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Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo celebró su 45 aniversario

Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo celebró su 45 aniversario

El 29 de diciembre se conmemoró el 45° Aniversario del Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo, dependiente de la Dirección de Seguridad y Operaciones Marítimas (DIRSOMAR). Una fecha especial que destaca la innovación y el resguardo de la vida humana en el mar.

El Jefe del Centro Coordinador de Búsqueda y Salvamento Marítimo Chile (MRCC Chile), Capitán de Navío Litoral Cristián Gálvez Vergara, señaló al respecto que “personalmente, ser el jefe de este Servicio, es un gran honor, responsabilidad y un enorme desafío, que día a día gracias a un tremendo equipo de Oficiales, Gente de Mar y Empleados Civiles, hemos enfrentado exitosamente 270 Emergencias Marítimas durante este año 2021 y en este 2022 enfrentaremos con la misma energía y profesionalismo que tuvieron nuestros predecesores desde 1976, en salvaguardar la vida humana en el mar”.

Historia

El Decreto Supremo N° 1.190 del 29 de diciembre de 1976, organiza el Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo, que opera a través del MRCC Chile, organizado en 5 Centros Coordinadores de Búsqueda y Salvamento Marítimo (MRCC) y 11 Subcentros Coordinadores de Búsqueda y Salvamento Marítimo (MRSC).

Además este Servicio cuenta con un área de responsabilidad de Búsqueda y Salvamento Marítimo (SAR), con más de 26 millones de Km2, es decir, 35 veces mayor a la superficie terrestre nacional de 756 mil Km2, por lo que demanda un enorme esfuerzo y profesionalismo para vigilar la quinta Área SAR más extensa del mundo.

El Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo, se fundamenta en normas nacionales como el DFL 292 de 1953 y DS. Nº 1.190, de 1976 y compromisos internacionales tales como el SOLAS y Convenio SAR-79, adscritas por el Estado de Chile, se conforman las bases del funcionamiento de este importante Servicio, el cual ha evolucionado constantemente, tanto en capacidades técnicas como de entrenamiento, orientado al cumplimiento de labores de resguardo de la vida humana en el mar.

Por último, se debe resaltar la misión que lleva a cabo y consiste en establecer la organización nacional de búsqueda y salvamento marítimo, disponiendo y desarrollando medidas de prevención y actividades de planificación que permitan ejecutar con oportunidad y rapidez las operaciones de búsqueda y salvamento en el área SAR, con el propósito de velar por la seguridad de la vida humana y dar cumplimiento a la normativa nacional y convenios nacionales vigentes.

Fotografía: Captura de Video Directemar

Dr. Ruben Avendaño: “Estamos colaborando para desarrollar una vacuna para prevenir la Tenacibaculosis”

Dr. Ruben Avendaño: “Estamos colaborando para desarrollar una vacuna para prevenir la Tenacibaculosis”

Si bien la situación sanitaria de la salmonicultura local ha ido mejorando los últimos años, hay una enfermedad emergente que está preocupando a la industria. Se trata de Tenacibaculosis, infección causada por bacterias oportunistas pertenecientes al género Tenacibaculum y que afecta a las tres especies de cultivo en Chile, pero, especialmente, al salmón Atlántico (Salmo salar).

Debido a la alta prevalencia que está mostrando la patología, en septiembre de este año, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) publicó una resolución donde se redefine Tenacibaculosis, con el fin de mejorar la vigilancia epidemiológica y mejorar la gestión sanitaria en torno a esta enfermedad.

En el documento, Tenacibaculosis quedó redefinida como una “enfermedad infecciosa provocada por T. dicentrarchiT. maritimun u otro Tenacibaculum spp, cuya especie sea identificada por PCR, y con signos externos en piel como erosión de aleta, en zona bucal y rostral asociada a una pigmentación amarilla o, en branquia como úlcera, placas o erosión de tinte amarillo, sin hallazgos de lesiones evidentes de Piscirickettsiosis o Renibacteriosis”.

