Desde su conformación el día 4 de junio de este año, la Coordinadora Nacional de Trabajadores del Salmón y Ramas Afines, que reúne a confederaciones, federaciones, sindicatos y agrupaciones de trabajadores, ha tenido una activa participación en gestionar iniciativas que buscan dar ayuda a las personas que hoy sufren con la cesantía, cautelar la estabilidad y los Derechos Laborales de quienes aún se desempeñan en la industria y procurar ser activos participantes de las nuevas regulaciones que debe tener la salmonicultura para que esta sea sustentable y respetuosa del medio en que se desenvuelve.
Con esas palabras, el vocero de la entidad, Alejandro Santibáñez, firmó una declaración pública que a continuación reproducimos íntegramente:
«Hemos acudido a variadas instancias, reuniéndonos con las alcaldías de las respectivas comunas donde contamos con asociados, con el Gobierno Regional de Los Lagos, la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputado y del Senado, Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), OIT y legisladores de nuestra región, a quienes presentamos nuestras inquietudes y nuestra visión en los temas que nos conciernen.
De igual manera volcamos toda nuestra energía en lograr ayuda para los desvinculados de nuestro sector laboral; es por esto que hicimos una petición expresa a los industriales, en cuanto vemos que su responsabilidad no debe terminar con el pago de un finiquito o con la entrega de una carta de recomendación, el vínculo persiste pues las familias de la región necesitan del apoyo de quienes han recibido por años todo en esfuerzo y empeño de los trabajadores en las labores que implica el proceso del salmón.
Gracias a nuestro cometido se han entregado 1.000 canastas familiares, las que fueron gestionadas por esta Coordinadora y aportadas por empresas que son parte de la industria. Estas cajas se repartieron en las comunas de Puerto Montt, Calbuco, Ancud, Chonchi y Quellón, siendo entregadas a los trabajadores cesantes, los que en muchos casos ni siquiera cuentan con recursos para su alimentación y las de sus hijos.
También empujamos la reapertura de la Red Salmón, servicio generado hace años por la industria (durante la crisis del virus ISA) y que esperamos venga en ayuda para la reubicación de trabajadores, generar capacitación en otras áreas productivas, apoyo a la gestión de emprendimiento y asesorías sociales y laborales tanto en Puerto Montt como en otras comunas de la región.
Es nuestra intención aportar en mejorar de la calidad de vida de quienes pertenecen o han pertenecido a la salmonicultura, siempre respetando las posiciones de todos los actores tanto sociales, sindicales, empresariales y gubernamentales, puesto que consideramos que siempre se debe respetar no tan solo las distintas miradas sino que también la honra y los valores de las personas por sobre las miradas que cada uno tiene sobre cómo enfrentar las distintas problemáticas que nos aquejan.
De igual forma debemos hacer presente cuáles son las motivaciones que asisten a esta Coordinadora Nacional de Trabajadores del Salmón y Ramas Afines para hacerse presente y unir a tantos trabajadores desde el Biobío hasta Aysén, las que se hace indispensable comunicar.
En lo laboral:
– Velamos por la estabilidad laboral y la sustentabilidad que debe generar la industria.
– La eliminación de los contratos por obra o faena.
– Eliminar las abismantes diferencias de rentas entre trabajadores, «mismo trabajo misma renta» (trabajadores subcontratados).
– Generación de plataforma social, con la incorporación del sector acuícola y de plantas de cultivos, art.173 de la Ley General de Pesca y Acuicultura.
– Eliminar la práctica del desafuero de mujeres embarazadas.
– Creación de un seguro ante catástrofes naturales y crisis de mercado que incidan en la pérdida de empleos, así como la industria asegura sus productos e instalaciones, este seguro pueda cubrir al trabajador (aparte del Seguro de Cesantía) con un estipendio (dinero similar a la renta) por algunos meses para paliar los gastos propios del trabajador y su familia.
– La revisión del actual sistema de mutualidades con relación al trato y recuperación de los trabajadores en cuanto a las enfermedades profesionales y la calificación de las mismas.
– Gneración de políticas sociales en la industria que signifiquen un nuevo y mejor trato.
En lo regulatorio:
– Aumentar los tiempos de producción, lo que genera mayor resguardo de la empleabilidad. Esto salvaguarda que no existan caídas brusca en la producción (centros de cultivos) y genera un impacto positivo en la cadena productiva y el empleo.
– Definitivamente decimos no a la autorregulación, ya que ha quedado demostrado que no existe tal conciencia en la industria.
– La relocalización de las concesiones en espacios más aptos para producir nos dará la certeza de ser mucho más eficientes en el control de enfermedades y el cuidado del medio.
– Regular las distancias entre centros, previniendo con esto el contagio de enfermedades entre estos (hoy por su cercanía), con lo que se disminuiría de manera drástica el uso de medicamentos y antibióticos.
Es necesario aclarar que como en todo sector productivo siempre existen falencias, las mismas que hemos manifestado y que hoy reiteramos, pero también debemos reconocer que esta industria es necesaria para el desarrollo de nuestra región. Hoy es el sustento de mas de 70.000 trabajadores, la mayoría jefas de hogar que con gran esfuerzo llevan el sustento a sus hogares, trabajo y sacrificio que deseamos sea reconocido por esta industria mejorando en adelante la calidad de trato y condiciones para las y los trabajadores».