Hace un par de semanas, existía amplia preocupación en la comuna de Quellón, provincia de Chiloé, región de Los Lagos, por la alta tasa de contagios de Covid-19 (coronavirus) en las plantas de procesamiento de salmónidos y los impactos que esto podía llegar a tener en las y los trabajadores.
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Ante ese escenario, y para conocer cuál es la situación actual, AQUA entrevistó a Marta Oyarzo, quien es la presidenta del Sindicato Nº2 de Yadrán y vocera de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria del Salmón y Ramas Afines.
Hemos visto que durante los últimos días las cifras de Covid han bajado. ¿Cuál es la situación actual de las y los trabajadores salmonicultores en Quellón?
La preocupación va a estar siempre en las personas mientras dure la pandemia. Es un hecho que nadie quiere enfermarse, nadie quiere contagiarse. Ahora cómo esto se traspasa a lo laboral: hoy día no hay ningún trabajador que no esté con un nivel de preocupación mayor si no estamos teniendo una rutina de vida normal por más de un año, y es obvio que eso tiene efectos colaterales como un mayor estrés emocional, que se evidencia en una sobrecarga mayor.
Pero en general el tema siempre ha sido tranquilo, a excepciones de hechos puntuales que se dieron en un par de plantas en Quellón donde los trabajadores se manifestaron preocupados por el tema y que a juicio de ellos las medidas tomadas por las empresas no eran lo suficientemente efectivas. Cosa que nosotros como sindicatos también habíamos anticipado en una reunión con el gremio, mencionando que habiendo pasado ya un año de pandemia aún existían falencias en las medidas y que requerían ser accionadas de inmediato.
Hoy, ¿están todas las plantas operando o hay algunas que están paralizadas?
Todas las plantas están operando de manera normal, cada una con sus diferentes condiciones productivas.
En vista de lo que ha estado sucediendo en Quellón, las empresas que tienen plantas allí han estado informando medidas extras para cuidar a las y los trabajadores ¿Qué le parecen las nuevas medidas que se han tomado?
Con respecto al Sello Covid-19 o Sello ACHS, es solo una acción normativa que se basa en respaldar las medidas dispuestas por la autoridad sanitaria en cada empresa, pero más allá de eso nosotros como trabajadores no hemos visto una acción concreta de la ACHS u otra mutualidad que tenga injerencia directa hacia los trabajadores. Aquí todo ha sido implementado por las empresas, siguiendo las instrucciones de la autoridad competente. Las mutualidades aquí ni siquiera han aportado con informativos, folletería o algún kit sanitario; menos hemos sido testigos de alguna visita presencial que hayan ejecutado a las plantas de proceso.
Solo están mirando desde fuera y expectantes a las cosas que van sucediendo. Por lo tanto, nosotros creemos que este sello quizás aporta en la gestión de algunas políticas empresariales, pero nada más.
Con respecto a los anuncios hechos por parte de SalmonChile, se sigue realizando búsqueda activa con toma de PCR (reacción en cadena de la polimerada) cada 15 días, lo que ha dado buenos resultados y mantenido el control de los contagios dentro de cada planta; también es una acción que ha sido bien valorada por los trabajadores.
Con respecto al apoyo de testeo comunitario, SalmonChile apoya la apertura de la residencia sanitaria entregando equipos de insumos médicos, y también ha puesto a disposición dos furgones para traslados de pacientes, entre otros.
Ha habido quienes han pedido la paralización generalizada de las plantas de proceso en Quellón. ¿Apoyaría una medida como tal? Esto, ¿qué efectos tendría en el empleo en la zona?
Es difícil entender una solicitud de paralización, cuando esta proviene de factores externos, encabezada por actores que nunca se han dado la oportunidad de conocer cómo se trabaja en la industria, donde muchas veces se centra en la opinión subjetiva y sin fundamentos que los amparen. Es difícil entonces abordar el tema en una mesa que no abre los espacios para unir puntos de acuerdo y aún respetando todos los puntos de vista. En definitiva, la conversación sigue siendo infructuosa.
Nosotros, en tanto, hemos sido siempre de una postura más constructiva que radical. Siempre apuntamos a mantener una estabilidad laboral y que sea bajo los amparos establecidos por la ley, una estabilidad que otorgue bienestar y dignidad a los trabajadores, que no menoscabe ni precarice el empleo y esto en mi opinión no se consigue ejerciendo una paralización ilegal. Entonces, hay que ser lo suficientemente responsable a la hora de actuar y tomar ciertas decisiones que puedan terminar en consecuencias y afectar directamente a las y los trabajadores.
¿Considera que aún hay espacio para que las empresas salmonicultoras sigan mejorando sus planes de cuidado y prevención del Covid-19? ¿Qué nuevas medidas se podrían adoptar?
Hasta ahora, las empresas han abordado bastantes medidas, e incluso muchas de ellas ni siquiera están indicadas en los protocolos de la autoridad sanitaria, sin embargo, se han podido hacer bajo conversaciones con las distintas organizaciones sindicales, como, por ejemplo, en el tema de las trazabilidades. Es un hilo súper delgado, donde hemos visto que sistemas están colapsado y muchas veces ni siquiera pueden llegar a determinar los posibles contactos, y en las empresas lo que se ha hecho es tomar la medida preventiva de aislar al contacto del contacto para así evitar una mayor propagación. También asumir los días de cuarentena de los trabajadores en calidad de preventivos, donde la autoridad laboral sugiere, pero no hace hincapié en una obligación como tal; así como esas cosas y en la medida que se vayan observando resultados, se pueden ir levantando otras de forma positiva.
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¿Cuáles son sus proyecciones para lo que sigue de 2021? ¿Estima que con el programa de vacunación en curso el panorama podría mejorar a partir del segundo semestre?
La esperanza de todos es un mejor 2021. Ahora, en cuanto a poder llevar a cabo un proceso de vacunación de los trabajadores, es un planteamiento que también estamos viendo cómo la industria lo aborda.
Hay que definir bien las ideas y sería lo ideal poder llegar a proteger a los trabajadores, pero aún falta que nos sentemos a conversar bien el tema, que de llegar a darse sería una excelente medida para terminar un buen año. Esto también pensando en que la industria alimentaria está declarada como actividad esencial.
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*La foto destacada es de contexto y corresponde a archivo de antes de la pandemia (créditos: AQUA).