En contacto con Radio Las Nieves, el director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en la Región de Aysén, Cristian Hudson, se refirió a las floraciones algales nocivas (FAN), también conocidas como bloom de algas, que han generado millonarias pérdidas para la industria del salmón en el sur de Chile, fundamentalmente en el seno de Reloncaví, Región de Los Lagos. «Durante este verano se ha producido una fuerte proliferación de microalgas en el ambiente, que ha provocado bajas de oxígeno y daño mecánico en los peces. En el caso de la Región de Los Lagos, esta situación ha sido significativa en algunas áreas con mortalidades muy importantes», subrayó Hudson.
Vea: Un total de 34 centros de cultivo han sido afectados por el bloom de algas
Sobre el escenario puntual en la Región de Aysén, el representante del Sernapesca explicó que, a diferencia de lo que ocurre en Los Lagos, en Aysén se han registrado algunos eventos, «sin embargo -puntualizó-, estos no han generado mortalidades significativas», y aclaró que las pérdidas «han estado dentro de los rangos normales para un periodo estival».
Independiente del menor impacto del bloom de algas en la patagónica región, Hudson aseguró que están teniendo con las empresas «un contacto permanente con el objetivo de ir monitoreando las mortalidades que se pudieran ir presentando».
Harina de pescado
Otro de los puntos que abordó el director del Sernapesca Aysén con Radio Las Nieves fue acerca de las medidas que se han tomado para eliminar los peces afectados. En esta línea, detalló que durante la semana pasada cerca de 40 toneladas de mortalidad fueron trasladadas hasta la planta de harina de pescado ubicada en Puerto Chacabuco, Provincia de Aysén.
Aclaró que uno de los inconvenientes que se ha presentado es contar con la logística que permita la rápida evacuación de las mortalidades desde las áreas de cultivo. «En la Región de Los Lagos, por ejemplo, primero se trasladaron peces muertos hacia vertederos; la siguiente estrategia fue autorizar el envío de buques pesqueros de altamar (PAM) desde el Biobío que permitieran con sus sistema de succión retirar la mortalidad y llevarla a plantas reductoras de dicha región».
Dentro de ese modelo, precisó Hudson, la experiencia en Aysén fue que un barco de cerca de 30 metros logró desembarcar las casi 40 toneladas de mortalidad para producir harina.