Con la participación del presidente de la Cooperativa de Pescadores de Puerto Montt y del Sindicato de Caleta Anahuac, Juan García, se desarrolló en dependencias de AQUA Medios ubicadas en la ciudad de Puerto Montt, región de Los Lagos, el segundo programa de AQUA Play Debates, el cual nuevamente fue conducido por Adolfo Alvial.
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Entre los temas tratados con Juan García, se contempló el actual momento de la pesca artesanal en Chile y en particular en Los Lagos; legislaciones sectoriales; el estado de los recursos y las amenazas derivadas de la pesca ilegal; diversificación productiva y valor agregado; relación con industrias como la del salmón; entre otros.
En ese marco, comenzó diciendo que en el contexto de la actual situación de la actividad, «complica el no haber hecho bien las cosas, porque antiguamente se podía pescar libremente y no había restricciones, pero ese no haber restricciones significó que varias pesquerías del país estén en condición de colapso. Y, en este sentido, debemos reconocer que hubo un mal manejo que no se previó a tiempo, lo que llevó a que hoy tengamos una regulación muy estricta en cuanto a cuotas, que tiene una manga ancha para algunos y manga corta para otros. En este último caso, para los artesanales menores de 12 metros (embarcaciones)», enfatizó el histórico dirigente.
Sobre la pesca ilegal, adujo que quienes participan de este ilícito «vienen de distintos lados», afectando toda la cadena productiva. Pero la esperanza que tienen como mujeres y hombres de mar que sí les interesa la sustentabilidad de los recursos, «es que los mismos consumidores hoy hacen ver que han tomado conciencia del origen de los productos», de dónde vienen y cómo llegan hasta sus mesas.
Industria del salmón
Uno de los puntos que concitó mayor atención durante la entrevista fue el relativo con la industria del salmón. Es que es conocido que la pesca artesanal ha tenido una relación más bien de conflicto con la salmonicultura, pero hoy ambas actividades enfrentan desafíos comunes, como son las floraciones algales nocivas (FANs, también conocidas como blooms o más comúnmente como marea roja) y por otro lado los lobos marinos, que han tenido un aumento explosivo.
Consultado por si existe ánimo de colaborar en estos aspectos y eventualmente en otros, más allá de las diferencias que aún pueden sostener en algunas materias, García argumentó que «en un comienzo los salmonicultores llegaron de forma avasallante, lo que nos llevó a considerar que se nos faltaba el respeto como sector productivo, especialmente a los merluceros, y fue ahí cuando nacieron los grandes conflictos».
En esa línea, ahondó que se vulneraron muchos caladeros históricos de la pesca artesanal y se afectaron también lo que denominan refugios o caletas de abrigo.
Y no fue hasta hace tres años que la relación empezó a cambiar. Esto, cuando por ejemplo se sentaron a la mesa como Asociación de Merluceros -entidad de la cual García es presidente- para participar de la relocalización de los centros salmonicultores. «Así nacieron las primeras instancias de diálogo y las cuales se han ido potenciando, lo que ha permitido mejorar la relación», sostiene, agregando que otros temas comunes, y en los cuales se debe avanzar, son la limpieza de playas, el vínculo integral con todos quienes hacen uso del mar -mitilicultores, pueblos originarios, turismo, comunidades en general- y acuerdos conjuntos. Por ejemplo, para la generación y desarrollo del valor agregado de los productos.