UACh: Desarrollo e investigación acuícola en la zona sur austral de Chile

Oct 23, 2014

Diversas áreas de trabajo y un equipo multidisciplinario forman parte del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh) sede Puerto Montt. Cultivo de nuevas especies, tecnología orientada a la sostenibilidad y preocupación por el medioambiente son parte de la gestión diaria que impulsa este centro especializado del sur del país.

Desde 1998 el Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh), sede Puerto Montt, en la Región de Los Lagos, ha sido un agente de vinculación con la industria acuícola a través de la investigación, docencia y extensión. Es que en el Instituto se desarrolla investigación científica y tecnológica avanzada en áreas del manejo de cultivo de peces, crustáceos, moluscos y algas marinas.

Nutrición, genética, fisiología del desarrollo y de la reproducción, patología e impacto ambiental, son algunas de las áreas que desde hace 17 años se abordan en este centro especializado, el que -desde sus inicios- ha pretendido relacionarse estrechamente con la industria y su permanente evolución, consolidando un real aporte a la Región de Los Lagos en materia acuícola, destacó en un comunicado de prensa el Proyecto Asociativo Regional (PAR) Explora de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).

Directora

Sandra Marín es la actual directora del Instituto de Acuicultura de la sede Puerto Montt de la UACh. En conversación con el PAR Explora Los Lagos, la docente y Master of Science en Fauna Silvestre y Pesquerías comentó que «asumir esta dirección es todo un desafío. Nuestro Instituto está formado por nueve académicos e investigadores jóvenes, todos muy activos en investigación acuícola para la región sur-austral, así como en las distintas tareas enfocadas a la comunidad, como son la docencia de pre y postgrado en áreas básicas del conocimiento, extensión y vinculación con el medio», sostuvo la especialista.

Marín es licenciada en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, sede Talcahuano (Región del Biobío) y dentro de su gestión destaca el desarrollo de líneas de investigación relacionadas con acuicultura y medioambiente; abordando la dinámica del salmónido-cáligus, ecología y manejo de recursos naturales en general.

Áreas de trabajo

El Instituto de Acuicultura se especializa en temas de diversificación, específicamente a través de proyectos financiados por Fondef-Conicyt e Innova-Corfo para desarrollar tecnología para el cultivo de centolla (Lithodessantolla), la que cuenta con un importante mercado en el extranjero debido a su similitud con crustáceos del hemisferio norte conocidos como King crabs. Los países en los que se extraen centollas o King crabs son la Federación Rusa; Estados Unidos, principalmente en Alaska; el Mar de Bering, Noruega; y en el hemisferio sur, Argentina y especialmente Chile.

«Pensamos que el cultivo puede ser una alternativa para abastecer el mercado mundial y decidimos desarrollar la tecnología para cultivar centolla. Lo que falta es el escalamiento para masificar este cultivo. Esta centolla es de aguas frías y se puede cultivar en el sur, desde Puerto Montt a Punta Arenas (Región de Magallanes)», precisó Sandra Marín.

Otra de las áreas de trabajo tiene que ver con el cultivo del pulpo rojo patagónico. En Puerto Montt se ha logrado producir juveniles que pesan en promedio 5,4 gramos y miden 8,35 cm de longitud bajo condiciones de laboratorio. Además, se han desarrollado proyectos conjuntos con la Universidad de Antofagasta considerando que en el norte del país existe otra especie de pulpo denominado «común del norte».

Complementariamente el doctor en Recursos Naturales de la Universidad Justut Liebig de Alemania y actual vicerrector de la Universidad Austral sede Puerto Montt, Renato Westermeier, ha investigado la biología, ecología y química de las macroalgas. Este conocimiento ha sido aplicado en el desarrollo de técnicas de cultivo de macroalgas que contribuyen al repoblamiento de praderas naturales para apoyar y fortalecer la pesca artesanal en distintas regiones del país. Adicionalmente, la investigación ha permitido optimizar las propiedades químicas de interés para la industria de alimentos y cosmética.

Preocupación por el medioambiente

Los cultivos generan desechos que caen al fondo y toda empresa debe evaluar su desempeño ambiental, según lo establece el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA). «Tenemos un tremendo potencial para desarrollar la acuicultura en nuestra costa, sin embargo, es necesario mantener la calidad de nuestro medio ambiente. En este aspecto hemos contribuido, junto con nuestro equipo de trabajo de medio ambiente, validando un indicador biótico (AMBI) que permite categorizar el impacto de la acuicultura en el fondo marino», recalcó Sandra Marín.

«A través de varios proyectos hemos generado información consolidada en un modelo de gestión para la implementación de este indicador y que entregamos a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) en marzo de este año», agregó la investigadora, detallando que el objetivo de los científicos de la UACh es incluir este indicador utilizado en propuestas internacionales de certificación de la salmonicultura como parte de la normativa ambiental chilena en un futuro próximo.

Esta nueva tecnología fue desarrollada por la Fundación AZTI Tecnalia de España. Los investigadores que generaron el indicador trabajaron en conjunto con la Universidad Austral para validarlo en Chile y el objetivo final es incorporarlo en la normativa, para que a futuro los laboratorios de la región y de todo el país cuenten con esta nueva herramienta.

¿Cuál es su visión respecto al desarrollo de la industria acuícola?

«En Chile se han aprovechado las condiciones naturales para desarrollar la acuicultura, pero la industria fue creciendo de manera oportunista y en consecuencia desorganizadamente, lo que se explica debido a que la industria genera desarrollo y crecimiento económico. Luego de años de actividad se puede inferir que hizo falta una mirada de Estado que trazara el desarrollo de esta actividad en la senda de la sostenibilidad, con un claro compromiso de avanzar en materia ambiental, social y económica».

¿Cuáles cree usted que son las principales dificultades que tienen los privados para invertir en el cultivo de nuevas especies?

«Una de las mayores dificultades es que resulta complicado competir con el salmón. Nuestras especies por ejemplo, poseen un ciclo de vida más largo que el salmón, por lo que significa tener a los peces más tiempo en el agua, lo que aumenta los costos. El mercado para el salmón está consolidado, así como los espacios marítimos para su cultivo, por lo que habría que visualizar nuevas regiones para ampliar la industria acuícola».

¿Cuáles son los desafíos que se vislumbran para la industria?

«Hoy en nuestro país tenemos grandes desafíos, si bien hemos avanzado en la generación del conocimiento para producir algunas especies nativas en cautiverio, se requiere de interesados que puedan tomar este conocimiento y escalarlo. Es trascendental abrir los mercados para estas especies, y se necesitan espacios adecuados en el mar para cultivarlos, o la tecnología en tierra. Si esto no se resuelve es posible que sigamos enfocados en el mejillón chileno y los salmónidos», concluyó Sandra Marín.

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