VeHiCe: Estudian la enfermedad de la burbuja de gas

Abr 15, 2020

Los peces pueden morir por esta patología sin ningún signo clínico manifiesto.

La enfermedad de la burbuja de gas (Gas Bubble Disease) o embolia gaseosa es el equivalente al síndrome de descompresión en los buceadores. Es el resultado del gas que escapa de la solución en el flujo sanguíneo y, de este modo, conduce a la formación de émbolos, especialmente en pequeños vasos sanguíneos, incluyendo el rete. Por lo tanto, las lesiones son comunes en branquias y la glándula coroide del ojo.

En el blog Fish Pathology, Hugh Ferguson, quien es director internacional de VeHiCe, y Carlos Sandoval, gerente técnico de la misma entidad, explican que en agua sobresaturada, el pez se equilibra con esa sobresaturación de gas, al igual que los buzos se equilibran con gases a altas presiones.

«No se sabe con precisión qué provoca que el gas salga de la solución en el flujo sanguíneo, pero la disminución de la presión sanguínea observada a medida que la sangre pasa por los pequeños vasos sanguíneos es una opción probable. Además de bloquear el flujo sanguíneo, las burbujas de gas pueden causar necrosis por presión del endotelio vascular y subsecuentemente trombosis. Esto es comúnmente visto en branquia», detallan Ferguson y Sandoval.

Las situaciones que conducen a sobresaturación, y por lo tanto donde es posible la presencia de la enfermedad de la burbuja, incluyen aquellas en que el agua aumenta rápidamente de temperatura y/o hay una reducción repentina de la presión. Ambos parámetros conspiran para reducir la solubilidad del gas en el agua. «La analogía a veces se grafica como una botella de champagne (espumante) que se calienta y el corcho revienta. Las burbujas de gas rápidamente aparecen. Agitar o sacudir el agua (o champagne) puede ayudar a expulsar el gas sobresaturado», precisan los investigadores de VeHiCe.

En acuarios y en criaderos, la enfermedad de la burbuja puede ser causada por fugas en los colectores de las bombas o sistemas de válvulas, donde el aire es “succionado” y forzado a entrar en la solución (el llamado principio de Venturi). Alternativamente, se puede ver en peces transportados por aire como consecuencia de los cambios de altitud (y, por lo tanto, de presión). En la naturaleza, se ha culpado a los blooms de algas que generan altos niveles de oxígeno producto de la fotosíntesis, especialmente en aguas estancadas.

«Los peces pueden morir por la enfermedad de la burbuja sin ningún signo clínico manifiesto, y el diagnóstico puede ser difícil; a pesar de una historia detallada, la sobresaturación puede ser un evento fugaz y no estar presente cuando se recolectan muestras. A veces, poner el pez a contraluz (utilizando una luz fuerte) ayuda a identificar las burbujas de gas, aunque esto puede ser difícil de observar incluso en histopatología. La tasa de mortalidad puede variar según edad y especie involucrada», puntualizan Ferguson y Sandoval, añadiendo que alevines de saco con la enfermedad de la burbuja a menudo son forzados a estar en la superficie del agua debido al aumento de la flotabilidad. Las burbujas de gas se pueden formar entre el vitelo y la membrana peri vitelina, como también en la cavidad abdominal, aletas y cráneo. Dependiendo de la localización de la(s) burbuja(s), los alevines afectados pueden estar con la cabeza arriba, cola arriba o el estómago hacia arriba en la superficie del agua.

En juveniles y adultos, en tanto, es común que peces que cursan con el cuadro agudo de la enfermedad de la burbuja mueran sin mostrar lesiones visibles. Cambios clínicos de comportamiento en peces afectados incluyen reducción brusca de la alimentación, letargia, pérdida del equilibrio y flotabilidad, natación errática, en espiral, con periodos de inactividad y convulsiones espasmódicas.

«La exoftalmia uni o bilateral es un signo clásico del cuadro crónico de la enfermedad de la burbuja en adultos y juveniles, pero no está siempre presente. Cuando existe presencia de exoftalmia, las burbujas de gas pueden ser vistas en todas las cámaras del ojo y la esclera. El resultado final del daño causado por la expansión de las burbujas de gas dentro del ojo es a menudo la ceguera y finalmente ptisis», explican. Y ahondan: «Una característica interesante que se observa con frecuencia en el salmón Chinook es la presencia de burbujas de gas dentro de los vasos sanguíneos y tejidos blando de la cavidad oral, generalmente en el techo de la boca. Esto puede causar que los peces ‘tosan’ y aumente la frecuencia opercular».

Presione aquí para acceder a la investigación completa.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

[latest_journal_single_iframe]