Puerto Varas: Científicos chilenos y europeos analizan desafíos en torno al cultivo de macroalgas

Sep 26, 2017

El objetivo del encuentro es efectuar un análisis muy técnico acerca de cuáles son las principales restricciones para el cultivo de algas, desde el punto de vista de la producción, manejo genético y agregación de valor.

Este lunes 25 de septiembre comenzó, en el hotel Enjoy de Puerto Varas (región de Los Lagos), el Taller Internacional sobre “Cultivo, mejoramiento y domesticación de macroalgas. La experiencia en Chile y Francia”, organizado por el Centro I-mar de la Universidad de Los Lagos (ULA) y el Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBIB) de la Universidad de Chile.

Según lo explicado, el objetivo del encuentro es efectuar un análisis muy técnico acerca de cuáles son las principales restricciones para el cultivo de algas, desde el punto de vista de la producción, manejo genético y agregación de valor.

Para ello, el taller –que se extiende hasta este martes 26 de septiembre– cuenta con la participación de científicos de la ULA, la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), la Universidad Austral de Chile, la Universidad Católica del Norte y la Universidad de La Frontera, así como con la presencia de varios expertos extranjeros. Entre estos últimos se cuenta la Dra. Myriam Valero, el Dr. Christophe Destombe, el Dr. Mark Cock, el Dr. Komlan Avia y el Dr. Phillipe Potin, todos de UPMC, Estación Biológica de Roscoff, Francia. También participó en la sesión de este lunes el Dr. Pedro Murúa, de la Universidad de Aberdeen, Reino Unido.

El miércoles 27 de septiembre se espera que un grupo más reducido de investigadores y académicos profundicen en aquellos aspectos más importantes de resolver para avanzar en la producción de macroalgas. El jueves, en tanto, está contemplada una visita técnica a un centro de cultivo de Gracilaria chilensis y, finalmente, se espera poder emitir un documento que resuma las principales conclusiones de este encuentro entre chilenos y europeos.

Agregar valor

Uno de los gestores de la iniciativa, el investigador del Centro I-Mar de la ULA y de CeBIB, Alejandro Buschmann, comentó a AQUA que Chile va en la dirección correcta en términos de fomentar el repoblamiento y cultivo de algas, sobre todo con la ley que comenzó a operar el año pasado y que ya está comenzando a beneficiar a algunos actores. Sin embargo, destacó que es necesario avanzar en un punto de enorme trascendencia, que es generar mercado para las algas que se produzcan en el país.

“Necesitamos valorizar las algas. Hoy se paga $50 a los pescadores por el producto húmedo, quizá un poco más cuando está seco, y seguimos exportando mayoritariamente algas secas como commoditie. Tenemos una industria de agar, alginatos y carragenanos, pero siguen siendo productos de bajo valor agregado. De ese modo, tenemos que avanzar. En Europa, se ha hecho mucho trabajo de innovación con una inversión sustantiva en el tema, pero en Chile esto no ha pasado”, expuso.

De acuerdo con el académico, el llamado es tanto al Estado como al sector privado para que aporten en el sentido de dar mayor valor al producto algal. “Las empresas tienen también la responsabilidad de buscar nuevas alternativas y mejores mercados, con el fin de darle un mejor uso a nuestras algas y mejorar el impacto económico social de la actividad. Creo que estos son los principales retos que tenemos”, precisó.

El académico de la PUC, Dr. Sylvain Faugeron, coincidió con que la nueva ley de fomento al repoblamiento y cultivo de algas en Chile debe considerarse como paso positivo, pero –destacó– hay algunas precauciones que se deben tomar.

“Tenemos una costa muy larga y sabemos que las condiciones en el norte, centro y sur no son las mismas. Por ello, empezar a transportar pelillo, por ejemplo, de sur a norte o viceversa será un problema, porque se estará introduciendo en un ambiente que no es favorable organismos que crecieron en otro ambiente y eso va a generar un impacto negativo en la producción”, explicó. Acotó que esto puede llevar a una mayor exposición a patógenos.

Para el experto, y con el fin de dar paso a cultivos exitosos, es primordial estudiar bien qué se va a producir y dónde. “Hay que hacer un trabajo de selección para mejorar la productividad local”, dijo. En ese sentido, comentó que en su laboratorio cuentan actualmente con alrededor de 400 cepas de pelillo, provenientes desde Perú al sur de Chile, las cuales podrían ser útiles para probarlas en diferentes ambientes y ver cuáles crecen mejor en distintas ubicaciones geográficas.

“Tenemos cepas resistentes y sensibles. La idea es ponerlas a disposición de la comunidad para que la gente pueda probarlas en sus sistemas”, afirmó.

El académico enfatizó la necesidad de que el fomento que está otorgando el Estado a los actores que participan en la industria de algas, través de la ley de repoblamiento, vaya acompañado de conocimiento científico. “Es importante que los científicos sean parte de la implementación de estrategias, que opinen sobre qué especies conviene cultivar y asesoren a las empresas”, manifestó.

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