Tras dejar atrás el nombre Marine Harvest a fines de 2018, la salmonicultora Mowi Chile reunió a sus distintos equipos de trabajo para rayar la cancha de lo que será este 2019.
En la ocasión, el gerente de la compañía, Fernando Villarroel, realizó un análisis de los resultados obtenidos a la fecha. En esta línea, destacó los logros que se han comenzado a ver durante el presente año y, según dijo, se deben a «los esfuerzos mancomunados de todas las áreas y un trabajo estructurado que lleva algún tiempo. Hay logros que no podemos dejar de valorar, como el hecho que logramos reducir en un 50% el consumo de antibióticos respecto al año anterior, con casi 35% de nuestra cosecha sin uso de antibacterianos, lo cual para producción de salmón Atlántico (Salmo salar) en las regiones de Los Lagos y de Aysén es un tremendo logro. Durante el 2018 se certificaron dos centros sin uso de antibióticos, ‘Pulelo’ y ‘Yaotal’, además del centro ‘Hueldén’ con ocho de sus jaulas certificadas, tres centros lograron certificación ASC (Aquaculture Stewardship Council) y la gran mayoría certificados BAP (Best Aquaculture Practices)», detalló.
De igual manera, Villarroel señaló que tuvieron «excelentes resultados biológicos» en mar y gestión de costos. «En el plan de reducción de costos, bajamos US$5,8 millones solamente en optimización de procesos y gestión de compra. Continuaremos trabajando para lograr una producción más eficiente y sustentable. En materia de accidentabilidad laboral, se observó una fuerte reducción de incidentes, pero todos los accidentes se pudieron evitar, por lo que debemos seguir trabando duro para lograr nuestra meta de cero accidentes», enfatizó.
Entre los desafíos que enfrenta la empresa, el timonel ejecutivo de Mowi Chile proyecta «transformarse en una de las mejores unidades de negocio del grupo (MOWI) en términos productivos y de costos, y líder entre las salmonicultoras del país».
Para el 2019, también pronostican concluir la construcción y puesta en marcha de la piscicultura «Fiordo Aysén», así como la difusión del nuevo nombre, Mowi. «Tenemos nuevos aires, nuevo nombre, pero la misma pasión por la empresa y por lo que producimos, manteniéndonos fieles a nuestro valor fundamental, que es la preocupación que tenemos por nuestra gente, nuestros peces, nuestros clientes y el medio ambiente en que operamos. No podemos olvidar que debemos mantener el foco en la producción, que los peces son nuestro negocio y que un trabajo bien ejecutado en todo sentido nos permite ganar y sostener la confianza de nuestros clientes y de la comunidad», cerró Villarroel.