¿El desafío? Agregar valor a la producción de alimentos

Jun 18, 2015

Es el objetivo que persigue el Programa Estratégico de Alimentos de la Corfo, el cual, en colaboración con la Fundación para la Innovación Agraria, intentará duplicar la exportación de alimentos hacia el año 2030.

Si hace 35 años Chile no superaba los US$50 millones por exportación de alimentos, es pertinente celebrar los US$17.000 millones conseguidos hoy en dicho rubro. Pero si de alimentos elaborados se trata, esta cifra queda al debe, puesto que se concentra solo en materias primas.

Un escenario que busca revertir el Programa Estratégico de Alimentos (PEA) creado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) en el que, junto con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), la Agencia para la Inocuidad Alimentaria (Achipia) y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), todas del Ministerio de Agricultura, se diseñarán estrategias para introducir mayor tecnología e innovación en dicho sector a lo largo del país. Expo Regiones (Fuente: FIA)

Presentado este martes 16 de junio en la Expo Regiones 2015 realizada en la Estación Mapocho, Santiago (Región Metropolitana), el PEA es parte de los «Programas Estratégicos para el Desarrollo Productivo, Oportunidades de Negocio de Alto Potencial, la Innovación y el Emprendimiento Nacional» de la Corfo, el cual incluye también a los sectores minero, construcción y ciudades inteligentes, entre otros.

¿El objetivo? Crear capital social, según el vicepresidente ejecutivo de la Corfo, Eduardo Bitran. «La innovación en los territorios no ocurre con individuos aislados, requiere la interacción entre distintos actores. Uno de los problemas que tiene Chile es que el grado de capital social, la capacidad de acción conjunta, de ponerse de acuerdo es bajo, lo que inhibe la innovación. Por ello, tenemos que armar esquemas de identificación de oportunidades de desarrollo productivo, generando visión compartida y así generar capital social», argumentó la autoridad en la presentación del programa.

De esta forma, tales iniciativas para los distintos rubros intentarán disminuir las brechas que instalan a Chile como un país exportador de commodities, a fin de aumentar la productividad local, principalmente en regiones. «Está claro que al concentrar el mercado en los Recursos Naturales (RRNN) la productividad baja. Hay que saber aprovechar estos recursos, tal como lo han hecho Australia y Finlandia, quienes han tecnologizado los procesos invirtiendo de sobremanera en capital humano. Ese es nuestro norte», estimó Bitran tras detallar que solo el 20% de las empresas en Chile invierten en innovación y modernización de sus procesos, mientras que en los países de la OCDE, el promedio alcanza el 80%.

Valor agregado

Y si de alimentos se trata, el PEA sería el principal articulador para otorgar valor a su producción. «Hasta el momento éramos productores de materias primas y hoy buscamos exportar productos alimenticios con valor agregado. Es decir, una agricultura 2.0 en el que se generen alimentos que vayan a la par con los nuevos paradigmas de consumo, como lo son alimentación sana o alimentos con ingredientes funcionales, entre otros», afirmó el director ejecutivo de la FIA, Héctor Echeverría.

Quien además, durante su ponencia en la Expo Regiones 2015, puso como ejemplo la necesidad de crear una industria más desarrollada en productos no maderables o frutos del bosque, posibilitando la diversificación de la productividad hacia otras regiones. «Ello faculta también elaborar mayores tecnologías en las industrias, como en la producción de envases y al mismo tiempo nuevo capital humano para la investigación de los elementos que componen los alimentos», subrayó.

Al mismo tiempo, FIA sugerirá al PEA nuevos diseños para la normativa de alimentos que rige en el país, a fin de que esté acorde con las restricciones y facilidades que cuentan en nuestros principales mercados externos.

«Chile hoy cuenta con un enorme potencial en la exportación de alimentos, pero requiere resolver un montón de brechas que son evidentes, pero que ninguna empresa de manera individual lo podrá hacer. Es por eso que de forma colectiva a través de estos programas, iremos avanzando para crear infraestructura tecnológica que entregue productos más sofisticados, identificando los estándares, certificación y promoción que requieren para su comercialización», enfatizó Bitran, concluyendo que para el año 2030 la idea es duplicar los US$17.000 millones actuales, alcanzados por envíos de alimentos al extranjero. ¿La diferencia? Productos alimenticios con mayor valor.

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