A través de un comunicado de prensa, Aquaculture Stewardship Council (ASC) informó que más de un centenar de centros de cultivo acuícolas han sido certificados en poco más de dos años, duplicándose la cifra solo al analizar 2014.
En agosto de 2012, los centros de tilapia Toba y Kedung Ombo de Regal Springs fueron las primeras a nivel mundial en obtener la certificación ASC. En ese momento, la organización solo contaba con normas operativas para tilapia y pangasio. En 2013, en tanto, fueron lanzados los estándares para bivalvos, abalón y salmónidos, los que fueron seguidos por los del langostino durante este año.
Desde ASC detallaron que a fines de 2013 había un total de 57 centros certificados, «mientras que en el último año se ha observado un crecimiento del 103%, sumando ya 116 en el programa», precisó la certificadora, añadiendo que dada la creciente variedad de productos del mar con certificación ASC disponibles en el mercado, los consumidores en 40 países ahora pueden elegir entre casi 1.500 productos. «Solo en el último año, registramos un aumento del 148% en los productos aprobados, con respecto a los 602 que había a fines de noviembre de 2013», ahondó la entidad.
Salmonicultores
Hace poco más de un año, más del 70% de la industria acuícola salmonicultora se comprometió a mejorar significativamente sus impactos ambientales y sociales. Los principales productores mundiales, a través de la Iniciativa Global del Salmón (GSI, por sus siglas en inglés), se comprometieron a lograr la certificación ASC en 2020. En la actualidad, existen 18 centros miembros del GSI certificados por el ASC.
Ahora, más de la mitad del pescado que se consume a nivel mundial proviene de operaciones de acuicultura y se pronostica que esta cifra aumentará, a medida que la población crece y se intensifica la presión sobre la pesca de captura salvaje.
En ese sentido, el Chief Executive Officer (CEO) de ASC, Chris Ninnes, comentó que se espera que la producción acuícola siga creciendo por encima del 4% anual hasta 2022, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). «Este rápido aumento podría traer problemas, dado que cuanto más rápido crezca la industria acuícola, mayor será su posible impacto en las comunidades locales y el medio ambiente. Ahora es el momento de hacer frente a esto», enfatizó Chris Ninnes.
Para cerrar sus declaraciones, puntualizó que la acuicultura puede satisfacer la creciente demanda de productos acuícolas-pesqueros y mediante el trabajo de programas como el de ASC, dijo, buscan ayudar a la industria a realizarlo con responsabilidad. «Es fantástico ver a una gran parte de la industria dejar de un lado la competencia para colaborar en las mejoras, a fin de avanzar hacia la sostenibilidad», concluyó el timonel del ASC.