Quien ha estado estudiando a fondo esta patología es el Dr. Ruben Avendaño-Herrera, investigador principal del Centro Incar y de la Universidad Andrés Bello (UNAB). El especialista ha estado generando importantes conocimientos para comprender cómo se comporta este patógeno y analizar posibles vías de tratamiento.

¿Qué estudios específicos ha estado realizando en el ámbito de Tenacibaculosis el último tiempo?

Dentro del proyecto Fondecyt Regular 1190283 de la ANID, este año 2021 continuamos estudiando la Tenacibaculosis y sus agentes, generando conocimiento muy relevante para Chile, pero también mundial. Concretamente, este año publicamos cuatro estudios en Journal of Fish Diseases una revista científica de prestigio internacional.

El primer estudio confirmó que aislados de T. dicentrarchi recuperados de congrio colorado son virulentos para ejemplares adultos y sanos, confirmando en condiciones de laboratorio los postulados de Koch. Estos resultados son muy relevantes debido al interés del país de diversificar con especies nativas como es el congrio colorado.

Un segundo estudio comparó el genoma de ocho aislados chilenos de Tenacibaculum dicentrarchi, cuatro recuperados de brotes ocurridos en salmón del Atlántico y otros cuatro de congrio colorado, una especie nativa y con cultivo productivo en la actualidad. La comparación entre los ocho genomas nos muestra la existencia de diferencias entre los aislados y, especialmente, en algunos genes asociados a la virulencia de T. dicentrarchi. Esta diferencia podría explicar la existencia de algunos aislados de T. dicentrarchi más virulentos que otros o con mayor potencial de generar patogenia.

También en un trabajo colaborativo con el equipo de investigación de Farmacología en Aquacultura Veterinaria (FAV), describimos por primera vez el aislamiento de Tenacibaculum maritimum en trucha arcoíris cultivada en Chile, lo que extiende la distribución de esta bacteria y hospedero. De hecho, demostramos el potencial patogénico de los aislados chilenos para salmón del Atlántico, generando una mortalidad del 70% de los peces después de once días del desafío de inmersión.

Finalmente, estudiamos la susceptibilidad de 55 aislados de T. dicentrarchi a florfenicol y oxitetraciclina, usando el protocolo recomendado para T. maritimum propuesta en la normativa VET03 y VET04 del Clinical and Laboratory Standard Institute (CLSI). En dicho estudio, proponemos emplear el mismo medio de cultivo que se indica para T. maritimum, pero debido al carácter más sicrófilo de T. dicentrarchi, recomendamos incubar T. dicentrarchi a 18ºC y registrar los resultados de susceptibilidad después de 44-48 horas.

Además, determinamos los valores de corte epidemiológico para los dos antimicrobianos analizados. El valor de corte (cut-off, en inglés) de una población bacteriana representa una división en dos categorías: los aislados completamente susceptibles o silvestres a la droga (wild-type o WT) de aquellos aislados de susceptibilidad reducida o no silvestres (non-wild-type o NWT). Nuestro estudio muestra que estos valores de corte son ≤4 𝜇g/mL y ≤8 𝜇g/mL para florfenicol y oxitetraciclina, respectivamente. Estos datos podrían explicar los fracasos terapéuticos en condiciones de campo y plantean la necesidad de buscar otras alternativas de tratamiento.

Estas investigaciones en relación a Tenacibabulum, ¿qué aportes están representando en términos del conocimiento y manejo de esta enfermedad en la salmonicultura local?

