E-mails reflejan cómo la industria intentó influir en la Ley de Pesca

Ago 8, 2016

Ejecutivos de Asipnor, Asipes y Fipes se coordinaban para "marcar" a congresistas. Interés común era que las licencias fueran indefinidas o por 20 años renovables. Lo último quedó en la ley.

(La Tercera) «Marcaremos directamente al diputado Vargas, también comprometí a Pedro Araya, de Antofagasta, con las licitaciones. El martes será un largo día. Saludos». Francisco Mujica, en ese entonces gerente general de Corpesca -y hoy formalizado por soborno y delitos tributarios-, envió este correo el 13 de julio de 2012, mientras la Ley de Pesca se tramitaba en la Cámara de Diputados.

Era la respuesta a otro e-mail que le había reenviado Rodrigo Sarquis, gerente de la pesquera Blumar, y que incluía un resumen elaborado por Luis Felipe Moncada (gerente de Asipes), sobre gestiones realizadas con legisladores en el Congreso. En este se señalan nombres de un grupo de políticos con los que había que «negociar» para conseguir que las Licencias Transables de Pesca (LTP) se otorgaran indefinidamente o, en su desmedro, por 20 años renovables.

El correo se titulaba «Apuntalar a Vargas», en relación con el congresista Orlando Vargas, de la Región de Arica. El texto partía con el resumen de Moncada, quien hoy es el presidente de Asipes, la asociación que agrupa a las industrias pesqueras del centro-sur del país, y que mayoritariamente se ubican en la Región del Biobío.

La industria en Chile se dividía en tres macrozonas: Asipnor (norte), Asipes (centro-sur) y Fipes (zona sur-austral). Según los correos a los que tuvo acceso La Tercera, los tres colectivos actuaron de manera coordinada frente a la compleja tramitación de la Ley de Pesca.

Tal como se aprecia en parte de estos correos, representantes como Carlos Vial (presidente de Fipes vinculado a pagos a Iván Fuentes que ligan a Patricio Walker), Joaquín Cruz (exgerente de pesquera Orizon del Grupo Angelini), Jan Stengel (también de Asipes), junto a Mujica, de Corpesca, y Moncada, de Asipes, se enteraban del día a día de la tramitación, pues se les comunicaba los avances en el Congreso.

«Parece que la movilización tiene que ser el lunes», dice otro correo que data del 8 de noviembre de 2012 y que llegó a las casillas de correos de todos estos ejecutivos.

«Acabo de consultarle a Hosain Sabag si las licitaciones se votan el lunes», escribió Moncada en respuesta. «En cuanto responda hay que tomar una decisión. Revisaremos el tema con otros senadores previamente», agrega.

Según estos mensajes, las tres asociaciones regionales de la industria pesquera se alistaban para enfrentar los momentos cruciales de las votaciones tanto en la Cámara como en el Senado. Y según se aprecia en algunos mensajes, cada zona se encargaba de «apuntalar» a los congresistas que representaban esas regiones.

El resumen

En el correo que Moncada envió en julio 2012 planteaba en un primer punto que era «esencial obtener que el norte afirme a Vargas», dice el mensaje. «Para que Cristián Campos (PPD) no esté solo en la sala, en la votación contra las licitaciones y el carácter indefinido. Campos dijo que no puede votar en contra del numeral 1 que estatiza los peces», escribió Moncada.

En ese mismo correo, el gerente de Asipes plantea el resultado de una supuesta reunión de Andrés Couve (ex subsecretario de Pesca) con un grupo de militantes DC. «En reunión de hoy con Exequiel Silva, Felipe Sandoval y Mario Tapia, concluyeron que en la DC no hay piso para licencias transables pesqueras indefinidas. Habría dos votos de 19: J.M. Ortiz y Jorge Sabag. Habría, en cambio, apoyo a licencias transables con 20 años renovables», decía el e-mail.

«Pero no hay indicación para reponer en la sala, ya que la de Matías Walker es de 20 años sin renovación (sic) y la de Clemira Pacheco es de 10 años renovables (…). Es decir, si se cae en el carácter de indefinido, el Gobierno tendría que presentar una indicación sobre la marcha de 20 años renovables», continúa.

Más adelante, el ejecutivo detalla: «Hay que darle una vuelta y ver si se acepta esta posibilidad desde ya, o se mantienen las LTP indefinidas que podrían aprobarse si en la Alianza no falta nadie y tuviéramos unos pocos votos de la Concertación (…). Hay tres posibles cercanos: Roberto Delmastro, ex RN; Marta Isasi, que está en una postura cercana a la industria; y Miodrag Marinovic, cercano a la Alianza (…). Si los 56 de la Alianza votan sin fisuras, y se obtienen cinco votos de la Concertación y tres de los independientes, tendríamos 64 votos y aprobadas las LTP en la sala de los diputados. Si no, habría que negociar con el Gobierno», explica.

La serie de correos culmina con una arenga del gerente de la pesquera Blumar, quien le responde el viernes 13 de junio, a las 20.07: «Así no más, a cargar las pilas el fin de semana. Saludos».

Presione aquí para leer el artículo desde su fuente original en La Tercera.

Contraparte

Consultado sobre los correos, el presidente de la Asipes, Luis Felipe Moncada, aseguró que los intercambios entre representantes de diversos gremios se refieren a posiciones públicamente conocidas respecto a la tramitación que se efectuaba en el Congreso. «Se buscaba que las Licencias Transables de Pesca tuvieran carácter indefinido, tal como lo tenían los permisos de pesca vigentes a la época y que no se incluyeran licitaciones de cuotas, atendiendo los derechos históricos de las empresas y el que las licitaciones no existen en el resto de las legislaciones pesqueras», argumentó el ejecutivo.

De igual manera, sostuvo que las conversaciones con legisladores de las regiones «muestran que se consultaba sobre el curso del proyecto, se les planteaban posturas que los políticos acogían o no, se indagaba respecto a cómo votarían los partidos políticos y se buscaba obtener al voto favorable en aquellas materias de interés para las compañías, lo que no siempre se obtuvo, dado la independencia con que los diputados y senadores enfocaron los diversos aspectos, acogiendo algunos temas que les parecieron razonables y otros no, lo que expresaron con franqueza. En suma, los gremios industriales efectuaron el trabajo que les corresponde, como gestores conocidos de los intereses pesqueros, en forma legítima y en el marco de sus estatutos y la ley», subrayó Moncada.

Por su parte, el senador Araya reconoció una reunión con Francisco Mujica, pero aseveró que esta fue concedida a petición de los pescadores artesanales. En tanto, Campos resaltó que votó en contra de la idea de legislar de esta ley y a favor de que los peces fueran del Estado.

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