Investigación chilena aborda el impacto del estrés de los peces en la producción acuícola

Ene 13, 2016

El estrés en especies como los salmones, al estar ligado a pérdidas de producción, terminaría repercutiendo en ámbitos tan sensibles como el empleo.

El hacinamiento, el traslado, las vacunas, el cambio de agua dulce a salada, son las causas del estrés que experimentan los peces y que tiene efectos significativos sobre la producción acuícola, especialmente la de los salmones.

El Dr. Claudio Acuña, académico de la Universidad de Santiago de Chile (USACh) y uno de los científicos que lideró la investigación, explicó Fuente de foto: USAChque el análisis permite colegir que el estrés de diversas especies afectaría económicamente la actividad acuícola. «Es muy probable que el estrés esté influyendo en las pérdidas de producción en la industria salmonicultora. Cuando el estrés es demasiado alto en los peces, estos se tornan susceptibles, por ejemplo, al piojo de mar. Si se observa que muere la producción completa es un claro indicador de que lo que ocurre no es solo genético, sino que además está ligado al estrés», sostuvo Acuña.

Según dijo el investigador, los principales problemas de estrés que tienen los peces están provocados por el hacinamiento, el traslado, vacunas y el cambio de agua dulce a salada. Si bien muchas veces las alteraciones y la fatiga entre las especies se da de manera normal en la naturaleza, existen contextos de producción que provoca que el estrés se torne más crónico y afecte simultáneamente el sistema inmunológico. «El estrés crónico es el peligroso y dañino, ya que cuando se vuelve constante afecta al sistema inmunológico. En cambio, el estrés agudo es necesario y útil, porque permite la toma de decisiones en situaciones de conflicto», detalló el Dr. Acuña.

Cuando el estrés llega a una fase crónica se manifiesta de distintas formas, por ejemplo, «en cambios fisiológicos, conductuales, agresividad, algunos incluso dejan de comer y aumenta la susceptibilidad a enfermedades contagiosas», complementó.

Revisión bibliográfica

De acuerdo con datos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), las exportaciones de salmónidos de Chile alcanzan a más de 90 destinos, destacando Estados Unidos, Japón, Brasil, Rusia, China y España, entre otros. En este sentido, la USACh emitió información subrayando que la importancia de este sector productivo estratégico en la economía del país motivó al Dr. Claudio Acuña Castillo, director del Departamento de Biología e investigador del Centro de Biotecnología Acuícola (CBA), quien junto a otros colegas de la universidad y otras instituciones, realizaron una revisión bibliográfica para comprender los mecanismos de generación del estrés en peces, comparándolo con el modelo de mamíferos.

Según la USACh, la revisión bibliográfica ha tenido una alta repercusión en la comunidad científica, generando citaciones en otros trabajos de esta área y permitiendo ahondar en una temática poco estudiada. «Esto ha servido para entender algunas cosas del estrés en peces y facilitar a otros investigadores que también quieren ir a buscar lo mismo, dándoles un poco más de literatura más digerida», afirmó el Dr. Acuña (en la foto).

El investigador precisó que tomaron los conocimientos que tenían sobre los mamíferos y llevaron a cabo una revisión exhaustiva de la literatura sobre peces, intentando hacer correlatos entre ambos. La revista especializada Fish & Shellfish Immunology publicó recientemente el análisis bajo el título «Mecanismos neuroendocrinos para la regulación del sistema inmune durante el estrés en los peces».

Dr. Claudio Acuña (Foto: USACh)Empleo

El efecto que desencadena la pérdida de producción también preocupa al investigador, quien agrega que «el estrés debe estar ligado al efecto en las pérdidas productivas y lo más terrible son los efectos secundarios a nivel de empleos y cesantía».

El académico espera que los efectos del estrés se mitiguen de forma natural, porque es necesaria su presencia en un grado menor. «Hay que tener cuidado en cómo combatir el estrés, porque tampoco es bueno atacar de forma directa al cortisol (hormona que se libera como respuesta al estrés), porque si no queda sin capacidad de respuesta, por ello es interesante trabajar con plantas o elementos naturales», enfatizó.

Esta publicación también tuvo como autor principal al Dr. Ricardo Fernández, investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas y de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello (UNAB); a la cual se sumaron los doctores Gino Nardocci, Cristina Navarro y Paula P. Cortes, todos miembros de la UNAB; además de los investigadores de la Facultad de Química y Biología y del CBA de la USACh, doctores Mónica Imarai, Margarita Montoya, Beatriz Valenzuela y Pablo Jara.

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