Del grupo Errázuriz: Sernapesca incautó la mayor cantidad de harina de pescado de su historia

Sep 26, 2015

Desde las firmas del conglomerado, Salmones de Chile Alimentos y Bahía Coronel, afirmaron que la venta -una de las compradoras habría sido EWOS- estaba en regla, que fue un proceso normal de fiscalización y que entregarán a las autoridades la documentación solicitada.

(El Mercurio) Como «mercado negro de harina de pescado» calificó en una minuta el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) la nueva arista ligada a la investigación que se conoció en agosto pasado, cuando dicha entidad indagaba eventuales irregularidades (pesca ilegal) en dos plantas procesadoras de recursos del mar en la Región del Biobío. Estas presentaron anomalías en sistemas de pesajes.

En ese entonces, el Sernapesca detectó que el procedimiento de medición de los desembarques efectuados en plantas de las empresas Lota Protein -de capitales noruegos y daneses- y Bahía Coronel -vinculada a Francisco Javier Errázuriz- podría estar intervenido, lo cual haría posible el «subreporte». Esto es, declarar menos pesca que la realmente descargada.

Este viernes 25 de septiembre, el Sernapesca informó que detectó 5.602 toneladas de harina de pescado no declaradas, distribuidas en tres bodegas de Salmones de Chile Alimentos S.A. -no registrada en Sernapesca-, compañía ligada al grupo Errázuriz. La entidad afirmó que se trata del hallazgo más grande en la historia del Servicio.

El Sernapesca añadió que en las bodegas de Salmones de Chile Alimentos, en las comunas de Coronel y Cabrero, se detectaron las 5.602 toneladas sin acreditación de origen legal. La harina incautada exhibía etiquetas de elaboración de la pesquera Bahía Coronel, firma que es parte de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes).

El valor estimado del producto incautado alcanza a unos $7.800 millones (US$11 millones). El Sernapesca informó que se cursaron las citaciones al tribunal tanto a Salmones de Chile Alimentos como a Bahía Coronel por la no acreditación de origen legal y entrega no fidedigna de información estadística pesquera, respectivamente. «Lo anterior, sin perjuicio de otras acciones legales que pudieran iniciar otras entidades fiscalizadoras vinculadas al sector pesquero», añadió.

El Servicio de Impuestos Internos (SII) podría intervenir ante posible evasión de tributos.

Desde las compañías del grupo Errázuriz afirmaron que estaba todo en regla, que se trataba de un proceso normal de fiscalización y que entregarán a las autoridades la documentación original -no fotocopias- solicitada respecto de este caso.

Sobre el destino que tenía la harina de pescado incautada, la directora regional del Sernapesca Biobío, Marta Araneda, detalló que sería principalmente distribuida al mercado nacional. En la industria se estima que el destino era como materia prima para alimento de salmones, José Miguel Burgos, director nacional del Sernapescay que tras la incautación se podrían ver quebrados algunos stocks de abastecimiento de empresas del rubro.

Los primeros análisis evidencian que para producir la harina incautada se usaron unas 31.000 toneladas de sardina común y anchoveta. «Estamos hablando de decenas de miles de toneladas de recursos que habrían sido pescadas ilegalmente, con el grave impacto que esto produce para la sustentabilidad de estas pesquerías y para la economía de las comunidades pesqueras artesanales», subrayó el director nacional del Sernapesca, José Miguel Burgos.

EWOS habría comprado el producto, pero de forma legal

Según trascendió, uno de los compradores de esta harina de pescado fue el fabricante de alimentos para peces EWOS, que en la actualidad abastece más de un 30% de los requerimientos nutricionales de la industria salmonicultora.

Contactada por El Mercurio sobre este tema, la compañía respondió que se abastece de harina de pescado tanto por empresas chilenas como extranjeras, siguiendo los canales formales de comercialización.

«Para cualquier empresa que compra este insumo a productores formales, como es nuestro caso, es impensable que haya prácticas que atenten contra la regulación chilena, que para este efecto rige a la industria pesquera. Sin embargo (…), lo que compramos es un producto resultante del procesamiento y transformación de una materia prima sobre la que los compradores no tenemos control», respondió Constantino Siderakis, sales & marketing director de EWOS Chile. Agregó que «es muy lamentable que por la acción irresponsable de una minoría se afecten las confianzas y la credibilidad de toda la industria pesquera chilena».

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