[EN-ES] La historia de la periodista que ha buscado aumentar el consumo de productos del mar en Chile

Dic 19, 2018

"Si logramos reducir la cantidad de intermediarios en la cadena de comercialización, el pescado llegará a un precio justo y con esto, los interesados en comer pescados y mariscos tendrán más opciones", sostiene, entre otras cosas, Meyling Tang.

La periodista Meyling Tang es una de las referentes en Chile a la hora de hablar sobre labor para promover el consumo de productos del mar. En su época en la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile), a principios de la década del 2000, estuvo participando en el Festival del Salmón junto con la Universidad Santo Tomás donde hizo amigos que mantiene hasta la actualidad y con los cuales ha trabajado en distintas instancias para posicionar a los pescados y mariscos en las mesas del país.

Luego vivió en Galicia, al norte de España, una comunidad que vibra con su vida marinera y la gastronomía «a pie del bote», como ella menciona. Allí le tocó realizar un informe con las campañas de consumo del mar de países de Latinoamérica para la Fundación Cetmar. Al volver a Chile, hace ya seis años, tuvo la posibilidad de proponer distintos proyectos para difundir el consumo de productos del mar desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), como la participación en ferias gastronómicas, campañas de difusión con Elige Vivir Sano y el programa de televisión Los Reyes del Mar, que le permitió conectar a cocineros con pescadores de todo Chile y que ya está en su cuarta temporada.

En entrevista con AQUA, Meyling Tang repasa algunos de los principales momentos en esta larga historia ligada a las especies hidrobiológicas. Meyling Tang (1)

Luego de dejar su trabajo como periodista en la Subpesca, se dedicó a la creación y potenciamiento de la Fundación Cocinamar. ¿Cuál es su objetivo y las principales acciones realizadas a la fecha?

El paso lógico una vez que dejé el trabajo en Subpesca fue contar con una institucionalidad que nos permitiera continuar con este tipo de acciones y por eso desde 2016 creamos, junto a Esperia Bonilla, Claudio Barrientos y Griselda Ilabel, la Fundación Cocinamar, organización sin fines de lucro que busca promover en Chile el consumo de productos del mar de pesca responsable.

Desde Cocinamar hemos implementado distintas actividades, como llevar a las organizaciones de pescadores artesanales a eventos gastronómicos en Santiago o en regiones, como La Caleta Ñam, Mercado Paula Gourmet, Feria del Pescado, Food & Service, Feria Gastronómica Cahuín, Expovinos & Gastronomía, entre muchos otros; también hemos apoyado en la organización de las fiestas de San Pedro en tu Caleta en siete regiones de Chile, por dos años consecutivos, a través del Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal; pero lo más importante, hemos creado una red de emprendedores de pesca artesanal, Red Cocinamar, que reúne a quienes están tratando de comercializar directamente, con una plataforma con sus datos en www.cocinamar.cl/red y que cuenta con el apoyo de Global Greengrants Fund, BancoEstado Microempresas y Corfo Región de Los Ríos.

No obstante, diría que lo más valioso es que hemos creado lazos de confianza entre pescadores y cocineros a lo largo de todo Chile, generando espacios para que se conozcan y comercialicen productos del mar en forma directa. Por esto fuimos premiados en 2017 a nivel nacional con el Premio Fuego, por dar valor a los productos de la cocina chilena, por la Federación Gastronómica de Chile (Fegach) y la Subsecretaría de Turismo. Además, en 2016 recibimos en la Feria Internacional AquaSur el Premio Comunidad, por nuestro respaldo a las organizaciones de pescadores durante la crisis de la marea roja.

A su juicio, ¿por qué no ha aumentado la ingesta de proteínas marinas dentro de la población chilena? ¿Qué más se puede hacer?

No sería tan tajante en decir que no ha aumentado. Nos faltan estadísticas formales y seguimos ocupando una cifra antigua que dice que en Chile consumimos 10 kilos per cápita al año, pero no sabemos si eso ha cambiado o no. Al menos, en mi alrededor, veo que más gente quiere optar por una alimentación más sana y, además, anda detrás del dato de dónde poder comprar pescados y mariscos y se arriesgan a probar cosas nuevas.

En marzo nos instalamos junto a los chefs Paula Báez y Cristian Gómez con un restaurante de pesca responsable en la ciudad de Valparaíso (región de Valparaíso) llamado Tres Peces, cuyo foco es ofrecer una carta 100% con pescados, crustáceos, mariscos y algas. ¿La respuesta? Está lleno desde que abrimos hasta que cerramos, convocando a los fanáticos de los productos del mar, que al parecer son muchos más de los que pensábamos.

