(Diario El Día) Desde hace más de diez años, los principales recursos que extraen los pescadores de la Región de Coquimbo son la jibia y las algas pardas, debido principalmente, a la disminución de otros productos en las Áreas de Manejo de la zona. La comercialización de los recursos se realiza, en general, mediante intermediarios, sin embargo la idea a futuro, es realizar este proceso directamente con empresas exportadoras y para lograrlo se requiere un elemento trascendental: el valor agregado.
La pesca artesanal dedicada a la extracción de algas abarca toda la Región de Coquimbo, partiendo desde la comuna de La Higuera con la caleta “El Apolillado” hasta Los Vilos con caleta “Pichidangui”.
La mayor concentración se encuentra en la comuna de Ovalle, donde existe un buen número de extractores de algas y cuyo ejemplo más significativo es la Cooperativa El Salado, en la caleta El Sauce, lugar donde no viven más de 100 personas, las que han hecho un trabajo extraordinario con la inyección de valor agregado a su producto a través del picado y enfardado del recurso.
A este lugar llegó Josué Ramos, presidente de la cooperativa Los Choros, para recibir y observar el ejemplo de la caleta El Sauce, quienes llevan más de dos años trabajando para llegar a ser exportadores directos.
Para el dirigente, su objetivo final es que “a futuro estos proyectos van avanzando y nuestra idea es comercializar directamente al extranjero, no pasar por empresas intermediarias, hacer los contactos para exportar el alga directamente al mercado asiático”.
Vínculo estatal
La caleta El Apolillado se encuentra a unos 55 kilómetros al norte de la comuna de La Higuera, lugar en que la Asociación Gremial de Los Choros es titular del Área de Manejo y cuyo brazo comercial es la cooperativa.
Desde que formaron la cooperativa en 2010, sus 35 miembros han buscado el impulso necesario para incluir valor agregado a su principal producto de extracción, que es el alga parda en su tipo huiro negro y palo. Así, escucharon sobre el convenio entre el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) y el Fondo de Administración Pesquero (FAP), al cual postularon y finalmente se adjudicaron la implementación de su planta de picado.
Dentro de la implementación recibida se encuentra el cierre perimetral de la planta, la construcción de una oficina y un galpón de acopio además de la adquisición de una máquina picadora, insumos equivalentes a alrededor de $30 millones financiados a través del convenio FAP-Fosis.
Para el director regional del Fosis Coquimbo, Sergio Llanos, “esta es una gran oportunidad para los pescadores de Los Choros; tener una implementación tan completa como la que recibieron es un impulso importante dentro de lo que son los objetivos de la cooperativa que es exportar directamente al extranjero en el mediano y largo plazo. Al mismo tiempo, colaborar con la pesca artesanal es un punto importante del Programa de Gobierno, por lo tanto, nosotros nos alineamos con ese objetivo y aportamos desde nuestro servicio”.
El Área de Manejo “El Apolillado” cuenta con una superficie de 237,5 hectáreas, donde se extrae, aparte de las algas, locos y lapas; sin embargo, el huiro negro es el fuerte. Tienen una cuota de extracción de 100 toneladas anuales de algas, las cuales venden a aproximadamente $170 el kilo, no obstante, comercializando el producto picado, pueden llegar a recibir hasta $500 por los recursos, lo que no solo aumenta su poder económico sino también la calidad de vida de sus familias.
Para concluir, Josué Ramos volvió a destacar su intención de exportar y subrayó que para eso “es necesario tener una mayor capacidad de extracción y producción de huiro picado y enfardado, de ahí la necesidad de seguir conociendo las experiencias regionales respecto del producto para ver la posibilidad de trabajar por un objetivo conjunto, que sería la exportación directa”.