Embancamiento de los ríos Lenga, Boca Sur-río Biobío y Arauco, que impiden que las embarcaciones artesanales puedan acceder al mar, sin respuesta alguna de parte de los organismos responsables de mantener los cursos de agua, como son la Armada y la Dirección de Obras Portuarias (DOP), mantiene sin poder trabajar a alrededor de 100 pescadoras y pescadores artesanales que habitan en las caletas de esas localidades.
Así lo aseguró el presidente del directorio de la Federación de Pescadores Artesanales de la Región del Biobío (Ferepa), Hugo Arancibia Zamorano, quien añadió que esta situación afecta a las y los pescadores locales y de caletas aledañas que llegan a guardar sus naves a través de los varaderos de las llamadas «caletas madres».
Es el caso -dijo el dirigente- de las doce embarcaciones de Chome, diez de Perone, que esperan que extraigan la arena que cubre los cursos de agua. «En algunas caletas disponen de equipos de excavación, pero la Gobernación Marítima no autoriza la intervención aduciendo, como es el caso de Lenga, que es área protegida por su condición de Santuario de la Naturaleza. Entonces todas las puertas están cerradas», manifestó Arancibia Zamorano.
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En el marco de las gestiones ante las autoridades, la Ferepa asevera que se han encontrado que en la DOP responden conque a ellos no les corresponde y les derivan a la autoridad ambiental. «Recurrimos a estos últimos que desconocen ser la autoridad competente para ello. Estamos ante un círculo cerrado de ineficiencia en el trabajo sin tomar en cuenta que de la pesca artesanal depende la alimentación, en este caso de 500 familias, pero las autoridades responden con una absoluta irresponsabilidad social. Llevamos dos meses de golpear puertas y aún no se nos ha dado solución alguna», reiteró Hugo Arancibia Zamorano.
Y para cerrar, expresó que «en el fondo, ningún organismo responsable asume esta tarea que mantiene prácticamente paralizada la actividad pesquera de las caletas Lenga, Boca Sur y Arauco».
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