Este jueves 22 de octubre, Aquagestión, en conjunto con Aquaknowledge, realizó en el hotel Solace de Puerto Varas (región de Los Lagos) el seminario “Calidad de Agua y Fisiología de Peces en la Industria Acuícola en Chile”, el que tuvo entre sus objetivos analizar los mecanismos de toxicidad de metales y otros factores en pisciculturas, lo que, según diversos análisis, serían más complejos que lo descrito hasta el momento.
El seminario fue dictado por el director de Aquaknowdledge, Carlos Pessot, quien repasó toda la investigación que ha realizado su compañía en los últimos cinco años –y que se ha plasmado en diversas publicaciones científicas– que busca entregar una nueva visión, y más actualizada, de los factores involucrados en pérdidas productivas atribuidas a la calidad de agua en la salmonicultura local.
Según lo expuesto por el ejecutivo, los primeros enfoques en torno a la calidad del agua “no necesariamente se referían o consideraban aspectos propios de nuestras aguas, que no son iguales a las de otros lugares, y que hacen que se generen problemáticas distintas. No obstante, a esta altura, ya se ha generado bastante información que nos permite tener un enfoque propio y poder visualizar los problemas existentes, con sus orígenes y desafíos”.
Para comenzar, el ejecutivo se refirió a los parámetros que tienen impacto en la calidad del agua de afluente que entra a la piscicultura, proveniente tanto de fuentes subterráneas, como superficiales. Aquí, el experto explicó los alcances de la turbidez, concepto que corresponde a un índice de contenido de partículas, cuyo efecto puede ser negativo o positivo dependiendo del origen de aquellas. “Se utiliza como criterio un valor máximo de turbidez de 25 FNU (Formazin Turbidity Unit). No debe ser una variable relevante en un sistema de acopio si es menor a 25 FNU o NTU”, expuso el experto.
De igual forma, se realizó un análisis comparativo de los factores que intervienen en la calidad del agua de las pisciculturas de flujo abierto y recirculación, así como una interrelación entre las condiciones hidráulicas y la mortalidad por efectos tóxicos de elementos (metales) y compuestos acumulados y generados en los sistemas productivos en tierra. En este último aspecto, se analizó el uso de agua de mar y los riesgos asociados a factores hidráulicos.
En el workshop también se abordaron nuevas miradas respecto de los mecanismos de toxicidad. Se explicó que los límites tóxicos de los metales son muy variables y que los índices utilizados para establecer efectos adversos se refieren exclusivamente a niveles que afectan por vía branquial. Sin embargo, “lo anterior restringe no sólo los niveles calculados como tóxicos sino que también la forma química del metal capaz de ejercer dicho efecto tóxico”. Es así como “los nuevos hallazgos demuestran que la branquia no es el único sitio blanco en los peces, sino que el efecto sobre sobre otros sitios blancos se relacionan con la química del metal y puede ser una causa importante de mortalidad en pisciculturas de recirculación”, de acuerdo con Carlos Pessot.
Considerando lo anterior, el representante de Aquaknowdledge recomendó, por ejemplo, realizar un replanteamiento del mecanismo por el cual el aluminio y en algún grado otros metales pueden afectar a los peces. De igual forma, entregó opciones para corregir los problemas derivados de la presencia de metales, a través, por ejemplo, de la aplicación de tecnologías (silicato, dolomita) o cambios operativos (identificación de desvíos hidráulicos y causas).