Desde 2016, hemos generado una gran cantidad de conocimiento científico de excelencia y establecido colaboraciones con investigadores tanto internacionales (Francia, España, Noruega y Canadá, entre otros) como nacionales, no solamente en la academia, sino que en la industria y reguladores. Todo lo anterior con la finalidad de generar conocimiento útil que permita controlar y/o prevenir la aparición de Tenacibaculosis. De hecho, nuestros estudios científicos fueron la base del reconocimiento de la Tenacibaculosis como una enfermedad de la Lista 3 por parte de Sernapesca en 2018. Este año 2021, se realizó un comité veterinario para actualizar la ficha de la Tenacibaculosis y la definición de los métodos de diagnósticos para la clasificación de las mortalidades por las especies de Tenacibaculosis presentes en Chile. De hecho, se modificó la clasificación de mortalidades, aunque a mi parecer se pudo avanzar más, como por ejemplo en la realización de un “ring test” organizado por la autoridad que valide los métodos de diagnósticos por PCR y sus variantes. Ello es muy importante considerando que la nueva normativa de clasificación de mortalidad por Tenacibaculosis se debe sustentar en el cuadro clínico y el diagnóstico positivo por PCR.

Nosotros logramos validar junto algunos laboratorios las técnicas que han desarrollado “in house”, siendo una excelente experiencia. También hemos colaborado activamente en la capacitación del personal sanitario y sus equipos de producción en mar de tres empresas productoras de salmones, manteniendo en la actualidad distintas iniciativas para la búsqueda de medidas alternativas al uso de antimicrobianos. Asimismo, estamos colaborando científicamente para desarrollar una vacuna para prevenir la Tenacibaculosis con una empresa nacional.

Finalmente, destacar la producción científica que año a año hemos generado en este grupo bacteriano y que por ser recursos públicos los empleados en la investigación. Creemos que tenemos un compromiso de difundir y abrir a todo el mundo con la finalidad que sean conocidos por todos los actores de la industria.

¿Cuáles son sus proyecciones en torno a Tenacibaculum? ¿Cree que seguirá aumentando su presencia en la salmonicultura nacional? ¿Cree posible aplicar tratamientos efectivos?

Difícil pregunta, pero puedo señalar que, a partir de mediados del 2018, cuando se comenzó a recopilar información de los centros de cultivo hasta la actualidad, pasó un 4% a 34% en la clasificación de mortalidades. También señalar que es una enfermedad que se presenta en las tres especies cultivadas de salmónidos en el país, incluso congrio colorado y en distintas regiones del país. Sin embargo, también es un hecho de la causa que no todas las empresas salmonicultoras evidencian el problema de la Tenacibaculosis. De hecho, en el segundo semestre del 2021 se comenzó a plantear el carácter de oportunista de este grupo de bacterias y una sobreestimación de la Tenacibaculosis. Precisamente, pareciera que esta última situación es el sustento de la exigencia realizada en la nueva normativa de clasificación de mortalidad en que se entenderá como que un ejemplar muere por Tenacibaculosis cuando tiene signos clínicos clásicos de la enfermedad y un PCR positivo a Tenacibaculum, pero negativo a otros patógenos bacterianos, como P. salmonis. Esta situación podría disminuir la asignación hacia la Tenacibaculosis, ya que la prevalencia de P. salmonis en el ambiente acuático es incuestionable, excepto en la región de Magallanes.

Por lo tanto, el porcentaje de mortalidad por Tenacibaculosis puede disminuir, pero hay un punto clave y es que  P. salmonis y T. dicentrarchi son concomitantes y los tratamientos con florfenicol pueden funcionar para Piscirickettsiosis cuando se aplican tempranamente, pero no necesariamente con la Tenacibaculosis. Además, existe una resolución 2021 que limita el uso de la oxitetraciclina.

De esa forma, el uso de antimicrobiano es un buen indicador de la situación sanitaria y debemos ir un poco más allá. Las infecciones en el ambiente acuático no son monoespecíficas y dependen no solo del estatus y calidad de los peces sino también del ambiente (e.g., temperatura del agua de cultivo). Esta visión más holística del problema es compleja de entender cuando existen intereses económicos o productivos, por lo que se requiere que comencemos a trabajar más colaborativamente, ya que en el caso concreto del control de las enfermedades solo tenemos el florfenicol y no sabemos qué ocurrirá cuando deje de ser eficaz.