Claramente somos un país enfocado en las exportaciones, sin embargo, cada vez vemos más emprendimientos que están mirando hacia el mercado nacional. Si logramos reducir la cantidad de intermediarios en la cadena de comercialización, el pescado llegará a un precio justo y con esto, los interesados en comer pescados y mariscos tendrán más opciones. Creo que esto ya está pasando en Chile y me siento muy orgullosa de ser parte de ese cambio.

Tres Peces

¿Considera que la pesca industrial, y sus exportaciones, han afectado el consumo de este tipo de alimentos en Chile?

El gran problema es la cantidad de intermediarios que tenemos en la cadena de comercialización de pescados y mariscos a nivel nacional, que, según un estudio de la Subpesca, en promedio son seis. Por esto comer pescados en Chile es tan caro y con escaso contacto con el productor o pescador. La oferta se restringe a unos diez recursos pesqueros que vemos idénticos en todos los restaurantes desde Arica (región de Arica y Parinacota) a Punta Arenas (región de Magallanes), mientras en el agua Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura) tiene autorizado más de 200 recursos pesqueros distintos que podrían ser extraídos pero no se hace porque se asume que no tienen mercado o que al chileno no le va a gustar. Es tan extraño como que en Antofagasta (región de Antofagasta) el pescado más consumido es la reineta, siendo que tienen una pesquería del congrio colorado que es una maravilla.

A pesar de que la ingesta de proteínas marinas es baja en Chile, ¿estima que una mayor disponibilidad nacional de productos pesqueros y acuícolas (fundamentalmente salmónidos) pueda ayudar a revertir la situación y, además, mejorar las relaciones de estas empresas con su entorno?

Las empresas tienen aún un tremendo camino que realizar para acercarse a la comunidad, no basta con ofrecer puestos de trabajo. Valoro la apertura de salas de venta en distintos lugares de Chile, pero les falta mucho por comunicar. Por supuesto si hay más acceso a los productos del mar traerá impactos y eso es positivo para todos. En ello usar a la gastronomía como una herramienta de acercamiento a la comunidad es una opción que no se debe desperdiciar.

¿Por qué la pesca artesanal no ha podido aumentar y/o mejorar su oferta alimentaria a la población chilena? (es baja su presencia en, por ejemplo, supermercados y/o cadenas de catering) ¿Se debe a una ausencia del recurso (sobreexplotación), a una baja iniciativa de parte de los pescadores o falta de apoyo estatal?

Pensar que el pescador debe llegar solo a los supermercados con sus productos es errado. Los supermercados demoran dos meses en pagar la primera compra y esto no es atractivo para ningún emprendedor, menos aún con la forma que tienen los pescadores de vender a pie de bote y en efectivo. Nosotros desde Cocinamar hemos visto que la venta directa a restaurantes es una oportunidad muy valiosa para ambos. Gana el pescador con un mejor precio y gana también el restaurante y su equipo de cocina. La venta de conservas con valor agregado en tiendas, emporios o ferias gastronómicas también es otra línea que nos gusta reforzar.

Ahora bien, financiamiento hay para que esas cosas sucedan, como el Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal y el Fondo de Administración Pesquera, solo que el interés por parte de los pescadores en realizar ventas directas, desarrollar productos con valor agregado y mejorar sus ingresos por esta vía es algo más reciente y tiene que ver con la reducción de cuotas pesqueras. Son procesos que no son rápidos pero sí están sucediendo y en el sur se ven a las organizaciones mucho más activas.

Meyling Tang (2)

Hace un tiempo, usted junto con dos socios abrieron un restaurant en Valparaíso, el cual se basa en el suministro de pesca responsable. Más allá de la calidad de las preparaciones (que han sido reconocidas nacionalmente), ¿qué rol podría tener el suministro de recursos capturados sustentables en el éxito del restaurant?

Partimos con un documento que decía que queríamos abrir un restaurante de pesca responsable y una lista de consignas. Estuvimos un año buscando un local en Valparaíso y nos fue muy mal. Nos decían que era poco serio, que no entendíamos que el chileno quiere comer carne, que los pescadores no responderían a nuestras peticiones, entre otras cosas. Nuestros más cercanos nos decían que debíamos ofrecer carnes rojas y menú de niños pues íbamos a perder clientes.

