La semana pasada, el Ministerio de Salud de Chile informó sobre el establecimiento de un “cordón sanitario” en la Isla de Chiloé (región de Los Lagos) con el fin de evitar la propagación del covid-19. Si bien la medida responde a la inquietud de la población del archipiélago que no quiere que el virus avance, la situación ha complicado la operación de la industria del mejillón que opera en la zona.
Así lo explicó el presidente de la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), Branco Papic, quien comentó que, debido a las restricciones impuestas, hoy no pueden circular vía terrestre los camiones que mueven materia prima e insumos vinculados a la actividad. Sólo se está permitiendo que los pescadores artesanales (recolectores) puedan mover sus productos hidrobiológicos.
“Para la acuicultura, la solución que nos ha dado la autoridad sanitaria tiene que ver con habilitar puertos para la conectividad marítima. De ese modo, desde ayer (lunes) están habilitados los puertos de Quellón y de Castro, administrados por Contex y Empormontt, respectivamente, donde se han establecido las correspondientes aduanas sanitarias”.
De acuerdo con el dirigente gremial, esta medida –aplicable para toda la acuicultura– no concuerda con la realidad de la mitilicultura. “A diferencia de la salmonicultura, nuestra actividad mueve todos sus insumos por tierra a través de camiones. Las semillas, cosechas, materiales de cultivo, insumos para las plantas y para cuidado personal, entre otras cosas, se mueven por tierra”. Añadió que es importante recordar que alrededor del 80% de los mitilicultores corresponden a pequeñas y medianas empresas, para las cuales trasladar todo por mar se vuelve económica y logísticamente inviable.
“Hay centros de producción repartidos por toda la isla, muchas veces lejos de Castro y Quellón, de modo que operativamente es difícil funcionar por mar. De hecho, no creo que haya suficiente transporte marítimo para sacar todas las cosechas, traer insumos y mover contenedores al mismo tiempo. Es esperable que se vuelvan más complejas las operaciones del puerto de Castro debido a la gran cantidad de carga que saldría de la isla”, precisó el ejecutivo.
Desde la Asociación de Cultivadores de Moluscos de Calbuco, en tanto, su presidente, Claudio Torres, destacó que para ellos el cordón sanitario impuesto en Chiloé también ha traído dificultades. “Para los productores que tienen que mandar materia prima desde Calbuco a las plantas de proceso de Chiloé, el camino está cortado. No pueden hacerlo. Se trata de productores que tenían cosechas programadas con algunas plantas y que han tenido que suspender sus cosechas debido a esta situación. Algunos han tenido que paralizar sus actividades y enviar a su personal a las casas o simplemente despedirlos”.
Para el dirigente, “no tiene lógica que si se está enviando nada más que materia prima se restringa la actividad. El transportista tiene el mínimo contacto con la gente de Chiloé; ni se baja del camión”.
Para los productores de moluscos de Calbuco tampoco es opción realizar estos movimientos por mar. “La ganancia se pierde con el transporte marítimo”, dice Claudio Torres, advirtiendo que si la situación continua tal cual, se corre el riesgo de que las líneas se hundan y se termine generando un problema medioambiental.
¿Cuál sería la solución?
Para Branco Papic, la solución pasa porque las autoridades determinen que, tal como se ha permitido el tránsito terrestre para productos de la pesca artesanal, se realice lo mismo con los productores de mejillón, muchos de los cuales son pescadores que se han reconvertido. “Queremos que incluyan en dicho corredor sanitario a la mitilicultura”, dijo el representante de AmiChile.
“Pedimos que se habilite conexión terrestre por Chacao, manteniendo nuestro compromiso de que la producción no tendrá el mismo ritmo que en temporada normal. Nosotros hemos reducido dotación, hemos parado líneas de proceso y hemos tomado todas las medidas preventivas que, finalmente, significan procesar menos”, expuso.
Claudio Torres, por su parte, destacó que “la solución es que se abra la barrera sanitaria y que así como se autoriza el tránsito de recursos del mar de recolectores, esto se extienda a los mitilicultores con centros de cultivo que tengan trazabilidad, PSMB y guías visadas por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).