Molestos se encuentran los pescadores artesanales de la Región de Los Lagos por el reciente anuncio de cierre de áreas por presencia de marea roja en los sectores de Calbuco y Ancud, y acusan que aún no se toman medidas para evitar la propagación de las microalgas que contienen toxinas paralizantes y diarreicas que pueden causar la muerte de personas y animales que las consumen.
En el mes de marzo, según lo informado por la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), se logró un acuerdo para modificar el Programa de Vigilancia de Alexandrium catenella, con el objeto de implementar monitoreo del agua a bordo en los barcos (y no de estaciones de muestreo en el mar como ocurre en la actualidad) desde el lugar de origen, así como la obligación de descargar directamente a planta cuando los resultados de las muestras den positivo, prohibiéndose en estos casos el uso de centros de acopio en el mar.
Sin embargo, «mientras las autoridades de Salud se ven obligadas a cerrar las áreas de extracción de los artesanales por la presencia de marea roja y ejercer controles a la actividad artesanal, nada se dice respecto de poner límites a la contaminación de los barcos de las salmonicultoras que trasladan aguas contaminadas desde la Región de Aysén», argumentaron desde el mencionado gremio.
«La actividad bentónica involucra 31.000 recolectores de orilla y buzos y alrededor de 1.200 naves inscritas en el Registro Pesquero Artesanal, labores que se ven paralizadas por la marea roja, con el consiguiente perjuicio económico. No obstante, el programa aún sigue siendo de vigilancia y monitoreo y no de control de estas floraciones. Esto es lo que se busca resolver con el nuevo Programa de Control de la Alexandrium catenella que esperamos el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) apruebe antes de que termine el mes de abril», enfatizó la presidenta de la Conapach, Zoila Bustamante.