A través de un amigo alemán, que tenía una casona en arriendo en el Cerro Concepción, pudimos abrir en marzo de 2018 el restaurante Tres Peces que se abastece cien por ciento de pesca artesanal y acuicultura de pequeña escala. Mis dos socios son cocineros con más de 20 años de experiencia y miembros de un gremio muy importante en Chile que se llama Les Toques Blanches. En mi caso, soy periodista con otros 20 años recorriendo las caletas y escribiendo de pesca y acuicultura. Esto hizo que nuestro concepto se entienda bien desde el comienzo y ya desde el tercer mes de apertura el local estuviera lleno de fanáticos de los productos del mar.

La carta es flexible, según lo que podemos conseguir y las preparaciones se publican con nombre y apellido, para destacar el origen de los productos. Esto ha gustado mucho. Pero además decidimos que si lográbamos conseguir un pescado a un precio justo, esa reducción de costo también se debía traspasar al consumidor, y por eso en nuestra carta el plato más caro está a $7.500, incluido el acompañamiento.

Según la guía 100 de la CAV, estamos dentro de las diez mejores aperturas de restaurantes en Chile en 2018, mientras que según el Finde La Tercera somos uno de los siete restaurantes que marcaron pauta en el mismo año.

Efectivamente el concepto detrás del trabajo directo con los pescadores ha sido clave en este éxito pero también nuestra apuesta sincera, el respaldo de los pescadores en todo Chile, incluido el archipiélago de Juan Fernández y con un trabajo de más de dos décadas para que esto pasara a ser verdad.

En relación con lo anterior, ¿qué recepción advierte de parte de pescadores y consumidores?

La opinión pública tiene un apoyo incondicional a la pesca artesanal. Esto se ve reflejado en redes sociales claramente. Lo que hemos visto con Tres Peces es que mucha gente llega convocada por el concepto y la oportunidad de probar pescados que no conocen y que saben que vienen directo de las caletas.

Por otra parte, los pescadores se han portado increíble en este nuevo camino de ser nuestros proveedores. Coordinamos la mayoría de las compras por WhatsApp o Facebook, se organiza la logística que va desde camiones de carga con cámara de frío, barcos, aviones o transporte propio de las organizaciones. Es un esfuerzo extra, pero vale la pena y el público lo agradece.

Meyling Tang3

En general, ¿cómo aprecia el futuro del sector acuícola-pesquero nacional? ¿Qué desafíos y oportunidades advierte?

Soy muy positiva y creo que el camino que se está abriendo de demanda en el mercado nacional solo puede crecer. No vamos a dejar de exportar, pero sí es importante que nosotros en el país disfrutemos de las tremendas alternativas que ofrece el mar y en esto se deben continuar haciendo esfuerzos. Hay un tremendo tema pendiente con dar valor a los productos de descarte pesquero. En marzo próximo haremos una gira técnica en Asia y Galicia, España, para conocer algunos proyectos en esa área.

Falta aún desarrollar más plataformas de ventas directas. Las que existen no han funcionado, solo han sido resultados de proyectos que una vez que terminan no siguen funcionando y queda solo la página web o la aplicación. Nosotros llevamos ya varios años tratando de levantar una iniciativa que vimos en Estados Unidos y es un modelo de venta directa de pescado a domicilio por suscripción y se llama Aquí Hay Pescado. Veremos qué pasa en 2019.

A su vez, hay más gente preocupada por las vedas y denuncia si ve algo raro no solo en los puestos de venta sino también en las publicaciones de redes sociales; esto es un cambio que no se veía hace diez años. Veo también que más organizaciones se formalizan para realizar ventas directas y soy testigo de llamados todos los días de cocineros o dueños de restaurantes que están buscando datos para comprar a pescadores.

De igual manera, la realización de más muestras gastronómicas asociadas al mar, como lo ha hecho durante más de diez años la Feria Gastronómica Marina (FEGAM) en Valdivia (región de Los Ríos), organizada por Fipasur (Federación Interregional de Pescadores Artesanales del Sur-Valdivia); el Día de la Merluza, que organizamos por dos años con WWF Chile en la región de Valparaíso; o la Feria del Pesca’o que ya se ha realizado también dos años en Santiago (región Metropolitana), enfocada 100% en productos del mar.

Me emociona también ver esfuerzos en la Junaeb (Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas), el programa Elige Vivir Sano o las campañas de difusión de las vedas de Sernapesca, pues todo eso sirve para reforzar que conozcamos mejor nuestros recursos y dejemos a un lado las malas experiencias o la desconfianza que producen algunas veces el consumir pescados y mariscos.

Pero lo que me emociona aún más, es ver a pescadores -a los que conocemos hace muchos años- llegar a Tres Peces con sus guías de despacho visadas por Sernapesca junto con el encargo de pescados que compramos y pagamos al día, y orgullosos de preguntar por cuánto será el siguiente pedido. Esto ya nadie lo para.

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