Durante la mañana de este martes 24 de enero, la Sociedad Nacional de Pesquería de Perú (SNP) presentó la Agenda de Innovación para Uso de la Anchoveta en el Enriquecimiento de Alimentos, instancia donde la presidenta del gremio, Elena Conterno, se refirió a los alcances de la acuicultura en su país.
«La ‘siembra de peces’ (acuicultura) es una actividad que tiene un gran potencial, pero necesita un tratamiento diferente, similar al que tiene la agroindustria, principalmente en el terreno laboral y tributario, que le permita generar pleno empleo en diferentes partes del país», comenzó diciendo la timonel de la SNP.
Ese tratamiento especial, según dijo, es necesario para contrarrestar los costos que le implican los desafíos logísticos y de vinculación con las comunidades donde se llevan a cabo las operaciones productivas. «La acuicultura tiene ciertas limitaciones, como el de seguridad porque se realiza en zonas alejadas, de problemas logísticos y de relacionamiento comunitario. Es una actividad muy parecida a la agricultura», argumentó en declaraciones que fueron recogidas por el diario Correo.
Vea aquí la presentación de los avances para ampliar el uso de la #anchoveta en el enriquecimiento de alimentos► https://t.co/GAK3NTAYJX pic.twitter.com/7CSUlTfmnw
— SNP (@SNP_Peru) 24 de enero de 2017
Reiteró que la acuicultura es un rubro «muy similar» a la agroindustria y, por esto, piden al Estado que se le dé el mismo tratamiento tributario y laboral. «Solo si se tienen esas condiciones es que los otros elevados costos, como el de seguridad, logístico y de relacionamiento comunitario, podrán ser asumidos», enfatizó, señalando que la agroindustria, con el tratamiento especial que tiene, logró que exista pleno empleo en diversas zonas del país, como en Ica, donde, inclusive, se dio la necesidad de llevar trabajadores de las zonas altas como Huancavelica y Apurímac.
«Si se hace lo mismo con la acuicultura, esta actividad puede ser un segundo impulso para generar empleo a nivel descentralizado», aseguró.
El régimen laboral que posee la agroindustria peruana permite -entre otras cosas- contratar personal por tiempo determinado (contrato a plazo fijo), siempre que el tiempo laborado a la semana no supere las 48 horas; contempla una remuneración mínima diaria, que incluye dentro de su monto a la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y a las gratificaciones de julio y diciembre; y otorga 15 días de vacaciones por un año de trabajo.