Camanchaca por pesca ilegal: «Al igual que con otros delitos, todo parece insuficiente»

Dic 23, 2014

El gerente general de la compañía, Ricardo García, pidió una mayor fiscalización del SII en los puntos de venta, de manera de verificar que los productos del mar que se ofrecen cumplen con la normativa y no hay fraude al fisco.

(Pulso) Una acción conjunta de varios organismos del Estado, que involucre incluso una mayor fiscalización del Servicio de Impuestos Internos (SII). Esta es la receta que propone el gerente general de Pesquera Camanchaca, Ricardo García, para combatir la pesca ilegal en el país.

El ejecutivo de la compañía -ligada a las familias Fernández y Cifuentes- si bien destacó la labor que han realizado las autoridades, afirmó que aún queda mucho por hacer para terminar con el mercado negro.

El tema no es menor. En menos de una semana, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) decomisó 25 toneladas de merluza común. La cuota para esta especie terminó en noviembre y hoy el sector industrial aboga por un endurecimiento de las normativas para terminar con la pesca ilegal.

En el país, se estima que la pesca ilegal de merluza común es tres veces la cuota que le corresponde al sector artesanal legalmente al año.

Es decir, si a ese rubro le correspondían 7.600 toneladas al año, ilegalmente se capturan probablemente 22.800 toneladas, lo que supera la cuota global nacional de pesca.

Junto con los negativos efectos para la sostenibilidad del recurso, se estima que esta actividad ilegal, concentrada principalmente en las regiones de O’Higgins y del Maule, genera unos US$30 millones en utilidades para quienes se dedican a este negocio.

Lo anterior se traduce en un daño al sistema tributario chileno, originado en la pesca ilegal, debido a la evasión de millonarios montos en impuestos que no son pagados por quienes operan bajo estas condiciones.

A juicio del Chief Executive Officer (CEO) de Camanchaca, la pesca ilegal también genera un grave problema sanitario, pues estas capturas no cuentan con trazabilidad sobre su origen, calidad, transporte y conservación, lo que es un riesgo para la población que consume estos alimentos del mar.

Pese a todo, Ricardo García definió este año como uno de «normalización» para la rentabilidad de la compañía. De hecho, a septiembre la empresa Camanchaca acumula ganancias por US$10 millones, un vuelco respecto con igual lapso del año anterior, cuando registró pérdidas por más de US$27 millones.

¿Qué le parece la labor de las autoridades en la industria pesquera? ¿Consideran que los decomisos de pesca ilegal se han disparado?

Hay un esfuerzo adicional de parte de la autoridad para controlar la pesca ilegal, pero tal como ocurre con otros delitos en Chile todo parece insuficiente. Esta es un área en la que es muy importante hacer esfuerzos, porque la pesca ilegal no solo es una actividad que compite de manera injusta con la actividad legal; también es un delito que evade impuestos, por lo tanto, es un fraude desde ese punto de vista.

Junto con eso, la pesca ilegal es una actividad que no genera estabilidad en los empleos, pero sobre todo es una actividad que atenta contra la sostenibilidad de las biomasas de peces en el mar. En definitiva, esta actividad ilegal debe ser ataca desde todos los frentes posibles.

¿Debe ser atacada con una legislación más dura, que incluso considere la cárcel para este tipo de delito como lo han planteado algunos en la industria?

Debe ser un conjunto de muchas cosas.

¿Entre ellas la penalización?

Hay cosas que son anteriores a la cárcel, incluso.

¿Por ejemplo, que el Sernapesca tenga la facultad de decomisar y finalmente retener los productos que han sido capturados de manera ilegal?

No solamente eso. Tiene que haber una mayor fiscalización del Servicio de Impuestos Internos en todos los procesos y cadenas de este tipo de productos, y también en los puntos de venta de manera de asegurarse que lo que se está vendiendo está a punto o responda a productos que han seguido la cadena legal.

¿Es efectivo que hoy incluso hay fiscalizadores que no pueden ingresar a las caletas?

Los decomisos sí pueden ser un elemento para considerar, pero el pescado ya ha sido extraído.

¿Para 2015, qué expectativas de pesca y captura tienen tras conocerse las cuotas fijadas?

La autoridad ya ha dado a conocer las cuotas de pesca, por lo tanto, se sabe qué cuotas aumentaron y cuáles no. Esta es la actividad a la que estamos sujetos y esas son las reglas.

¿Les parecen adecuadas esas cuotas fijadas para las especies en las que ustedes participan como actor en este mercado?

Nos parece muy bien que la autoridad se preocupe de la sostenibilidad. Valoramos que existan criterios técnicos para la fijación de cuotas. En este sentido está todo bien.

Sí, pero sectores artesanales se sienten desfavorecidos por la pesca industrial y están pidiendo al Gobierno aumentar las cuotas anunciadas. ¿Cómo observan esta situación que complica al sector?

La institucionalidad chilena establece que las cuotas para pesca tienen que ver con las biomasas y con el estado de los animales y peces en el mar. Esto tiene que ver con las capacidades de extracción. Por lo tanto, la fijación de cuotas tiene que ver con la sostenibilidad y lo que es capaz el país de extraer de sus recursos marinos en el tiempo. En ese sentido, las fijaciones están bien pensadas. Me alegro que se tomen en cuenta los criterios técnicos para poder permitir que esta actividad se mantenga en el tiempo

¿Y cuando se sostiene que la actual Ley de Pesca que se generó en el Gobierno anterior favorece a ciertos grupos económicos industriales? ¿Cómo reciben esas afirmaciones?

No tengo antecedentes de eso.

¿Se está discriminando a la pesca artesanal frente a la pesca industrial?

No, no me parece.

¿Cuál es el balance que hacen en Camanchaca del presente año?

El año 2014 ha sido un año de normalización de la rentabilidad de la compañía.

De hecho, las empresas salmonicultoras que operan en Chile aumentaron su rentabilidad operacional en comparación con las empresas noruegas.

No hemos hecho esa comparación.

¿La industria aprendió la lección de operar bajo costos más bajos y mayor eficiencia?

Este año ha habido mejores condiciones sanitarias que el año pasado. Ha habido una mejora en la situación del cáligus en la industria. Pero nunca se termina de aprender, siempre hay procesos de aprendizajes adicionales. Esta es una industria que tiene mucho que aprender y así va a seguir siendo por siempre.

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