Fotografías: Dr. Ruben Avendaño-Herrera

PTEC-AO: Avances del programa Corfo para la acuicultura oceánica en Chile

PTEC-AO: Avances del programa Corfo para la acuicultura oceánica en Chile

Los últimos años la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) ha estado impulsando la investigación en torno a la acuicultura oceánica, con el fin de vislumbrar el potencial que pudiera tener este tipo de cultivo en Chile. Dentro de ese marco, en 2019 se dio inicio al Programa de Desarrollo Tecnológico para la Acuicultura Oceánica (PTEC-AO), iniciativa que cuenta con un plazo de cinco años en el cual se realizarán diversas actividades con el fin de avanzar hacia un prototipo operable y evaluable de acuicultura offshore.

En conversaciones con AQUA, el director del Programa de Desarrollo Tecnológico para la Acuicultura Oceánica (PTEC-AO), Gastón Maltrain, contó cómo ha avanzado esta iniciativa y los planes que vienen a futuro. “A través de este programa tecnológico se ha podido desarrollar una nueva alternativa tecnológica viable que permitirá el cultivo de peces, especialmente de salmónidos, en zonas de alta energía o zonas expuestas y también, por qué no, en zonas oceánicas”, mencionó.

Cabe destacar que en este consorcio participan como coejecutores la empresa Granja Marina Tornagaleones (actualmente Marine Farm), junto a Walbusch, Aquarov y AST Network.

¿En qué etapa se encuentra el PTEC-AO y cuáles son los próximos pasos que vienen?

El programa comenzó a operar en 2019. Este tipo de programas tecnológicos posee cinco años de duración con una primera fase de desarrollo, donde los coejecutores hacen los desarrollos tecnológicos propuestos a partir de una etapa de diseño y pilotaje hasta la consecución de un prototipo operativo y evaluable.

Luego de esta primera fase de tres años viene una etapa final de dos años que corresponde al periodo de validación de estos desarrollos, que en el caso de esta iniciativa corresponde a nuevas tecnologías de estructuras de cultivo y nuevas generaciones de ROVs (Remotely Operated Vehicle) autónomos, más la domotización y automatización de las tareas de gestión de cultivo de peces. Luego, estas tecnologías son puestas a funcionar en la gestión real de un centro de cultivo, que es la fase en que se encuentra este programa tecnológico actualmente.

Específicamente, hoy se están probando estas tecnologías en dos centros de validación, los cuales están emplazados en Pirén y Quillaipe (ambos de la empresa salmonicultora Granja Marina Tornagaleones), siempre pensando en la instalación de centros de cultivo en zonas expuestas y de alta energía en términos de olas y corrientes.

¿Cuáles han sido los principales logros obtenidos a la fecha?

Como balance general, se puede decir que, a través de este programa tecnológico, se ha podido desarrollar una nueva alternativa tecnológica viable que a futuro permitirá el cultivo de peces, especialmente salmónidos, en zonas de alta energía o zonas expuestas y también, por qué no, en zonas oceánicas.

En este marco, se ha trabajado bastante en la automatización de las tareas de gestión en un centro de sistematización de la información de la gestión ambiental del centro de cultivo y su interpretación. Esto con el objetivo de conocer en tiempo real los impactos producidos en los ambientes.

Asimismo, ¿cuáles han sido los principales desafíos de esta iniciativa?

El principal desafío que se planteó al inicio de este programa tecnológico era el posibilitar la realización de cultivos de peces en zonas de alta exposición y oceánicas, de modo de dar una alternativa de mejora a la industria acuícola chilena pensando en que los sitios expuestos u oceánicos poseen un mejor desempeño ambiental y minimizan la interacción con otras actividades económicas del borde costero, como el turismo, por ejemplo. Para ello, se inició un proceso de repensar el diseño de las estructuras de cultivo para zonas expuestas y la consecuente gestión de un centro de cultivo operando en un área de estas características. Así, se llegó al nuevo paradigma de estructuras de cultivo que soporten grandes alturas de ola y alta velocidad de corriente.

