Este jueves 28 de julio, la empresa de origen estadounidense AquaBounty Technologies, creadora del salmón genéticamente modificado (GM) de nombre AquAdvantage, entregó un informe con sus resultados financieros a junio de este año.
En el reporte, donde se detalla que se acordó una línea de crédito de US$10 millones con Intrexon Corporation para seguir avanzando en el desarrollo de este pez, AquaBounty detalla como «hitos» del primer semestre -entre otras cosas- el haber obtenido la aprobación de las autoridades canadienses para la venta comercial del AquaAdvantage.
Lea: Canadá aprueba comercialización del salmón transgénico
Pero uno de los puntos que más llama la atención de los «hitos» es que se confirma el inicio de pruebas de campo en Brasil y Argentina. «Desde mediados de 2014, la compañía ha estado trabajando con las agencias reguladoras locales para preparar pruebas de campo del AquAdvantage en varios mercados extranjeros», detalló el presidente del directorio de AquaBounty, Richard J. Clothier, asegurando que este «proceso ha avanzado y en abril del año 2016 las pruebas de campo comenzaron en Brasil y Argentina».
El mismo Clothier considera que la oportunidad de mercado para este salmón genéticamente modificado «sigue siendo fuerte, especialmente a la luz de los límites restrictivos actuales sobre la producción mundial de salmón Atlántico -del cual Chile es el segundo mayor exportador, tras Noruega-«. En esta línea, adelanta que el directorio está evaluando «todas las opciones» para el desarrollo comercial del AquAdvantage, y dependiendo de la participación de la compañía en este rubro, requerirán financiamiento extra.
«El directorio está consciente de la importancia del valor de las acciones para determinar el curso apropiado a seguir», añadió Clothier.
Para más detalles, donde podrá encontrar el balance financiero de AquaBounty, descargue el siguiente documento (en inglés) >> Interim results for the six months ended 30 June 2016
Cuatro veces más grande
El salmón transgénico de AquaBounty Technologies fue desarrollado a partir de un salmón Atlántico (Salmo salar) al que le insertaron un gen de crecimiento del salmón Chinook (Oncorhynchus tshawytscha), especie más grande de la familia de los salmónidos, y también se insertó el gen de una anguila. Con esta manipulación se logró que el salmón GM no se comportara como los salmones tradicionales, es decir, cuando se acerca el invierno y la temperatura del agua es más fría, dejan de crecer.
Más específicamente, la modificación genética se salta el gen regulador del crecimiento y los cambios de temperatura no le afectan. El resultado es que con la misma alimentación y en un mismo periodo, el salmón transgénico puede aumentar de tamaño hasta cuatro veces el salmón tradicional.
Su desarrollo ha generado fuerte rechazo de grupos ambientalistas que se oponen a los alimentos transgénicos. «Nos parece deplorable que la población de Canadá se enfrente ahora a la comercialización del primer animal transgénico en el mundo, sin consulta y sin estudios independientes», ha dicho en varias oportunidades Rehn Thibault de Vigilancia OGM, quien lo tilda, al igual que varios críticos, como «Frankenfish».
Mientras que Calinda Brown, del Centro de Acción Ecológica de Canadá, complementa que la producción de salmón GM «amenaza el futuro del salmón Atlántico en su estado salvaje».
A mediados de año, una encuesta de Ipsos Reid encontró que el 45% de los canadienses no quieren comer peces modificados genéticamente, y el 88% apoya el etiquetado obligatorio.
En contraparte, el director ejecutivo de AquaBounty, Ronald Stotish, afirma que AquAdvantage es un salmón «que representa un alimento sano y nutritivo a los consumidores de una manera ambientalmente responsable, sin dañar el océano y otros hábitats marinos». A lo que añade: «El uso de los sistemas de acuicultura en tierra permite que sea cultivado cerca de los principales mercados de consumo de una manera más sustentable», subraya el ejecutivo.