Jorge Torres es el gerente de Banca Corporativa de Rabobank en Chile y conversó con AQUA para explicar la manera en que la entidad analiza el escenario actual que ha generado el covid-19 (coronavirus) y los efectos en la industria salmonicultora nacional.
De acuerdo con el ejecutivo, todos los potenciales impactos son muy dinámicos, ya que implican realidades y situaciones tanto en Chile como en los mercados consumidores de salmón, y por tanto deben ser monitoreados muy de cerca.
La pandemia del covid-19 está representando un desafío para los distintos sectores productivos a nivel global. Según los datos que ustedes manejan, ¿cómo ha afectado esta situación, hasta el momento, a la industria chilena del salmón?
De lo que hemos percibido de diferentes actores es que la crisis ha afectado principalmente en tres dimensiones. La primera tiene que ver con las propias operaciones de las empresas salmonicultoras, que han debido implementar planes de contingencia con sus empleados para reducir el riesgo de contagio del covid-19. Por ahora la industria ha podido seguir cosechando y procesando pero a menor capacidad, sin embargo, los inventarios debiesen permitir mantener los niveles de ventas.
Lo segundo se relaciona con potenciales problemas logísticos. Se entiende que el producto congelado ha podido ser enviado a sus principales mercados a través de transporte marítimo sin mayores inconvenientes. No obstante, el producto fresco que se transporta por avión tuvo complicaciones durante las primeras semanas, ya que las aerolíneas dejaron sus aviones en tierra y opciones áreas alternativas resultaron más costosas, pero esa situación se ha normalizado con el pasar de las semanas.
Por último, se debe entender cuál ha sido el impacto en los mercados. Consumo en restoranes u hoteles ha caído importantemente, pero esa demanda ha sido compensada de manera significativa por el retail en los principales mercados donde llega nuestro salmón. De todas formas, debemos seguir entendiendo cómo evoluciona esta crisis para revisar otros posibles impactos.
¿Cuál es su proyección respecto del año 2020 para la industria chilena del salmón? ¿Qué tan fuerte se sentirán los efectos de la crisis del covid-19 en esta industria?
A estas alturas es muy difícil hacer proyecciones de cómo terminará el 2020. Primero debemos esperar tener más certeza de cómo y cuándo terminará la crisis, al menos en esta primera etapa.
Todos los potenciales impactos son muy dinámicos, ya que implican realidades y situaciones tanto en Chile como en los mercados consumidores de salmón, y por tanto deben ser monitoreados muy de cerca. Sin embargo, estimo que esta industria será una de las que resistirá mejor la crisis, ya que contribuye a la alimentación mundial, a través de un producto con todas las propiedades que conocemos y que ya es parte de la dieta habitual de millones en el mundo
¿Ratifica entonces que la industria salmonicultora nacional está preparada para enfrentar los efectos de esta crisis?
Desde mi punto de vista, sí. Esta es una industria resiliente, que ha superado duras crisis en el pasado. La gran diferencia de esta crisis con las anteriores es que esta llega tras varios años en donde las empresas han registrado resultados sólidos y han sido capaces de fortalecer sus estructuras de capital, restructurado sus deudas, implementado planes de contingencia ante diferentes tipos de emergencias, desarrollado nuevos productos, nuevos mercados, mejorado su imagen, entre otras cosas positivas, y en definitiva han acortado diferencias con Noruega, el otro gran productor a nivel global.
Adicionalmente, la población mundial debe seguir alimentándose, y sin duda el salmón es una proteína muy solicitada, por su versatilidad, rico sabor y beneficios para la salud. Es una realidad que el negocio de restoranes ha caído materialmente este par de meses en el mundo pero gran parte de esa demanda ha sido traspasada al retail, donde la gente termina preparando y cocinado en su casa.
Un fenómeno que empieza a percibirse es una mayor penetración del salmón en los hogares, donde las familias se juntan alrededor de la cocina y se atreven a preparar cosas nuevas.
Desde Rabobank, ¿de qué forma esperan apoyar a sus clientes salmonicultores en este contexto de emergencia sanitaria?
La ambición de Rabobank es apoyar a los sectores que contribuyen, y lo seguirán haciendo durante las próximas décadas, a alimentar sustentablemente a la creciente población mundial, y el salmón sin duda tiene un rol clave que jugar al ser una proteína sana, rica, versátil y que crece en ambientes controlados y cada vez con mayor compromiso hacia el medio ambiente y las comunidades.
Por tanto, queremos seguir apoyando a nuestros clientes de distintas formas, pero principalmente a través de conocimiento e información, ya que Rabobank tiene especialistas en todos los continentes, a través de la generación de redes que puedan permitir, por ejemplo, copiar mejores prácticas para enfrentar la crisis, y lógicamente también a través de soluciones financieras que discutiremos con nuestros clientes de forma bilateral.
De todas formas y tras varios años generando resultados muy buenos, veo sólidas a las empresas salmonicultoras chilenas y a aquellas que la proveen definitivamente más preparadas para enfrentar esta crisis que hace algunos años.
*Fuente de la foto destacada (de contexto): Multiexport Foods.