Los impactos en el comercio de productos del mar que ha generado el veto ruso a la UE

Dic 30, 2015

En el caso del salmón, las exportaciones que iban a destino ruso se han enviado a otros países comunitarios, así como a Bielorrusia.

(EFE) El veto que Rusia aplica contra los envíos de productos agroalimentarios de países occidentales ha impactado en el comercio de pescados y mariscos de la Unión Europea (UE) durante su primer año de vigencia, según un informe de la Comisión Europea (CE).

El valor de las ventas de productos del mar de la UE a Rusia se redujo un 63% entre agosto de 2014 y julio de 2015, los doce primeros meses de aplicación del boicot, con lo que pasaron desde EUR$189,3 millones a EUR$69,5 millones.

En el caso de la pesca y la acuicultura, el veto que Moscú aplica desde el verano de 2014 afecta a productos frescos, congelados y ahumados, pero no a las conservas, según el documento del Observatorio Europeo de los Mercados de la Pesca y de la Acuicultura de la CE.

La falta de acceso al mercado ruso ha afectado considerablemente a exportaciones procedentes de los países de la UE, si bien España no figura entre los más perjudicados.

Los más afectados son el Reino Unido, Irlanda, Francia, Estonia, Finlandia, Lituania y Grecia; los principales envíos de pescados y mariscos de la UE hacia ese destino eran espadín, salmón, caballa, arenque, trucha, lubina, dorada y ostras.

Pero de manera indirecta, la prohibición de Rusia ha repercutido también en el mercado comunitario y ha originado un fuerte incremento de las exportaciones de caballa y jurel a China o a países de África como Nigeria, Egipto, Ghana y Benín.

En el caso del salmón, las exportaciones que iban a destino ruso se han enviado a otros países comunitarios, así como a Bielorrusia.

La UE ha sido el mercado «más natural» para Noruega -país no comunitario afectado por el veto- a la hora de buscar un destino alternativo, con un incremento del 13% de los envíos de salmón y del 56% de sus exportaciones de trucha.

Rusia anunció que prolongaba hasta agosto de 2016 el veto y que extendía el embargo a productos alimentarios de varios países más, entre ellos Islandia y Ucrania.

Esto, según el informe, «complicará más la situación» a la hora de encontrar canales de venta para pescados pelágicos (arenque, caballa, anchoa o jurel) del Atlántico norte y del Báltico.

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