«Hoy no alcanza con entregar empleo y buenos sueldos. La industria se desarrolla en zonas con niveles de pobreza multidimensional superiores al promedio regional y al país, es decir, los trabajadores y comunidad tienen un bajo acceso a servicios básicos como salud, vivienda o educación, lo que provoca tensión producto de la percepción de que las expectativas no han sido satisfechas, las cuales estaban centradas en el beneficio que otorgaría la industria», dice Carlos Odebret, ex gerente general de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile) y quien actualmente, junto con la ex gerente de Asuntos Corporativos de Marine Harvest Chile, Berta Contreras, dirige la compañía Conecta SpA.
A pesar de que lo anterior es un diagnóstico relativamente compartido, y que incluso ha llevado a la mayoría de las salmonicultoras a incluir conceptos como sustentabilidad y/o comunidad dentro de su visión y misión empresarial, «todos están de acuerdo en la importancia del tema y salvo algunas excepciones, las empresas no han podido atender estos requerimientos de la debida forma por falta de una estructura organizacional dedicada a la temática, con objetivos concretos y con enfoque de valor, la que a su vez esté integrada en la planificación del negocio; lo que resulta como una necesidad, pues el foco está en recobrar niveles de competitividad aceptables en el corto plazo», reconoce Berta Contreras.
Y es que obtener una licencia social para operar no es menor. Actualmente, se ha podido apreciar que tanto autoridades como legisladores están exigiendo a la industria del salmón mejorar su relacionamiento con las comunidades antes de avanzar en nuevas normativas. «Entonces, y aunque sea injusto, los costos operacionales por ineficiencias regulatorias o de relacionamiento en la salmonicultura no se han podido disminuir debido a la falta de licencia social. Precisamente, nosotros ayudamos a las compañías en aspectos como la coordinación para que las acciones de relacionamiento maximizen sus efectos a partir del vínculo con otras compañías, organizaciones de la sociedad civil o proyectos del Estado que disminuyan la brecha social, especialmente en los aspectos que impactan en la competitividad en el corto plazo y largo plazo», puntualiza Odebret.
Berta Contreras agrega que «cuando una concesión requiere modificarse, crecer o decrecer, necesita pasar por determinados procedimientos técnicos y validaciones por parte de las comunidades, quienes finalmente pueden pronunciarse a favor o en contra del proyecto. Es aquí donde observamos la necesidad de las compañías para que obtengan sustentabilidad operacional».
Desde sus oficinas en Puerto Montt (región de Los Lagos), Conecta SpA también entrega a la salmonicultura nacional servicios relacionados con asesorías en la implementación de certificaciones, estudios específicos sobre entorno e industria, «dada la experiencia que tenemos en este ámbito, donde vemos desde dentro pero con los sentidos puestos en el entorno y, con ello, podemos tener una mirada distinta de los procedimientos que permiten resolver las dificultades de forma más rápida y eficiente», finaliza Berta Contreras.
Los interesados en conocer mayores detalles pueden contactar a Berta Contreras o Carlos Odebret en los E-mails berta.contreras@conectaspa.cl o carlos.odebret@conectaspa.cl, respectivamente.