Hasta ahora 2.500 toneladas de salmones muertos provenientes de la Región de Los Lagos han arribado al Biobío, a 
través de dos buques Pesqueros de Alta Mar (PAM). La planta Camanchaca del sector Rocuant en Talcahuano es la única, por el momento, que está procesando dicha mortalidad para elaborar harina o aceite de pescado.
En tanto, este martes 8 de marzo se encuentra en operación en San Vicente el PAM Bucanero, que está en proceso de descarga, una maniobra que dura aproximadamente 14 horas. Se contempla, además, que otros barcos pesqueros arriben en los próximos días con nuevo tonelaje de los peces que murieron asfixiados al ser afectados por la Floración de Algas Nocivas -también conocida como bloom de algas- en la Región de Los Lagos, específicamente de la microalga rafidofícea Chattonella spp.
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Además de la Compañía Pesquera Camanchaca de Talcahuano, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) ha autorizado movimientos a la empresa Fiordo Austral del sector Escuadrón de Coronel para procesar la mortalidad de salmones.
El director regional del Sernapesca Biobío, Rodrigo Valencia, explicó que hay un trabajo conjunto con autoridades sanitarias, de Medio Ambiente y la Armada. «Estamos coordinados con otros organismos pertinentes, pues acá lo importantes es el resguardo medioambiental, es decir, que las plantas que voluntariamente accedieron a recibir esta carga cumplan con toda la normativa», subrayó Valencia.
De acuerdo con las fiscalizaciones del Sernapesca, tanto en la descarga como en el procesamiento de las plantas, se han desarrollado en «completa normalidad, según los protocolos establecidos», aseguró el organismo de Estado.
Protocolo de Londres
Por su parte, el director nacional del Sernapesca, José Miguel Burgos, aclaró que para el caso de aquellas mortalidades cuyo nivel avanzado de descomposición no permita su reducción para harina o bien afecten a las personas producto de la emisión de ácido sulfhídrico (basta con 2 partes por millón -ppm- en el aire para percibirlo olfatoriamente, mientras que a 25 ppm (aire) es considerado una mezcla mortal para los seres vivos), se está evaluando con la Armada de Chile la eliminación en el océano fuera de las 60 millas para evitar cualquier riesgo a la salud humana, según lo estipulado en el Protocolo de Londres que regula el vertimiento de desechos en el mar a nivel internacional.
«Están colaborando doce barcos pesqueros industriales, 52 wellboats y una parte importante de la flota 
artesanal de Calbuco, y se ha retirado cerca de un 65% de las mortalidades de salmones desde los centros de cultivo afectados, siendo llevados a plantas de harina de las regiones de Los Lagos, Aysén y del Biobío, de manera que solo cuando no tengamos otra alternativa de reducción, sea destinado al vertimiento en el océano respetando las estrictas condiciones que establece el Protocolo de Londres del que Chile es parte», subrayó Burgos.
El intendente de la Región de Los Lagos, Leonardo de la Prida, también precisó que el traslado a altamar es «con el objetivo que las corrientes oceánicas no permitan que esos desechos regresen a las cosas chilenas ni a las de ningún país y que, en definitiva, se eliminen naturalmente en el medio marino».