A fines del mes de junio, Cargill Chile selló una alianza con la ONG TechnoServe, para dar inicio a un Programa de Capacitación y Fortalecimiento de Habilidades Emprendedoras y Productivas. Los beneficiarios de este programa son las cinco cooperativas mapuche de la comuna de Padre Las Casas (Región de la Araucanía), que tienen la propiedad de la empresa NGseed, que provee a Cargill de Lupino Aluprot.
Cabe recordar que desde el año 2016 Cargill firmó un acuerdo con la empresa y las cooperativas, para comprar lo que ellos produzcan, ayudándoles así a prosperar, y al mismo tiempo, llevando a la acuicultura el lupino superproteico, una materia prima de origen no marino, sustentable y de gran calidad nutricional.
Desde entonces, Cargill junto a NGseed, ha estado continuamente buscando maneras para apoyar a los pequeños agricultores, para que estos tomen las mejores decisiones en sus campos, adquieran habilidades de gestión y obtengan conocimientos que les ayuden a fortalecer su actividad.
Hasta el mes de noviembre se extenderá el proceso de capacitación que está llevando en La Araucanía con la ayuda de Technoserve. En los talleres, ya han participado más de 100 personas, con representantes de 16 comunidades indígenas.
El desafío de crecer
Bambino Caire es hijo de inmigrante francés, con una amplia historia agrícola y directiva en el rubro. Es el presidente de la cooperativa Huichahue Newén, una de las cinco que están en el programa. Las otras son Peniwén, Moñenco, Los Robles y Wullagro.
Caire comentó un poco más acerca de la producción de Lupino. “Es una muy buena alternativa para nosotros. También sirve mucho para la rotación de cultivos; sabemos que si plantamos lupino vamos a tener una buena cosecha de trigo. Le aporta más nutrientes a la tierra y eso es beneficioso para nosotros”, expresó.
Pablo Hulipan, presidente de la cooperativa Peniwén, coincide con lo anterior. “Mi meta es hacer innovación junto con la pequeña agricultura; hacer algo diferente, sembrar algo que no sea el monocultivo. Si sacamos una nueva variedad de lupino, nos va a servir muchísimo. Cargill ha sido una pieza fundamental para nosotros”, sostuvo. Agregó que “me encanta participar en los talleres de capacitación. Hay hartos agricultores, estamos tan cerca las comunidades y no sabemos las debilidades o necesidades que tenemos. Entonces en estas capacitaciones concluimos que hay harto que hacer en conjunto”.
Valor compartido
La metodología de trabajo de TechnoServe contempla un ciclo de talleres sobre gestión de campo con cada cooperativa. A la fecha, ya se culminó la tanda de talleres, los cuales son complementados con asesorías individuales que consultores de la ONG han ido realizando con cada socio. En dichas asesorías, se revisan dudas sobre los talleres, se repasan técnicas, alternativas productivas y asuntos legales, entre otros.
Se proyecta que en noviembre culmine el proyecto, dejando instaladas habilidades como medición de terrenos, cálculos de inversión y retornos, buenas prácticas agrícolas, finanzas, decisiones de inversión, datos productivos, entre otros temas.
Al término de uno de los talleres, Corina Rivas, directora País de TechnoServe, enfatizó que su foco es “hacerlos pensar sobre si miran el campo como un negocio, sobre si están pensando antes de plantar…Tratar de abrir un poco la mente de los agricultores en no seguir haciendo lo mismo siempre, sino que tratar de que antes de volver a plantar hagan un par de cuentas y vean si el cultivo va a ser rentable o no”.
Desde Cargill Chile valoraran el desarrollo de estos talleres. Su gerente de Compras, Cristián Vera, ha sido de uno de los profesionales de la empresa a cargo de empujar el proyecto. Sobre su progreso, destacó que “es un camino muy interesante y valioso, pues nos ha permitido involucrarnos con comunidades que no conocíamos, a la vez que avanzamos por lograr una cadena de abastecimiento más sostenible. Esperamos que los productores puedan progresar, por el bien de su actividad, de ellos y sus familias, y de mejorar los estándares de nuestra industria”.