El pasado lunes 18 de marzo, el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal) entregó detalles acerca del desempeño sanitario y productivo de la industria chilena del salmón en 2018. Según lo indicado, el año pasado se obtuvieron los mejores indicadores de los últimos cinco años, con excelentes números en términos de FCR, rendimiento de smolts y mortalidades.
En el caso del salmón Atlántico (Salmo salar), por ejemplo, el tamaño de smolt promedió los 154 gramos, mientras que en 2013 era de 97,6 gramos; el peso de cosecha promedió 5.2 kg, mientras que en 2013 era de 4,2 kg; la duración del ciclo productivo fue de 16,5 meses en promedio, mientras que en 2013 fue de 18 meses; y el FCR promedió 1.30, mientras que en 2013 alcanzó 1.44. En cuanto a las mortalidades, estas alcanzaron un 9%, siendo que en 2013 totalizaron un 16%.
“El rendimiento de los smolts sigue al alza y cada vez tenemos peces con peso de cosecha más alto. También, a ciclos más cortos, tenemos peces más grandes. Todo esto aumenta la productividad de la industria sin necesidad de expansión. Se está cultivando en muy buenas condiciones”, expresó el gerente general de Intesal, Esteban Ramírez.
El ejecutivo adelantó que, si buen no se cuenta aún con la cifra oficial, el 2018 cerraría con cosechas de salmónidos cercanas a las 850.000 toneladas, y con retornos por exportaciones de alrededor de US$ 5.250 millones. “En general, se ha venido dando un crecimiento anual de alrededor de un 5% que está muy cuadrado con el aumento de la demanda. Es un crecimiento bastante orgánico que permite mantener un equilibrio ambiental”, añadió.
Antibióticos a la baja
Desde Intesal también destacaron la drástica caída que se ha observado en el consumo de antibióticos, que ha pasado desde el uso de más de 500 toneladas en 2015, a alrededor de 300 toneladas en 2018. “Lo más interesante aquí es que, hasta el 2015 el comportamiento del Índice de Consumo de Antibióticos (ICA) era proporcional a la biomasa presente en el agua; a mayor biomasa, mayor ICA. Pero desde ese año se quebró dicha tendencia. Tenemos aumento en la biomasa, pero el ICA va en descenso; hay una separación de las curvas”, explicó Esteban Ramírez.
¿Cómo se explica esta reducción? “No hay una razón única”, expuso el gerente general de Intesal junto con los demás investigadores de la entidad. Según lo informado, se trata de un conjunto de factores, que incluyen mejores prácticas productivas, mayor desarrollo de genética, la siembra de smolts más grandes, mejoramiento de las dietas y nuevas vacunas. De igual forma, hoy la prescripción de recetas para administrar antibióticos es más estricta y claramente existe una tendencia y una presión mundial por disminuir el uso de estos fármacos, lo cual también ha influido y ha incentivado a los salmonicultores chilenos a buscar soluciones.
Esteban Ramirez añadió que “todos estos avances tienen que ver con innovación y evolución tecnológica. Todos los años están surgiendo cosas nuevas. Antes, la velocidad de generación de conocimiento no era tan alta. Hoy, sin embargo, en corto tiempo aparecen productos aplicables a la industria que van generando ventajas”.
Cabe destacar que esta semana en Boston (Estados Unidos), SalmonChile, junto con el Chilean Salmon Marketing Council (CSMC), firmaron un acuerdo con el Monterey Bay Aquarium tendiente a iniciar el Programa de Reducción de Antibióticos del Salmón Chileno (CSARP, por su sigla en inglés), una iniciativa histórica para reducir el uso de antibióticos en la salmonicultura chilena en un 50%, como un paso para alcanzar el estatus de “Buena Alternativa” del Seafood Watch® al 2025.