A principios de 2019, la Asociación de Cultivadores de Moluscos de Calbuco A.G. eligió a una nueva directiva. Como presidente resultó electo Claudio Torres, mientras que como vicepresidente asumió Juan Carlos Mansilla; como secretaria, Claudia Mansilla; y como tesorero, Roberto Pavez. Como directores, en tanto, figuran Eugenio Yokota, Walter Kaiser y Jorge Morales.
El nuevo presidente de los cultivadores de Calbuco es ingeniero en ejecución en Pesca, con más de 25 años de experiencia en la acuicultura nacional, tanto en la salmonicultura como en la mitilicultura. Hoy, se desempeña como jefe de Operaciones de Granja Marina Chauquear, y además mantiene un pequeño cultivo de mejillones, de 4 hectáreas, surgido como un emprendimiento familiar.
Consultado por AQUA, Claudio Torres, quiso “felicitar la incorporación a nuestra directiva de una mujer, proveniente de la isla Chidhuapi, y reconocer a todas las mujeres que son parte de nuestro gremio que en su total suman cuatro acuicultoras”. Añadió que entre los planes de la asociación, para el corto y mediano plazo, se encuentra “primero que nada fortalecernos más como gremio. También ver la forma de trabajar más asociativamente con nuestros socios, asi como tambien con los otros gremios de la región y del país”.
También, dijo, es importante demostrar a las autoridades en general –Gobierno Regional, Corfo, diputados, senadores y municipalidades– que la industria mitilicultora tiene un rol importante en la economía de la región y que en el caso de Calbuco los productores tienen diversas necesidades, principalmente “en términos de conectividad, con mayor acceso a ramplas y muelles de carga y descarga administradas por nosotros; eso nos ayudaría a operar correctamente”, expresó.
Acortar las brechas
Claudio Torres destacó que Calbuco es la comuna que produce la mayor cantidad de mejillón a nivel nacional, con cerca de 50.000 toneladas anuales. No obstante, más del 60% de sus productores trabajan de forma bastante artesanal, lo que los hace muy poco competitivos. “Esta es una brecha que aún no se visualiza, pero tenemos que ver cuál puede ser el aporte del Estado para subsanarlo”.
Otro asunto que preocupa a este sector y que la nueva directiva quiere abordar, es la necesidad de encontrar un destino final para los residuos de los mitilicultores, como boyas de poliestireno expandido (plumavit) y otros artefactos. “Hoy, no existe un vertedero disponible con suficiente espacio para recibir las boyas que estan en el agua, ni mucho menos existen lugares de acopio de residuos domiciliarios en las islas donde se genera esta actividad. Pese a ello, nuestro gremio, en colaboración con la empresa Cargill, con sus clientes salmonicultores y la empresa de reciclaje Ecofibras, hemos realizado campañas de limpiezas de playas en el sector del canal Caicaen, retirando residuos tanto domiciliario como boyas de plumavit, entre otros productos”, sostuvo.
El dirigente precisa que los productores de mitílidos han intentado dejar de utilizar poliestireno expandido, pasando a polietileno HF. No obstante, a su juicio, urge alguna cooperación del Estado para poder disponer en algún lugar apropiado los desechos que se van generando. No se quiere llegar a la situación que está viviendo la Isla de Chiloé, donde algunos vertederos industriales se están cerrando, complicando la operación de la industria del mejillón que opera en dicha zona.
El nuevo timonel de los mitilicultores de Calbuco llamó, de igual forma, a algunos organismos técnicos que están trabajando junto al sector, como el Programa Estratégico Regional (PER Mitílidos) a definir una estrategia clara y de largo plazo para el rubro, que incluya la mirada de los pequeños productores. “Siento que el PER debería enfocarse en superar las brechas competitivas que existen entre pequeños y grandes cultivadores y acercar nuestra industria al Gobierno Regional, más que duplicar los esfuerzos que están haciendo otras entidades estatales”, sostuvo.
En cuanto al Centro de Extensionismo Tecnológico para una Mitilicultura Sustentable (Cetmis), expresó que este “tiene que ir acercándose más a los productores, generando proyectos y ayudando a superar deficiencias técnicas que se presentan (fondeos, densidad de siembra, manejo de semilla y modelos productivos, etc.). También creo que los funcionarios no deben tener ninguna relación laboral con la Fundación Chinquihue, ya que se mal entienden las funciones. El Cetmis debe ser independiente y autónomo, con gobernanza de los gremios de la mitilicultura y el Gobierno Regional, por ser una industrial 100% regional”, expresó el dirigente.