La Asociación Gremial de Pescadores Artesanales Demersales de la Región de Los Lagos, que representa al 75% de las pesca merlucera –reuniendo alrededor de 60 sindicatos–, eligió el pasado 19 de junio a su nueva directiva en la ciudad de Puerto Montt, quedando compuesta por Juan García, como presidente; Antonio Vargas, como secretario; y Alfonso Almonacid, como tesorero.
Según lo informado, la nueva directiva tiene como meta prioritaria trabajar en las modificaciones a la Ley de Pesca anunciada por el Gobierno, poniendo especial énfasis en el Registro Pesquero Artesanal (RPA), para terminar con lo que denominan «el exterminio de la pesca artesanal a través de las caducidades».
Otro tema que es imprescindible revisar, para los dirigentes, es la definición de los caladeros de pesca, cuestión en la que ya han estado trabajando junto con las bases y donde se ha reflexionado sobre la mirada que tendrá el sector artesanal sobre el asunto.
“Creemos que la consulta que hace el Gobierno respecto de la ubicación de los caladeros de la pesca artesanal está hecha al revés. En vez de consultarnos en qué lugar desarrollamos nuestra actividad, deberían preguntarnos dónde no lo hacemos y no confinarnos a un espacio que no se sustenta técnicamente», señaló Antonio Vargas, nuevo secretario de la organización.
El dirigente añadió que “se están definiendo los calderos de pesca bajo los parámetros de los informes hidroacústicos realizados por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), que se realizan fuera de los canales interiores de la Región de los Lagos. Por ejemplo, dentro del Golfo de Ancud, el IFOP no trabaja con barridos u otros sistemas más precisos, dejando así muchas falencias en la información».
En este contexto, los dirigentes dijeron estar preparándose para participar en la mesa regional de modificación a la Ley de Pesca convocada por la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura (Subpesca) para el próximo 29 de junio, donde se pedirán avances urgentes en el tema de Ley de Caletas y RPA.
«Desde todo punto de vista, el RPA es un sistema perverso que pretende exterminar la pesca artesanal. Por uno u otro motivo, están echando del sistema a pescadores artesanales y sus embarcaciones. Nos preguntamos por qué la Subpesca, manejando tan al dedillo el registro, no quiere hacer revisiones a esta normativa», declaró Vargas.
Para terminar, señaló que lo anterior “nos parece inadmisible, teniendo en cuenta, por ejemplo, que no existen caducidades en la industria. A ellos se les consideran sus embarcaciones como elemento de trabajo y en esto hay una clara discriminación con nuestro sector. Por años, la pesca ha sido nuestra herramienta de trabajo y ahora, consecuencia de leyes mal consensuadas, la convirtieron en una actividad de sobrevivencia».