[LA + LEÍDA EL LUNES] Acuicultura latinoamericana y su potencial para la seguridad alimentaria

Dic 26, 2022

Expertos internacionales destacan los productos acuícolas como protagonistas debido a sus ventajas productivas y valor nutricional. Sin embargo, advierten que el cambio climático y las contingencias internacionales pueden impactar negativamente al sector.

De acuerdo con los datos del Centro Internacional de Estudios Estratégicos para la Acuicultura (Cideea), entre 2018-2020 en cinco países de la región la acuicultura representa más de un 50% del desembarque nacional y, en otros cinco, los cultivos aportan entre 30% y 50%, existiendo una tendencia a que la producción controlada vaya aumentando en importancia a lo largo del tiempo.

Desde el centro de estudios destacan que la producción acuícola en América Latina y El Caribe (ALC) está concentrada en un reducido número de países y de especies. En 2018-2020 los cinco primeros países, encabezados por Chile (40%), y seguidos por Ecuador (20%), Brasil (17%), México (7%) y Colombia (5%) aportan un 88% de los volúmenes de cultivos, y un 91% del valor de los mismos.

Los datos de Cideea destacan que en el mismo período, entre las 101 especies en cultivo, el camarón ecuatoriano (31%), el salmón Atlántico (21%), la tilapia del Nilo (13%), el mejillón chileno (11%) y el salmón Coho (5%) significan el 80% de los cultivos regionales.

Desarrollo sostenible

En este escenario, el presidente del Cideea, Carlos Wurmann Gotfrit, sostiene que para incentivar la seguridad alimentaria a través del aporte de los cultivos acuícolas, “sin duda es menester desarrollar con más fuerza, especialmente, los cultivos de pequeña escala. Mientras, en paralelo, se incentive que las producciones principales en la región, casi siempre destinadas a la exportación, se vuelquen con más ahínco al mercado interno. Ya que entre ellas solo las de tilapia, salvo excepciones, se consumen con mayor énfasis en los mercados locales”.

Wurmann recuerda que el consumo pesquero per cápita en ALC se encuentre entre los más bajos del mundo, y alcanzan a unos 10 kgs por habitante al año, frente a una media mundial de 20 kilos por habitante al año. “Si bien se espera que a nivel mundial la demanda por productos pesqueros continué activa en el curso de esta década, no creo que sea muy fácil mejorar los estándares en la región, debido a la acentuada preferencia cultural por carnes rojas”.

Lea el artículo y con más datos en profundidad en el siguiente enlace.

Fotografía: SNA Perú.

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