Varias son las exigencias a las cuales tienen que responder los mitilicultores para obtener el Acuerdo de Producción Limpia (APL), el cual permite a distintos establecimientos obtener el sello azul que los certifica como empresas sustentables. Una de esas metas es el manejo de residuos sólidos.
Dentro de este contexto, son varias las metas que los productores se han planteado. Una de ellas es diseñar un plan de manejo de residuos sólidos con el fin de promover su valorización, asegurar que el uso sea adecuado y que el destino final de los recursos sea el más óptimo.
Es así como las empresas deben identificar, clasificar y cuantificar qué tipo de residuos están produciendo, para así obtener un diagnóstico con las medidas para reducirlos, reciclarlos o disponerlos correctamente.
En este trabajo, que se realiza con el apoyo de la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), los establecimientos adheridos al APL se preocupan de llevar estas tareas junto a todas las metas y acciones que contiene el acuerdo, para así sumar puntaje hasta obtener el 100% que permite obtener el sello azul de certificación sustentable.
Sobre este punto Rommy Henríquez, de Blue Shell S.A, señaló que el APL fue un gran impulso para asumir el compromiso de cero residuos a vertederos. “Nos ayudó a tomar definitivamente la decisión y con eso empezamos a trabajar con alternativas, a saber dónde llevarlos y reconvertirlos en otros productos”, indicó.
“Nosotros hemos ido trabajando de forma paulatina, reduciendo el volumen de basura que generamos y maximizando su valorización. Es así como todos los residuos que salen del proceso productivo van a reconversión y no a vertederos; les damos otro valor para que sean usados como productos alimenticios, sustratos para suelo, entre otros”, agregó.
Este tipo de iniciativas son las que permiten ir mejorando en esta meta, pues son las empresas las que buscan nuevos valores a residuos que antes iban a parar a la basura.
En esa misma línea, Ivan Paredes, de la planta de proceso Manuelita, comentó que “desde el año pasado, nosotros instalamos una línea de trituración y separación de sólidos líquidos, para así tratar de disminuir el volumen de desechos que enviamos a los vertederos y también los líquidos percolados que se generan en estas tolvas”. Añadió que “en cuanto a volumen redujimos cerca de un 40% de desechos”.
Todas estas acciones han sido implementadas de forma paulatina, pero coincide en que es gracias al APL que existe mayor compromiso. “El APL ha hecho que mejoremos mucho, pues ahora identificamos los desechos, hay mayor control de lo que se genera a diario y mucha más conciencia”, destacó Ivan Paredes.
Por su parte, Lorena Mancilla, de Sudmaris Chile S.A, comentó que “lo que hizo el APL fue reafirmar lo que veníamos haciendo en la industria, que es tener una adecuada disposición final de nuestros residuos sólidos y a dar valor a empresas como de reciclaje”.
Y agregó que “ayudó a ordenarse, porque definimos indicadores de sustentabilidad, informes en los que se nos exigen, cifras, además de controlar a donde van a parar los residuos, estos registros nos han ayudaron mucho”.
Finalmente, Yohana González, gerente general de AmiChile, reconoce la eficacia con que las empresas han manejado sus residuos, señalando que “el compromiso que tiene cada establecimiento ayuda en este proceso y es realmente reconfortante ver como se generan grandes avances en esta materia”.
