(DF) Los menores niveles de extracción que ha registrado la industria pesquera durante los últimos años, por las bajas en cuotas de captura, ha emplazado a sus actores a desprenderse de activos que han pasado a ser prescindibles dado los menores niveles de biomasa.
Un caso es el de Blumar, ligada a la familia Sarquis, que trabaja actualmente en un plan para enajenar plantas y barcos, ajustándose al nuevo escenario. «Tenemos muchos activos que quedaron después del ajuste que tuvo la industria pesquera. Hemos parado mucha planta, muchos barcos y hoy día estamos vendiendo todos los activos que son prescindibles, pero en el ámbito industrial», dice el director ejecutivo (CEO, por su sigla en inglés) de Blumar Seafoods, Gerardo Balbontín.
Explica que en la actualidad, la pesca es un tercio de lo que era hace ocho años y solo 10% de lo que se extraída hace 15 años, cuando la industria exhibía su mejor cara. Es así que sus planes de inversión, se encuentran apuntando principalmente a mantención de activos.
De todos modos, sostiene que «en el sector acuícola -fundamentalmente el salmón- nuestra gran inversión está enfocada en la región de Magallanes donde vamos a comenzar a sembrar este año y tenemos un proyecto que es precioso en la región, y pretendemos ya poderlo consolidar en los años que vienen».
En esa zona, critica la iniciativa impulsada por organizaciones para que las aguas adyacentes al Parque Nacional Kawésqar (ex Alacalufes), que se extiende por gran parte de la región, pasen a convertirse en Área Marina Protegida de Múltiples Usos, lo que limitaría las zonas disponibles para las salmonicultoras.
«Provoca una incerteza y provoca también una dilatación del otorgamiento de nuevas concesiones. Defendemos la ‘Ley Lafkenche’ en términos de entregarles a los pueblos originarios su espacio costero, pero cuando ya estas extensiones suman 5,3 millones de hectáreas, creemos que hay un tema de especulación. Hay que legislar mejor», enfatiza el CEO.
Apertura en Noruega
Balbontín está siguiendo de cerca la evolución de Salmones Camanchaca tras su debut en la Bolsa de Oslo. «Vemos esa plaza bursátil con interés. Muestra un camino alternativo de buscar financiamiento; es que Noruega es un país que tiene un desarrollo pesquero y de acuicultura bastante más grande, en un mercado que está ávido de invertir en este sector», destaca el ejecutivo.
No obstante, asegura que la discusión para seguir ese mismo camino aún no está formando parte de las discusiones del directorio. «Estamos solamente mirando y aprendiendo mucho del proceso que se desarrolla», concluye el representante de Blumar.
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