Recientemente se conoció un informe del Nordea donde se sostenía que la producción mundial de salmón caería en un 6,4% a 2,15 millones de toneladas en 2016 y preveía una ligera recuperación en 2017, hasta las 2,20 millones; mientras que en 2018 anotaría 2,26 millones.
Con ello, aumentaba sus estimaciones de precios del salmón de cultivo para este y el próximo año, luego que analizara que la producción mundial no volvería a pasar el nivel del 2015 recién hasta en 2019.
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Sin embargo, una nueva normativa en Noruega, denominada Máximo de Biomasa Permitida (MAB, por sus siglas en inglés), que permitirá a los salmonicultores dejar a los peces en el agua durante los meses de verano (boreal), se traduciría en un crecimiento en términos de volumen de entre un 3 y 5%, de acuerdo con lo pronosticado por el mismo Nordea.
Así, la industria del salmón noruego podría registrar un adicional de 50.000 toneladas a partir de 2017, con lo que la producción mundial se incrementaría en un 2,2%, mientras que la oferta global el próximo año subiría a entre un 2 y un 4,3%, o 2,25 millones de toneladas extras, en lugar de las 2,20 millones estimadas previamente.
Para un analista consultado por Undercurrent, que pidió resguardar su nombre, sería una «sorpresa» que el Gobierno noruego permita un aumento productivo mayor a 5%.
Mientras que el director del Nordea para la industria de productos del mar, Kolbjorn Giskeodegard, dijo al mismo medio de prensa que ese incremento repercutiría en una caída en los precios.
Por lo tanto, con los volúmenes adicionales y a la vez menores costos de producción, ya que los salmonicultores podrán desarrollar actividades durante un mejor período de cultivo, se buscaría un equilibrio con la caída de los precios, es decir, por ahora no se verían mayores impactos en las empresas en términos de precios.
Eso sí, junto con sostener que la mayoría de las compañías aplicarían la medida, Giskeodegard comentó que «la industria quería más flexibilidad, pero nos quedamos un poco sorprendidos de ver que esto ocurra ahora».
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También le puede interesar la entrevista realizada por AQUA a Kolbjorn Giskeodegard, donde el ejecutivo del Nordea enfatizaba durante abril que «hay que buscar un sistema más predecible». Presione aquí para acceder a ella.