(Revista Nuestro Mar) Luego de ser apuntados con el dedo por parte de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), organismo que aseguró que empresas vinculadas a la Pymepes estaban empleando parte del 1% la cuota licitada para consumo humano para producir harina de pescado, el gremio no solo desmintió las imputaciones, sino que también prometió querellas. Acciones legales que, sin embargo, no se llevarán a cabo.
Así lo comentó Alfredo Irarrázaval, gerente general de este gremio que agrupa a pequeñas y medianas empresas que procesan recursos pesqueros en las regiones de Coquimbo, el Biobío y Los Lagos. En ese sentido, el ejecutivo afirmó que “no vale la pena sembrar el odio en los pescadores”, ya que finalmente para que ellos puedan producir requieren de la materia prima que estos extraen del mar.
Sin perjuicio de lo anterior, Irarrázaval considera que la acusación de la Conapach le generó un «gran daño» a su gremio y lamentó que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) no haya exculpado públicamente a la Pymepes de una acusación que, a su juicio, «surge del nerviosismo que provoca en las dirigencias artesanales y en la industria el modelo de licitaciones establecido en la Ley de Pesca».