de mercado de nicho, bien pagado por su sabor y calidad», sostuvo el acuicultor chileno.
El siguiente mapa muestra la distribución natural de la especie:
Según dijo Nieto, en el cultivo de cobia en Mejillones (Región de Atacama, Chile), la autoridad actuó en «forma sabia y muy prudente», por cuanto autorizó un cultivo en tierra, cuarentenario y de recirculación, «donde además debimos experimentar con ejemplares en estanques a la temperatura del mar chileno, muriendo todas las cobias al cabo de 48 a 72 horas, lo que da una garantía adicional en la evaluación de los riesgos», aseguró.
Para cerrar, el representante de Cobia del Desierto de Atacama SpA enfatizó que se trata de un pez «extraordinario, exquisito y muy bien pagado, para lo cual estamos en proceso de análisis del escalamiento».