Ahora bien, en el camino han surgido algunos desafíos, como, por ejemplo, la etapa de mostrar estos desarrollos a los actores de la industria acuícola nacional que, en un primer momento, como era de esperar, se mostraban escépticos ante esta posibilidad. Pero con la gestión y operación de los centros de cultivo de validación de Quillaipe y Pirén esperamos avanzar en la visión de la industria de los beneficios de la gestión de los cultivos en zonas expuestas.

Otro punto interesante de este proyecto ha sido la conversación y trabajo conjunto con la institucionalidad (Subpesca y Sernapesca) para realizar las primeras acciones que permitan a futuro la operación de este tipo de centros de cultivo.

Cuando finalice el proyecto, ¿cuáles serán los pasos a seguir? ¿Esperan transferir los conocimientos adquiridos?

Este programa tecnológico finaliza en agosto de 2023, donde se espera ya tener la evaluación de los resultados biológicos y productivos de los dos centros de validación que están operando. Se espera, además, tener la evaluación del desempeño bioeconómico y ambiental de estos dos centros para evidentemente hacer la comparativa con la gestión y operación de un centro convencional.

A su vez, se espera tener totalmente evaluado el desempeño de las nuevas estructuras de cultivo desarrolladas y de los periféricos de apoyo a la gestión de cultivo (ROVs y domotización del centro).

Una vez finalizado el programa tecnológico, también se contempla realizar una fuerte actividad de promoción, de modo de colocar en el mercado estos desarrollos y también apoyar a la institucionalidad en el trabajo de generar la posibilidad de que el cultivo en zonas expuestas u oceánicas sea una realidad.

Según lo que se ha podido observar en la ejecución de este proyecto, ¿cómo ve la posible implementación de una acuicultura oceánica en Chile? ¿Cuándo cree que podrían comenzar a verse los primeros proyectos concretos en este ámbito?

Este es un tema totalmente institucional, alejado de las capacidades y orientaciones de los socios del programa tecnológico, donde es necesario un trabajo institucional y legislativo largo que permita el cultivo en zonas fuera de las AAA (Áreas Aptas para la Acuicultura), que es donde hoy la ley permite la realización de actividades de cultivo de peces.

No estoy en condición de apostar a alguna fecha para ello, ya que en rigor no existe una agenda oficial respecto al desarrollo de la acuicultura oceánica en Chile. De lo que sí estamos seguros es que técnicamente hoy esa posibilidad está mucho más cercana que hace cinco años atrás.

Por último, ¿cuáles serían los beneficios de implementar una acuicultura oceánica en el país? ¿Cómo se vislumbra el tema de los recursos humanos? ¿Habría suficientes técnicos y profesionales para operar estos sistemas?

Claramente, todo cambio de paradigma trae un desafío en cada una de las temáticas que usted plantea en su pregunta. Es así como, a futuro, habrá que hacer ajustes en la preparación de los profesionales que gestionan centros de cultivo, por ejemplo, incorporando la capacidad de operación de componentes altamente tecnológicos, y de crear la capacidad de la interpretación de los millones de datos que generan los centros de cultivo domotizados, como son datos ambientales, datos productivos y datos de la integridad física de las estructuras de cultivo, entre otros.

Ahora bien, sabemos de la capacidad de adaptación de esta industria. Ya lo hizo en el pasado con la crisis sanitaria del virus ISA, cuando se tomó un enfoque más cercano a la bioseguridad y a la gestión ambiental de la operación de los centros de cultivo, con la consecuente preparación de los integrantes de los equipos de trabajo de los mismos centros. Por ello, no creemos que esto sea un freno a futuro de esta incipiente actividad, como lo es el cultivo de peces en zonas expuestas u oceánicas.

