Industriales destacan tendencia de mejoría en biomasa pesquera

Sep 25, 2015

Si bien hay especies que se mantienen en riesgo, la evolución de su biomasa desovante es positiva. De continuar estos índices, la Asipes proyectó que en el corto plazo varios recursos podrán salir del colapso.

En el informe 2014 de las principales pesquerías chilenas, elaborado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), de las 30 especies que más se capturan en Chile el 20% se encuentra agotado y otro 23% se encuentra en estado de sobreexplotación. Pese a las cifras, la entrada en vigencia de la Ley de Pesca, a juicio de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), ha propiciado la recuperación constante de ocho especies que se encuentran en la categoría de colapso.

Así lo explicó la encargada de Sustentabilidad y Estudios de la Asipes, Macarena Cepeda, quien afirmó que «los resultados de las investigaciones evidencian que hay un cambio en el estado de los recursos y aunque no estén las condiciones para salir de las categorías de ‘sopreexplotado’ o ‘agotado’, sí hay avances en los porcentajes de biomasa desovante. Si proyectamos estas tendencias y se respetan los criterios de los Comités Científicos Técnicos en cuanto a las vedas y cuotas, las especies críticas pronto alcanzarán un porcentaje que les permitirá salir de las categorías de riesgo», subrayó la representante gremial.

Por ejemplo, el congrio dorado del área 47° al 57 °LS -que se mantiene en estado de colapso- el año pasado mejoró el nivel de su biomasa desovante, incrementándola de 16% a un 20%, respecto con el año 2013. Lo mismo sucede con el congrio dorado 41°28,6´al 47° L.S, cuya biomasa desovante creció a 19% en el último año de medición. Valores con tendencia positiva también se observan en la anchoveta, que se captura entre las regiones de Valparaíso y de Los Lagos, y que se ubica en la categoría de colapso o agotamiento.

Una de las especies que logró salir del estado de colapso es la raya volantín. Otros recursos como el alfonsino, el besugo y la sardina española se encuentran con protección de veda o con niveles mínimos de captura para favorecer su recuperación.

Recuperación y amenaza de la merluza común

Actualmente en veda, la biomasa desovante de la merluza común mejora considerablemente en relación con 2013, y pasa desde un 14% a un 18% en el último estudio. Sin embargo, el «ajuste de biomasa límite», es decir, la ampliación de los rangos de la categoría por parte del Comité Científico Técnico (pasó del límite 10% a 20%) inciden en que aún califique como colapsada.

«Hay que valorar que hoy se cuente con un cuerpo legal que apunta directamente a la conservación de los recursos pesqueros. Por primera vez en la historia de las leyes de pesca en Chile, el establecimiento de las cuotas anuales de captura para cada especie no ha quedado al arbitrio político de las autoridades sectoriales pesqueras, sino que ha sido traspasada a los Comités Científico Técnicos, organismos que entregan su opinión vinculante en base a información basada en investigación. Esto de pronto puede significar un esfuerzo significativo para los pescadores industriales y artesanales, pero hay que asumirlo como un proceso hacia la sostenibilidad», argumentó Macarena Cepeda.

La jefa de Sustentabilidad y Estudios de la Asipes también destacó el rol que ha tenido el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en la difusión de la campaña de la veda «Paremos El Merluzeo», ya que una de las amenazas de este recurso primordial del patrimonio pesquero chileno es justamente la pesca ilegal.

«Antes de que comenzara la veda, según las cifras del Sernapesca, se habían registrado 207 infracciones cursadas por concepto de pesca ilegal a nivel nacional. En lo que va del año, se había incautado 278 toneladas de merluza, es decir, casi el doble de lo registrado en los ocho primeros meses del año pasado. No es difícil sacar las cuentas y darse cuenta que la verdadera amenaza de nuestros recursos radica en la pesca negra o ilegal», enfatizó la ejecutiva de la Asipes.

Junto con los efectos negativos para la protección del recurso, se estima que esta actividad ilegal, concentrada principalmente en las regiones de O’Higgins y del Maule, genera unos US$30 millones en utilidades para quienes se dedican a este negocio, provocando también daños al sistema tributario chileno, originado en la evasión de millonarios montos en impuestos que no son pagados por quienes operan bajo estas condiciones.

Escuche las declaraciones de Macarena Cepeda en el siguiente audio:

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