Con una cifra de 5.411 buzos registrados en las regiones de Los Lagos y Aysén, la seguridad en el desarrollo de esta actividad es clave para reducir las posibilidades de siniestralidad y aparición de enfermedades asociadas.
Esta fue una de las principales conclusiones del seminario «Normativa y riesgos asociados al buceo profesional» desarrollado por la Gobernación Marítima de Puerto Montt e integrantes público-privados del Comité Regional de Educación y Difusión de Seguridad en Actividades Marítimas (Coredsamar), en el Salón Auditorio de AIEP.
De acuerdo con estadísticas de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile (Directemar), entidad que en Chile vela por el desarrollo de la actividad de buceo a través de las gobernaciones marítimas, capitanías de puerto y alcaldías de mar, a octubre de este año más de la mitad de los accidentes registrados por buzos (22 de 40) han ocurrido en las regiones de Los Lagos y Aysén.
El gobernador marítimo de Puerto Montt, capitán de navío LT Carlos Fredes, enfatizó que quienes desarrollan la actividad de buzo, «deben realizarlo con seguridad, porque refleja un compromiso de velar por su propia vida».
En tanto, el capitán de navío LT (R) Alejandro Ross detalló que los principales problemas de seguridad en el buceo tienen que ver con «el incumplimiento de las normas de descompresión, las velocidades de ascenso excesivamente rápidas, el sobreesfuerzo y la falta de planificación».
Agregó que los problemas que más se observan en la zona dicen relación con «el bajo nivel de escolaridad de los buzos, la escasez de recursos bentónicos que llevan a bucear a mayores profundidades, operar a lo largo de toda la costa y el ejercer la actividad de forma independiente sin cotizar en salud».
Para cerrar, el gerente general de la OTEC Vargas&Labrín, Sergio Vargas, llamó la atención sobre el «importante rol que debe cumplir el supervisor de buceo, persona clave para reducir la accidentabilidad».