El pasado viernes 20 de abril fue inaugurado el proyecto FIC-R: «Innovación social y tecnológica para impulsar la acuicultura a pequeña escala (APE) en caletas rurales» que desarrolla la Universidad Andrés Bello (UNAB) con aportes del Gobierno Regional de Valparaíso.
El proyecto tiene como objetivo aumentar la competitividad de las caletas de pesca artesanal de la región de Valparaíso, a través de la transferencia tecnológica de producción de semillas de erizo rojo (Loxechinus albus) a los pescadores, con la finalidad de aportar al desarrollo de la acuicultura de pequeña escala en las áreas de manejo.
La encargada de dar la bienvenida a la jornada fue Ana María Cid, vicerrectora (i) de la sede Viña del Mar de la UNAB, quien expresó su «orgullo por este tipo de iniciativas que están en el lugar que mejor refleja el matrimonio entre vinculación del medio y la investigación. Quintay es el reflejo de lo que las universidades deberían hacer para mejorar la calidad de vida de las comunidades», expresó, destacando el aporte de CIMARQ.
Acto seguido, Ricardo Aliaga Cruz, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación del Consejo Regional de Valparaíso, manifestó que «como región estamos haciendo un gran trabajo, nos hemos propuesto ser una región innovadora».
Consultado sobre la relevancia de este tipo de proyectos, Aliaga comentó: «aprobamos este proyecto, nos interesó por su mérito innovador, que busca que se pueda dar el erizo a gran escala, de manera comercial y que sea conveniente para nuestros pescadores, entonces iniciativas como esta, que ha presentado la Universidad Andrés Bello, hace que estemos a la vanguardia en materia de innovación acuícola; queremos dar vida a la acuicultura en la zona de Quintay, El Quisco y Laguna Verde», añadió.
En tanto, Juan Antonio Valdés, en representación del decano Alfredo Molina, se refirió a la «gran tarea que conlleva hacer ciencia aplicada y traspasar los conocimientos de manera integral y transmitidos de manera sencilla y amistosa».
Por su parte, Juan Manuel Estrada, director del proyecto, agradeció al Gobierno Regional de Valparaíso por haber confiado en la UNAB para desarrollar este proyecto e hizo una exposición sobre los alcances esperados. El Dr. Estrada comenzó su exposición explicando los atributos del erizo rojo, destacando que es uno de los invertebrados marinos más importantes en términos de volumen de desembarque para los pescadores artesanales, solo superado por la jibia y que es explotado por la pesca artesanal.
«El objetivo principal de este proyecto es incrementar la competitividad de las caletas rurales y semiurbanas de pesca artesanal de la región, a través de la transferencia tecnológica asociada a la producción de semillas de erizo rojo para el desarrollo de la acuicultura a pequeña escala en áreas de manejo», subrayó el Dr. Estrada, agregando que esto incluye optimizar las tecnologías de producción de semillas de erizo rojo, diseñar una estrategia de transferencia tecnológica y empaquetamiento de la tecnología de producción de semillas para el desarrollo de la acuicultura a pequeña escala en áreas de manejo y finalmente transferir la tecnología de producción a las caletas de Quintay, El Quisco y Laguna Verde, incorporando a otras diez caletas mediante un programa de difusión tecnológica.
A continuación, los presidentes de los sindicatos de las caletas de Quintay, El Quisco y Laguna Verde pasaron a firmar un acuerdo de colaboración con la universidad para el desarrollo de esta iniciativa y finalmente, René Barros, pescador artesanal de la caleta de Quintay, se dirigió a la audiencia, y habló especialmente a los pescadores artesanales, indicando la importancia de continuar la labor en el mar, de incluir a nuevas generaciones, de continuar educándose y diversificando. «Si hoy en día no somos capaces de diversificar y nos vamos a dedicar a un solo recurso, es mejor que los pescadores se vayan para la casa. Tenemos que ver el horizonte y pensar en las nuevas generaciones», enfatizó Barros.
La ceremonia culminó con un recorrido por el Centro de Investigación Marina de Quintay, donde los asistentes se pudieron interiorizar con el proyecto y sus avances.