Un carácter muy especial tendrá este año la celebración del 32° aniversario de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN). Hace 30 años, en 1985, gracias a las gestiones institucionales y, en especial, del recordado experto japonés Dr. Shizuo Akaboshi, se concreta una importante donación del gobierno de Japón, que dará origen al Centro Costero de Acuacultura y de Investigaciones Marinas, convertido en la actualidad en un referente nacional y latinoamericano.
La ceremonia correspondiente tendrá lugar este viernes, 31 de julio, a las 11:30 horas, en el Campus Guayacán (Región de Coquimbo), y contará con la participación del embajador de Japón, el subsecretario de Pesca y Acuicultura y importantes autoridades de la UCN. En el marco de esta celebración se brindará un reconocimiento al gobierno nipón y también a quienes ayudaron a hacer posible la citada entrega.
«En sus 32 años de trayectoria, la Facultad de Ciencias del Mar ha logrado consolidar sus principales líneas de acción, formando profesionales, generando conocimiento y aportando el mismo tanto a la comunidad científica como al sector productivo», comentaron desde la UCN.
A sus carreras de pregrado, Biología Marina, Ingeniería en Acuicultura e Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente, ha ido sumando, de manera individual o en alianza con otras instituciones, una serie de programas de postgrado, en respuesta a los requerimientos del entorno: Doctorado en Acuicultura (con la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso), Doctorado de Biología y Ecología Aplicada (junto a ULS, CEAZA e INIA Intihuasi), Magíster en Acuicultura, Magíster en Ciencias del Mar con mención en Recursos Costeros, y Magíster en Gestión Ambiental.
«A lo largo de estos 32 años, la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte se ha mantenido fiel a su misión de crear, cultivar y difundir la generación de nuevos conocimientos de las formas, funciones y procesos del ambiente marino y sus productos, y lograr un aprovechamiento que armonice el desarrollo de las actividades humanas relativas a la conservación y la preservación del medio ambiente, y el uso sustentable del ambiente y sus recursos», concluyeron desde la casa de estudios.