(El Mercurio) Las crisis que ha enfrentado la industria salmonicultora local a lo largo de su existencia se han traducido necesariamente en ajustes del mercado. El complejo escenario de bajos precios y altos costos que exhibieron las compañías acuícolas chilenas el año pasado -situación que Marine Harvest, la mayor salmonicultora del mundo, catalogó como la «tormenta perfecta»- se perfiló como la peor crisis que ha vivido esta industria desde la proliferación del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISAv), que comenzó en 2007 y tuvo efectos relevantes en materia de producción y empleo.
Antes del efecto del ISAv, Marine Harvest Chile explicaba más de un cuarto (27%) de la producción total del grupo salmonicultor de origen noruego, con 90.557 toneladas. Pero en 2015 procesó 62.482 toneladas, con lo que ahora solo el 15% del negocio de la firma se origina en Chile. Con ello, en casi una década, la firma disminuyó en más de 30% la producción de su filial chilena.
Por el contrario, en Canadá, Marine Harvest aumentó su producción desde 26.697 toneladas en 2014 a las más de 40.000 que produjo el año pasado. Esto, en un contexto en el cual este país aumentó en 30% la producción de salmón, lo que complicó a Chile e hizo que, por un exceso de oferta, bajaran los precios en Estados Unidos, nuestro principal mercado de destino.
El negativo desempeño en términos de resultados del mercado salmonicultor local hace que compañías como Marine Harvest, que tienen operaciones en varios países, estén iniciando planes de reducción en Chile. De hecho, la operación chilena es la única que le genera números rojos. En 2015, mientras que en Noruega la firma ganó US$1,42 por cada kilo de salmón que produjo, en Chile perdió US$1,44. Y en lo que va de este año, sigue la misma tendencia y las mermas se han intensificado más aún. Según resultados preliminares de la compañía del primer trimestre de 2016, Marine Harvest Chile perdió US$1,75 por cada kilo de salmón que produjo.
El año pasado, Marine Harvest manifestaba que para enfrentar la crisis en Chile decidió realizar ajustes: redujo el número de empleados, la producción y que, sin rentabilidad, nuevas inversiones se habían cancelado.
Recientemente, la firma informó que produjo 15.000 toneladas en Chile en el primer semestre y anunció que el 11 de mayo próximo informará una nueva reducción para su proyección de 52.000 toneladas que tenía previstas este año. Además, dará a conocer su plan de reestructuración en el país, que contempla un máximo de hasta 500 despidos.
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