Humphreys: Acciones de Australis permanecen en «Categoría Segunda Clase»

Jun 21, 2017

Eso sí, de mantenerse un rendimiento positivo, la clasificación de riesgo podría ser revisada al alza lo cual, en definitiva, dependerá del flujo efectivo generado y las expectativas que se tengan respecto al sector.

La clasificadora de riesgo Humphreys informó este martes 20 de junio que decidió mantener en «Categoría Segunda Clase» los títulos accionarios de Australis Seafoods S.A. (ASF), dejando la tendencia de la clasificación en «Estable».

La categoría de riesgo de las acciones de ASF en «Segunda Clase”, se fundamenta, principalmente, en la excesiva variabilidad que han exhibido los flujos de la empresa, independiente de los hechos que han provocado dicha volatilidad, situación que dificulta establecer la capacidad de generación de flujos de largo plazo del emisor.

Según los resultados mostrados hasta el año 2015, Australis mostraba incapacidad para responder al pago de sus obligaciones y sus operaciones tuvieron que ser financiadas con emisión de acciones, préstamos y enajenación en participaciones (entre 2012 y 2015 las pérdidas anuales fluctuaron entre US$28 y US$67 millones). Sin perjuicio de ello, los resultados del año 2016 mostraron una generación de caja compatible con el nivel de endeudamiento de la compañía. En este contexto y de mantenerse un rendimiento positivo, la clasificación de riesgo podría ser revisada al alza lo cual, en definitiva, dependerá del flujo efectivo generado y las expectativas que se tengan respecto al sector.

En esta línea, cabe recordar que a diciembre de 2016, la productora de salmónidos registró un Ebitda de US$96,5 millones para una deuda financiera de US$175 millones.

Sin título

«Otros elementos que restringen la clasificación de riesgo de ASF son los peligros biológicos asociados a la producción de peces (virus, algas y parásitos), su exposición a desastres naturales (disminución de cosecha), la variabilidad de los precios de ventas (con características de commodities), la concentración de sus ventas en dos mercados (aproximadamente de un 42%), los efectos de cambios en las regulaciones del sector y el descalce de monedas (susceptible de controlar)», sostienen en Humphreys.

De igual manera, subrayó la clasificadora, por las características intrínsecas de una industria que trabaja con activos biológicos sujetos a eventualidades abruptas negativas, se estima que la deuda financiera debiera tener una estructura suavizada en el tiempo, que evite el riesgo de refinanciamiento para un año en particular. En 2017, la empresa tiene vencimientos de deuda bancaria por aproximadamente US$141,9 millones, que es un 81,1% del total de su deuda financiera.

De acuerdo con las estimaciones de Humphreys, el indicador flujo de caja de largo plazo (FCLP, que es un indicador calculado por Humphreys que busca tener una aproximación de la generación de caja de la empresa tomando en consideración su comportamiento histórico y su actual capacidad productiva) es de US$-22,8 millones, por lo que no se podría cubrir la deuda financiera. «Los fondos recolectados por emisión de capital, la adquisición de nueva deuda y la enajenación de activos no son suficientes para cubrir lo correspondiente al 2016. Adicionalmente, si consideramos un escenario de precios elevados, el FCLP no alcanzaría el nivel requerido para hacer frente a los vencimientos de la deuda», complementaron desde Humphreys.

Fortalezas

Dentro de las fortalezas de Australis destacadas por la clasificadora, se consideran su modelo de reproducción y cultivo de salmón Atlántico (Salmo salar) en agua dulce desde la etapa de smolts (realizado a través de su filial Australis Agua Dulce S.A.), hasta el momento del traspaso a agua salada. Este esquema le permite a la empresa suprimir parte importante de la compra de materia prima, asegurando la producción y la calidad de los insumos. Además, entrega la posibilidad de venta del producto intermedio a otros actores dentro de la industria nacional.

Otra fortaleza relevante de ASF en el desempeño de la compañía, es el control de costos logrado durante los años 2015 y 2016, principalmente en el caso del salar, en donde los costos de ventas de esta especie cayeron un 9,1% respecto del ejercicio anterior.

Por otra parte, la presencia bursátil ha mostrado un alza sostenible desde abril de 2016 a la fecha, alcanzando en abril de 2017 un 33,3%. Humphreys también ha considerado como fortaleza la experiencia y apoyo del grupo controlador de la empresa, tanto para la matriz ASF como para sus filiales.

Otros atributos considerados favorables son las características climático-geográficas de Chile para el cultivo de salmónidos y el posicionamiento logrado por la empresa en el mercado de salmones de América Latina, de importante crecimiento en los últimos años.

Para cerrar, en Humphreys destacaron que durante 2016, la empresa obtuvo ingresos consolidados por US$347,5 millones, una ganancia de US$40,2 millones y un Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de US$96,5 millones. Mientras que al cierre del año pasado, la deuda financiera sumaba US$175,0 millones, correspondiente a compromisos con instituciones bancarias y arrendamientos financieros; y su patrimonio era de US$164,3 millones.

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