Hacia fines del año 2014, el pronóstico de la industria del salmón de Chile para 2015 era de estabilidad, siguiendo con la tendencia de recuperación en materia de costos y precios, luego de dos años (2012-2013) marcados por los problemas sanitarios y los bajos precios, como resultado del brusco y abultado crecimiento de la producción chilena experimentado durante dicho período.
Sin embargo, en la última parte de 2014, dos hechos políticos y económicos cambiarían significativamente el panorama para el año 2015 de la industria chilena del salmón. En primer lugar, el bloqueo comercial impuesto por Rusia y que prohibió la importación de productos alimenticios desde la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y Noruega, como respuesta a las sanciones económicas impuestas por dichos países a Rusia por su conflicto con Ucrania. Las consecuencias de este bloqueo comercial en el mercado del salmón fueron, por una parte, la drástica reducción de su demanda por salmón desde aproximadamente 190.000 toneladas que consumía en 2013 a 100.000 toneladas anuales que demandó el 2015, y por la otra, Noruega principal abastecedor de dicho mercado, ante la imposibilidad de seguir abasteciendo a Rusia, intempestivamente tuvo que salir a colocar su salmón en otros mercados, concentrando esta vez sus esfuerzos en el mercado de Estados Unidos, con los consiguientes negativos efectos en el precio de mercado. En segundo lugar, a fines de 2014 se dio inicio a un largo, profundo y masivo proceso de devaluación de todas las monedas del mundo respecto al dólar estadounidense, afectando significativamente la capacidad de compra de los consumidores en importantes mercados del salmón chileno, como son Brasil, Rusia y Japón.
Adicionalmente, y para terminar de conformar lo que algunos medios de prensa denominaron como la «tormenta perfecta», Canadá aumentó durante el año 2015 un 30% su producción de salmón Atlántico, agravando aún más el negativo impacto en los precios del mercado norteamericano, el que alcanzó récord del más bajo precio de los últimos diez años, con una disminución del precio promedio para el 2015 de un 21% respecto al promedio observado en el 2014.
Dicho resumen del contexto del mercado del salmón se desprende de la carta que José Ramón Gutiérrez, presidente de Multiexport Foods, envió a los accionistas de la compañía con motivo de la Memoria Anual 2015 recientemente presentada.
En términos de producción, Gutiérrez detalló que durante el año 2015 Multiexport Foods alcanzó una cosecha de 64.000 toneladas de salmones y truchas, de las cuales 57.000 toneladas corresponden a salmón Atlántico, 6.000 toneladas a salmón coho y 1.000 toneladas a la especie trucha, que corresponde a una baja de 8% respecto a la producción del 2014, como consecuencia de la decisión de terminar con la producción de truchas y el desfase de siembras en el programa de producción de salmón Atlántico del año 2014. «A pesar de la continua mejora en nuestro desempeño productivo, el que ha resultado en un significativo progreso en nuestro objetivo de reducir los costos de producción, no fue posible para la compañía revertir el negativo impacto generado por los bajos precios, con lo cual la utilidad neta del ejercicio alcanzó a US$-32,9 millones», argumentó el ejecutivo.
Para más detalles vea: Multiexport dejará de producir truchas
Bloom de algas
Gutiérrez también mencionó el reciente evento de Florecimiento de Algas Nocivas («bloom»), que afectó primero a Multiexport a fines de enero, y luego masivamente a otras 14 compañías de la industria durante los primeros días de marzo. «En esta oportunidad, este fenómeno de la naturaleza ha impactado muy significativamente a la industria chilena del salmón, generándole una mortalidad de aproximadamente un 15% de los peces en producción en agua de mar y que significa una pérdida en la producción 2016 de aproximadamente 110.000 toneladas», detalló Gutiérrez.
En el caso de Multiexport, la estimación realizada por la compañía de las pérdidas agregadas de biomasa en sus cinco centros de cultivo afectados, que contenían a esa fecha peces entre 0,9 y 4,3 kg de peso promedio, es de 5.203 toneladas de biomasa de salmón Atlántico. Esos cinco centros se encontraban asegurados según las condiciones del «Seguro de Piscicultura» con que la compañía mantiene asegurada la biomasa de engorda, con coberturas sobre riesgos de la naturaleza nominados, incluyendo específicamente bloom de algas. Dicho seguro cubre la biomasa perdida según su valor contable al momento del siniestro, con deducibles individuales por centro que son entre un 8% y un 20% respecto del valor contable de la biomasa, además de un deducible agregado anual de US$2,5 millones para toda la empresa.
«Dado lo anterior, y hechas las estimaciones de la pérdida directa de la biomasa que nuestra filial deberá reconocer en los estados financieros de 2016, alcanza la cifra de US$9,0 millones, equivalente a los montos a que corresponde la estimación de los deducibles antes explicados. Al monto anterior, adicionalmente se le deberá agregar los deducibles de la póliza respecto de la cobertura de gastos de extracción de mortalidad y de mitigación, los que se estiman en la cantidad de US$0,4 millones», explicó Gutiérrez.
En esa línea, el timonel de Multiexport dijo que es importante subrayar que como contrapartida de la magnitud de la pérdida de biomasa de salmón Atlántico experimentada por la industria, «el mercado ha reaccionado rápida y fuertemente al alza, mostrando aumentos de precios de 35% en pocas semanas». Y concluyó que «es opinión de consenso en el mercado que los precios del salmón Atlántico durante el resto del año 2016 y el 2017 debieran mantenerse a un nivel alto debido al ‘shock’ de oferta que experimentará el mercado».