Salmonicultores prevén menores ingresos este año por arremetida noruega en Estados Unidos

Jul 15, 2015

A esto se suma la devaluación de las monedas internacionales, que ya están afectando las exportaciones y el precio del salmón.

(Pulso) Cuando en agosto de 2014 Rusia prohibió las importaciones provenientes de la Unión Europea (UE), entre ellas las de salmón noruego, los productores chilenos vieron una oportunidad de dominar en el mercado que consume el 7% de esta proteína animal en el mundo.

Rusia era el segundo mayor destino del salmón noruego, lo que obligó a estos productores a atacar el mercado más importante para Chile: Estados Unidos. Con precios más competitivos por la depreciación de su moneda, Noruega ha logrado posicionarse como ganador en Norteamérica; mientras, en Chile los productores ya pronostican fuertes bajas en sus ingresos para este año a nivel consolidado por el posicionamiento de sus archirrivales en Estados Unidos.

Entre octubre de 2014 y marzo de 2015, el rublo sufrió una devaluación de cerca del 80%, provocando un fuerte incremento en el precio del salmón en la moneda local. Este fue el primer freno que tuvo Chile para reemplazar a las prohibidas importaciones noruegas, pero los problemas no se terminaron ahí para los salmonicultores.

La entrada de los noruegos a Estados Unidos se vio acompañada de la fuerte caída del petróleo en 2014, principal ingreso para los noruegos, que también provocó una desvalorización de un 35% de la moneda de ese país respecto del dólar americano, mejorando su posición en el mercado estadounidense y la correspondiente baja en el precio del salmón. Según fuentes de la industria, si los noruegos antes vendían el kilo de salmón a US$8 en Estados Unidos, hoy lo venden a US$6. «Hoy día, ellos son muchos más competitivos en tema de precio de lo que eran antes», comenta el gerente general de Blumar Seafoods, Gerardo Balbontín.

Por si fueran pocos los golpes para el precio del salmón chileno, otros mercados que representan una porción importante de las exportaciones como Brasil y Japón, percibieron también una devaluación de su moneda, lo que está disminuyendo el consumo en esos países.

En Japón, las importaciones se tornaron 25% más caras este año, lo que se ha reflejado en una baja en las exportaciones chilenas. Mientras tanto, la producción de Noruega no solo se mantiene estable, sino que continúa subiendo y hoy representa un 60% del volumen de salmón mundial. «Aquí, el principal problema que tenemos como industria es el precio del mercado internacional, y esto tiene que ver con la redistribución de la oferta. Nos hemos visto bastante afectados por el precio porque cuando ocurrió el cierre del mercado ruso para Noruega, se produjo una sobreoferta de salmón que nosotros no teníamos considerado», explica el gerente de Farming de Salmones Magallanes, Óscar Garay. Junto con esto, y al igual que ha ocurrido con otras industrias chilenas, Garay atribuye la predominancia de los noruegos a la gran campaña de imagen país que han realizado con sus salmones.

Entre enero y mayo de este año, las exportaciones de salmón chileno ascendieron a US$1.380 millones, un 23,6% menos que en el mismo periodo del año pasado.

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