Cuatro pingüinos de Humboldt, un lobo marino de dos pelos y una tortuga olivácea, vararon heridos en las costas de 
la Región del Biobío en las últimas semanas. Todos fueron rescatados por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y posteriormente atendidos y rehabilitados en la clínica veterinaria de la Universidad San Sebastián (USS).
Se trata de exóticos varamientos de fauna que se han registrado en las playas de Llico, Arauco, Coronel y Talcahuano.
Para Astrid Guerra, encargada del Programa de Gestión Ambiental del Sernapesca, la llegada de estos ejemplares heridos no es tan extraña, pues es época migratoria. «Durante el año 2015 registramos 37 varamientos de diversa fauna marina. Lo más común son los pingüinos y lobos, en especial en verano porque esta es zona migratoria. La tortuga nos sorprendió más porque las oliváceas son de aguas más calidad y están en riesgo de extinción, se trata además de una hembra así que tomamos todos los resguardos para preservarla», explicó la funcionaria pública.
El médico veterinario de la USS, Miguel Mancilla, estuvo a cargo de la recuperación de estos particulares pacientes. «Los pingüinos son juveniles, llegaron muy desnutridos y con laceraciones en sus aletas y uno con una herida en su abdomen. El lobo de pelo fino arribó con graves lesiones oculares, logramos recuperar bien su ojo derecho pero aún falta que mejore su ojo izquierdo. La tortuga llegó con lesiones en sus aletas, pero ya fue recuperada y se irá pesando 39 kilos», detalló el especialista.
El Sernapesca realizó las coordinaciones pertinentes para que estas especies pudieran trasladarse al BuinMarino en la Región metropolitana, a la espera de ser liberados y reinsertados en su hábitat. En el caso de la tortuga, esta viajó directo a Antofagasta, allí la recibiría otro equipo del Sernapesca para reinsertarla en aguas más cálidas.
«Lamentablemente tenemos el centro de atención ambulatoria de fauna, ubicada en Tumbes, cerrada por problemas 
internos del Codeff (Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora). Nosotros esperamos que las gestiones que pudiese realizar la Municipalidad de Talcahuano den frutos cuanto antes, pues así, estos animalitos podrían recuperar bien acá y luego ser liberados», subrayó Astrid Guerra.
La profesional del Sernapesca se refiere al centro construido por la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), luego del derrame de petróleo ocurrido en 2007. «Fue una medida de mitigación que instruyó la fiscal Ana María Aldana, para que la región contara con un centro de atención a fauna, y ese centro está hoy cerrado y abandonado. Sería ideal para nosotros que se habilitara cuanto antes, porque la universidad (San Sebastián) cierra por vacaciones y en febrero se nos complican los operativos de rescate», concluyó la encargada del Programa de Gestión Ambiental del Sernapesca.