Fotografías: PTEC-AO

 

Concluye tránsito de flota pesquera internacional por el Estrecho de Magallanes

Concluye tránsito de flota pesquera internacional por el Estrecho de Magallanes

Tras casi tres meses culminó el tránsito de la flota pesquera internacional hacia su área de operaciones en el Atlántico sur, en donde 178 naves utilizaron el Estrecho de Magallanes en dirección a su destino.

De esta manera, las naves extranjeras concluyen su proceso de cruce, el cual, hace más de 20 años, se realiza entre los meses de octubre a diciembre, trasladando sus operaciones desde el océano Pacífico al Atlántico, siendo controlados y fiscalizados por la Autoridad Marítima en su trayecto.

Cabe recordar que estas embarcaciones no pueden realizar operaciones de explotación de recursos marinos, vertimiento de elementos contaminantes y, al igual que otras naves, cumplir con el uso de prácticos acreditados en su trayecto por el Estrecho de Magallanes.

Fue así que se coordinó su tránsito en la modalidad de convoyes de entre cuatro a seis naves, procurando la fluidez de navegación y resguardo en caso de condiciones meteorológicas adversas, no registrándose incidentes en el operativo desplegado.

Al igual que otras naves que transitan por el área fueron fiscalizadas por las diferentes Radioestaciones Marítimas, Faros, Alcaldías de Mar, Capitanías de Puerto y unidad de superficie como la LSG-1619 “Punta Arenas” y la Lancha de Policía Marítima 4407, manteniendo la Autoridad Marítima control satelital de su ubicación en todo momento.

Se espera que la flota pesquera internacional realice el cambio de área de operaciones desde el océano Atlántico al Pacífico durante el primer semestre del año 2022, utilizando la ruta del Estrecho de Magallanes y para lo cual, la Autoridad Marítima se mantendrá en constantes operaciones salvaguardando la vida humana en el mar, resguardando la seguridad e intereses territoriales y manteniendo rutas marítimas seguras, para todos los usuarios marítimos, entre ellos las más de 2000 naves de diversos países que anualmente transitan por este importante paso bioceánico.

Fotografía: Directemar

A octubre de 2021: Estas son las cifras de cosechas chilenas de salmónidos

A octubre de 2021: Estas son las cifras de cosechas chilenas de salmónidos

La cosecha total de peces acumulada a octubre de 2021 fue de 764,2 mil t, cifra un 6,2% menor respecto a la registrada en igual período año 2020. El salmón Atlántico representó el 78,6% de la salmonicultura, mientras que la trucha arcoíris y el salmón coho, el 6,1% y 15,3%, respectivamente, según lo reportado en el último Informe Sectorial de Pesca y Acuicultura de la Subpesca.

La cosecha acumulada a octubre de 2021 de salmón Atlántico fue de 600,8 mil t, cifra un 5,9% menor respecto a igual fecha año 2020. El recurso fue cosechado principalmente en las regiones de Aysén y de Los Lagos, con 333,2 mil t y 156,9 mil t, respectivamente. El salmón Atlántico representó el 51,9% del total nacional de cosechas de acuicultura.

Para el recurso trucha arcoíris, la cosecha acumulada a octubre de 2021 fue de 46,5 mil t, lo que es 33,2% menor respecto a igual fecha año 2021. Las principales regiones donde se produjeron las cosechas correspondieron a las regiones Aysén y Los Lagos, con el 22,1 mil t y 11,8 mil t, respectivamente. La trucha arcoiris representó el 4% del total nacional de cosechas de acuicultura.

La cosecha acumulada a octubre de salmón coho fue de 116,9 mil t, cifra un 9,3% mayor respecto a igual fecha del año anterior. El recurso fue cosechado principalmente en la región de Los Lagos, con 77,4 mil t, seguido de Aysén, con 43,0 mil t. El salmón coho representó el 10,1% del total nacional de cosechas de acuicultura.