Una vez acontecida la catástrofe del miércoles 16 de septiembre en la zona centro-norte, en el sur de Chile, específicamente en la localidad de Coronel (Región del Biobío), los pescadores artesanales inmediatamente se organizaron para recaudar la mayor cantidad de ayuda para sus colegas de la región más afectada: Coquimbo.
De esta manera, la Federación Nacional de Sindicatos de Pescadores Artesanales de Chile (Fenaspar) logró reunir cuatro toneladas de alimentos, establecieron la coordinación con las autoridades de gobierno y congresistas de la región, y llegaron hasta la caleta de Coquimbo luego de tres días de viaje.
«Creíamos que era válido hacerlo lo más pronto posible. Nosotros también vivimos un terremoto y tsunami allá en el sur y estamos aportando nuestro granito de arena. Con esto queremos mitigar las necesidades de la pesca artesanal», comentó el presidente de la Fenaspar, Hernán Cortés.
Una vuelta de mano, agregó el dirigente pesquero, quien reconoció que la ayuda a sus pares continuará durante los próximos días, tanto en la entrega de mercadería como en apoyo a las tareas de recuperación de la infraestructura.
Tras la entrega, el presidente de la Asociación de Pescadores de Coquimbo, Luis Godoy, agradeció la ayuda de sus colegas y manifestó que «estamos contentos en la forma que nos cooperaron. Sabemos que fue un viaje extenso, y merecen todo el agradecimiento de todo nuestro sector».
La ayuda consistió principalmente en frutas, verduras e implementación de aseo. Una muestra de solidaridad entre los gremios que va formando parte de la recuperación de la caleta de pescadores artesanales.
Al respecto, el intendente de Coquimbo, Claudio Ibáñez, reiteró que ya se iniciaron los trabajos a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y aseveró que el plazo máximo para terminar este mejoramiento es un mes. «Estamos trabajando en habilitaciones parciales, para que en 30 días de labores esté concluida. Incluso la maquinaria también está avanzando para que esté antes», subrayó el jefe regional.
Por otra parte, los pescadores artesanales recibieron un respaldo de los congresistas para que su labor reciba un impulso a través de modificaciones a la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA).
En este ámbito, la senadora Adriana Muñoz sostuvo que «esto une a los pescadores por una nueva ley, que incorpore la realidad de millones de trabajadores artesanales y a los industriales, una plataforma social que los ayude porque hay un desamparo hacia ellos».
Mientras que el diputado Raúl Saldívar enfatizó que «ellos no quieren esta ley que está vigente, y aspiran a que los legisladores hagamos un compromiso para que los defectos sean corregidos de tal manera de tener una mejor ley, legitimada por actores del mundo pesquero, político y social».