Un día especial vivió la comunidad de la Escuela Rural Aguantao, en la comuna de Calbuco, región de Los Lagos, con la inauguración de su remozada biblioteca. Y es que ahora sus 100 alumnos 
podrán disponer de un espacio que les permitirá acceder a más herramientas pedagógicas para su formación, facilitando también la tarea de sus 19 docentes y administrativos.
El proyecto fue impulsado gracias a una alianza entre Cargill, presente en la localidad de Colaco con su Centro de Innovación (CIC), junto con la empresa Veso y un trabajo colaborativo realizado por los apoderados del establecimiento.
Fueron los padres quienes en primer lugar acondicionaron el espacio, pintando, reforzando estructuras e instalando calefacción, para así recibir un aporte de siete computadores, libros y mobiliario por parte de Cargill; y de estanterías y textos también por parte de Veso. Así, según detallaron desde el establecimiento, ahora tienen unos dos mil libros para los niños, que cursan de prekínder a octavo básico.
Se trata de un recinto rural de 54 años de existencia y que hoy tiene múltiples necesidades, por lo que esta iniciativa fue muy bien valorada. Su director, Américo Vargas, resaltó el apoyo de ambas empresas manifestando que «desde el año pasado me hice cargo de la escuela y habíamos visto los espacios para implementar una biblioteca. El motivo es la baja comprensión lectora que hay en Chile. Quisimos entregarles un espacio digno a los niños y hemos tenido la suerte de acercarnos a las empresas, especialmente Cargill. Ellos nos han ofrecido su colaboración, apoyo y material para mejorar la biblioteca».
Desde Cargill, el jefe de Operaciones del CIC, Alberto Jiménez, afirmó que «como compañía el apoyo al desarrollo de nuestras comunidades vecinas y en particular a la educación local son mandamientos esenciales de nuestro rol como vecino empresarial. Agradecemos a la comunidad escolar de Aguantao por su entusiasmo y por dejarnos vincularnos con ellos, y también a Veso por sumarse a esta causa».
Padres valoran trabajo conjunto
En tanto, la presidenta del Centro de Padres y Apoderados, Camila Salazar, subrayó que «el proyecto es esperanzador. Es una puesta en marcha de este espacio que esperábamos y soñábamos. Trabajar con las empresas del sector, más apoderados, profesores y alumnos en un trabajo mancomunado es maravilloso, es precioso. La participación de los papás fue increíble».
Por último, en nombre de Veso Chile, empresa que lleva dos años en el sector, su gerenta general, Valentina Tapia, comentó que «a nosotros nos invitó Cargill a apoyarlos en esta iniciativa. Para nosotros fue muy importante participar de algo así en la comunidad. Creemos que donar una biblioteca es en particular algo muy importante, porque a través de la lectura los niños pueden soñar en grande. Por ende, nos hizo sentido el propósito del apoyo».
