Frente a la denuncia efectuada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de la provincia de Llanquihue donde se condena la acción de la empresa salmonicultora Invermar que -de acuerdo con la CUT- despidió a una madre trabajadora amparándose bajo la normativa legal de la solicitud del desafuero ante un tribunal civil de la región de Los Lagos, Paola Sanhueza Brevis, en representación del Sindicato Nacional de Salmones Blumar y del Sindicato Interempresa Salmones Austral y Trusal, dijo «rechazar categóricamente» este tipo de medidas empresariales.
Se trata de la causa rol O-95-2017 en el Primer Juzgado de Letras de Puerto Varas donde se subraya que la joven madre tiene siete meses de embarazo y se desempeñaba en una piscicultura de Invermar ubicada en la localidad de Ensenada.
«Como organizaciones sindicales representantes de trabadores y trabajadoras de la industria salmonicultora, no estamos de acuerdo ni amparamos dichas acciones derivadas de las propias compañías que generan el menoscabo de la madre y el hijo que está por nacer, y es así como también condenamos el mal uso del contrato por obra y faena en las empresas que tienen producción permanente durante el año completo y que no hacen otra cosa que precarizar el empleo en la industria. Es por ello que como organizaciones sindicales hemos trabajado para que en el rubro salmonicultor se termine por excluir este tipo de prácticas y se otorgue estabilidad a los trabajadores que pertenecemos a esta actividad», comenzó diciendo Paola Sanhueza.
Más adelante, argumentó que es necesario aclarar que cuando la CUT denuncia «esta acción pública denominando a la industria en general como que esta es la forma de proceder en todas las salmonicultoras con una conducta normal frente al embarazo de las madres, debemos comentar que esto no es así, ya que nos consta que no todas las empresas ejercen esta acción». A lo que añadió: «Nuestros sindicatos han trabajado durante mucho tiempo en la erradicación de estas malas prácticas, generando acuerdos y compromisos firmados con nuestras respectivas empresas para la eliminación de estas conductas, y estos compromisos constan en la implementación de protocolos de buenas prácticas laborales firmados este año en los meses de julio y agosto, respectivamente. Estos protocolos vienen a generar el compromiso de las compañías para con sus propios trabajadores en mejorar no solo condiciones laborales sino también en el respeto por sus colaboradores. Para nosotros, esta es una señal de avance que hemos logrado construir en los años de trabajo conjunto a las empresas que pertenecemos, mejorando también la calidad de vida y respetando derechos fundamentales de la vida en gestación».
Por lo tanto, subrayó la dirigente salmonicultora, la denuncia de la CUT, al generalizar la acción, «no es efectivo, ya que hoy nuestras empresas Salmones Blumar y Salmones Austral no ejercen tal menoscabo con sus trabajadores y de eso somos testigos y fiscalizadores permanente. Hoy la condición de nuestros asociados y representados es de respeto, con estabilidad laboral, con contratos indefinidos y respeto absoluto al cuidado de madres trabajadoras con derecho a fuero maternal, otorgándole los cuidados necesarios para su condición de embarazo», aseguró Paola Sanhueza, quien concluyó que no por ello «dejamos de condenar la acción de Invermar, y hacemos el llamado a avanzar en establecer y generar políticas desde dentro de la propia industria para mejorar condiciones sociales y laborales en base al diálogo, compromiso y respeto con sus propios trabajadores».
En tanto, en la CUT, a través de la vicepresidencia internacional, están recurriendo al comité asesor sindical TUAC con la finalidad de abrir un proceso que se conoce como «debida diligencia», que implicaría la revisión de la producción del salmón chileno en toda su cadena de suministro, bajo las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).